As¨ª fue el debut de Kepa, la amenaza de Keylor Navas
Lopetegui le dio la alternativa ante la Costa Rica del portero del Real Madrid, ausente por lesi¨®n. El meta del Athletic apenas tuvo trabajo.
No habiendo dudas de que tarde o temprano Kepa cumplir¨ªa uno de sus sue?os, debutar con la Selecci¨®n espa?ola, s¨®lo quedaba esperar para conocer los detalles que rodearan a tan se?alado momento: la fecha, el lugar, el dorsal, el rival... Y el destino, o m¨¢s bien Lopetegui, quiso que fuese el s¨¢bado 11 de noviembre, en M¨¢laga, con el 13 a la espalda y contra la Costa Rica de Keylor Navas, al que podr¨ªa quitarle el puesto a partir de junio.
Mientras Keylor sigue recuper¨¢ndose de su ¨²ltima lesi¨®n, Kepa ha empezado a hacerse grande con Espa?a?en un partido amistoso, sin muchos fuegos artificiales por m¨¢s que Silva, Iniesta o Isco se empe?aran en alegrarle la vista a cualquiera al que le apeteciera mirar hacia La Rosaleda.
Porque ese fue todo el meollo del Espa?a-Costa Rica: lo que dieran de s¨ª la calidad y las ganas de los chicos de Lopetegui. Poco se pudo rascar en lo que respecta a Kepa, que apenas toc¨® el bal¨®n con los guantes y casi redujo su participaci¨®n al juego de pies, como si estuviera en un casting de porteros para el Bar?a. En un par de pases en la primera parte, en la que un bal¨®n se pase¨® por su ¨¢rea peque?a, y en un despiste en un control y una buena mano abajo en la segunda mitad se resume su debut.
El Athletic le empieza a dar por perdido; Keylor, en jaque
A la espera de si tiene o no minutos el martes frente a Rusia, despu¨¦s de este estreno Kepa tiene que encarar los meses que van a marcar su carrera deportiva. En el Athletic vienen interpretando sus movimientos en torno a la renovaci¨®n como rechazos y largas, sobre todo porque el Madrid, que parece el mejor posicionado para hacerse con ¨¦l, no para de rondarle.?El flirteo entre club y jugador est¨¢ cogiendo cuerpo de secreto a voces, especialmente porque a partir de enero, ya casi, podr¨¢n negociar libremente, con la ¨²nica amenaza, que no es poca, de que el equipo de sus amores le ense?e el camino de la grada, como ya hizo con Llorente, y le aleje de su primer Mundial.