La pizarra de Calleja y los goles de Sansone hacen recaer al M¨¢laga
El italo-alem¨¢n salt¨® del banquillo para resolver el atasco del Villarreal con un doblete. El equipo de M¨ªchel aguant¨® con orden 68 minutos, pero sigue sin marcar fuera.
Las diferencias entre un b¨®lido como el Villarreal y un colista como el M¨¢laga son muchas y variadas. La clasificaci¨®n no enga?a. Pero m¨¢s all¨¢ de las matem¨¢ticas, el mundo que les separa se puede resumir ech¨¢ndole un ojo a los onces y enumerando a los revulsivos. Al Villarreal no le dio de partida para demostrar que era el favorito pero, cuando el M¨¢laga se hab¨ªa dejado la vida y los sesos en esconder su inferioridad, Calleja ech¨® mano de Cheryshev y Sansone, dos suplentes que ser¨ªan indiscutibles en 15 equipos de Primera. El objetivo de aferrarse a estos salvavidas fue estirar su rombo inicial en medio campo para desatascar el partido y convertir los dos interiores de toque en dos extremos de bengala. El invento ya se puede patentar. A los cuatro minutos (68¡¯), Sansone rompi¨® la igualdad. Y a los doce, sentenci¨®. El M¨¢laga se volvi¨® a acordar de Al Thani. Ya saben, s¨¦ lo que hiciste el ¨²ltimo verano.
El M¨¢laga no es un colista al uso. Es cierto que su creatividad ofensiva se esfum¨® con la marcha de Camacho, Sandro y compa?¨ªa. No es casualidad que a¨²n ni haya marcado a domicilio. Sin embargo, su orden y la disciplina en defensa al toque de corneta de Recio le hacen siempre estar dentro del partido. No es el t¨ªpico rival que da que hablar por las goleadas endosadas. Ante el Villarreal estuvo sometido durante la primera media hora, pero jam¨¢s se sinti¨® inferior. Si cedi¨® el bal¨®n fue por comodidad. Bacca y Bakambu estuvieron desconectados. El equipo de M¨ªchel fue creciendo en confianza seg¨²n se iban confirmando las tablas, as¨ª que lleg¨® al descanso d¨¢ndose el gustazo de vivir en el ¨¢rea contraria. El punto era perfecto. Crey¨® y crey¨®, hasta el punto de so?ar. En esa primera mitad s¨®lo peligr¨® una vez el empate. Bakambu marc¨® tras una falta botada por Chuca, pero el colegiado lo anul¨® acertadamente por un claro fuera de juego.
Chuca fue precisamente la gran novedad en el once de Calleja. El mediocentro, que ya hab¨ªa asomado ante el Betis y en Praga, entr¨® con fuerza en el profesionalismo favorecido por las sanciones, las lesiones y las sobrecargas. Con s¨®lo veinte a?os sac¨® los c¨®rners del Villarreal, se impuso a todos los especialistas en la primera falta directa del partido y esquiv¨® los primeros cambios del t¨¦cnico para desgracia de veteranos como Soriano. Su carta de presentaci¨®n habla bien de su descaro pero, sobre todo, de la fe ciega que Calleja tiene en la cantera. Desde que ha cogido los mandos del primer equipo dio los galones a Rodrigo, ha puesto de titulares tambi¨¦n a Cantero, Pau, Ramiro y Leo Su¨¢rez y ha dado minutos hasta a Raba. Con este panorama, para ir familiariz¨¢ndose con las nuevas estrellas del Villarreal, se aconseja echar un ojo en la web oficial del club a la plantilla del filial.
El 0-0 necesitaba un agitador. En el M¨¢laga, Pe?aranda dio un paso al frente. Su cabezazo en el 54¡¯ oblig¨® a desempolvar los nuevos poderes de Barbosa. En el Villarreal, Calleja retoc¨® con matices su sistema. Su equipo estaba algo cansado, y sufr¨ªa sin la inteligencia de Trigueros y sin el desborde de Castillejo. El t¨¦cnico puso a Sansone por detr¨¢s de los puntas, dio m¨¢s profundidad a su equipo y solucion¨® de un plumazo la precisi¨®n y la efectividad. Al instante de poner la pizarra patas arriba, Bacca puso un bal¨®n en la cabeza de Sansone, tras un centrochut defectuoso de Mario, que el ariete mand¨® a la red de Roberto y clav¨® en el coraz¨®n de M¨ªchel. En el 76¡¯ fue Fornals el que vio en carrera a Sansone y lo habilit¨® para que machara. Su aparici¨®n fue trascendental. No import¨® que a Bakambu le anularan dos goles m¨¢s. El M¨¢laga, otra vez, amenaz¨® con ganar, opt¨® al empate pero volvi¨® a perder.
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