Proto cierra la puerta

El Barcelona se estrell¨® ante el muro del Olympicacos, que tuvo en su portero Proto el gran h¨¦roe de una noche en la que el Bar?a fue incapaz de marcar un gol que le hubiera valido el pase a los octavos de final de la Champions League. Los griegos fiaron toda su suerte a que no les metieran un gol y lo lograron, porque en ataque fueron absolutamente inofensivos. El Bar?a, por su parte fue incapaz de encontrar un hueco ante un equipo que no tuvo man¨ªa alguna en defenderse durante muchos minutos con once hombres. Y si unos no atacan y los otros no superan la defensa, el resultado est¨¢ claro: Un empate a cero de manual.

Si alguien mereci¨® el triunfo fue el Barcelona, que fue el ¨²nico equipo que propuso algo sobre el terreno de juego, pero al conjunto de Valverde se le debe de exigir algo m¨¢s para abrir defensas como la del equipo griego. Falt¨® ritmo de bal¨®n, acierto en los metros finales y la chispa necesaria para buscar un gol que hubiera significado el fin del partido, porque Olympiacos hubiera durado lo que hubiera tardado el Barcelona en marcar.

Pero adem¨¢s de la lentitud barcelonista, emergi¨® Proto como figura de un equipo que ve¨ªa la l¨ªnea del centro del campo como el fin del mundo. A partir de ah¨ª, la cancha se acababa para los locales, un equipo que sali¨® a por el 0-0 y que cuando lo logr¨®, lo celebr¨® como si fuera un t¨ªtulo.

Pero por mucho que desde el bando barcelonista se alegue que jugando ante once defensas es muy complicado, el problema del Barcelona es el mismo que se viene detectando en las ¨²ltimas semanas. Falta juego, falta f¨²tbol, falta velocidad y falta v¨¦rtigo. Lo que pasa es que muchas veces estas carencias las suple Messi, pero ayer no se dio el d¨ªa. El argentino se estrell¨® ante un portero inspirad¨ªsimo y cuando busc¨® acompa?amiento en sus compa?eros de ataque se encontr¨® con un p¨¢ramo.

A Su¨¢rez no se le puede negar la lucha y el coraje, pero tampoco eso oculta que ante porter¨ªa est¨¢ lento a m¨¢s no poder y que duda como un principiante. En la zona de creaci¨®n, m¨¢s all¨¢ de un buen inicio de Denis, que acab¨® diluy¨¦ndose como un azucarillo yendo de m¨¢s a menos, no hubo noticias de ritmo en el juego. Paulinho y la pelota tienen un conflicto personal que s¨®lo se soluciona en los metros finales¡­y en Atenas el brasile?o no pis¨® ¨¢rea. Sergi Roberto, que dio la sensaci¨®n de jugar renqueante a partir del primer cuarto de hora se rompi¨® al filo de la media parte y la salida de Deulofeu tampoco arregl¨® nada. El extremo se ech¨® el equipo a la espalda cuando el Bar?a iba a la ¨¦pica en los minutos finales, pero tard¨® un mundo en adaptarse al partido. Los cambios de Valverde, que tan bien funcionan en ocasiones, no solventaron nada. Rakitic le dio m¨¢s ritmo al juego y Andr¨¦ Gomes hizo lo esperado. Es decir, nada.

Las mejores noticias siguen en la retaguardia, donde el Barcelona volvi¨® a darse un d¨ªa de ba?o y masaje, algo que no es de extra?ar porque jugaron ante uno de los equipos m¨¢s inocentes de Europa.

Precisamente por eso, y a falta de jugar ante la Juve y el Sporting de Portugal, queda la sensaci¨®n de una oportunidad desaprovechada por el buen d¨ªa de un portero del mont¨®n, algo no habitual, pero tambi¨¦n por la falta de f¨²tbol. Y eso, no es nuevo.

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