Los jugadores del Genk, indignados por obligarles a llevar una pulsera electr¨®nica
El club belga pretende hacer un seguimiento exhaustivo de su ritmo card¨ªaco y descanso. "Pueden saber hasta cuando practicamos sexo".
La obsesi¨®n de los entrenadores por vigilar cada detalle del estado de forma de sus jugadores no encuentra l¨ªmites en el desarrollo tecnol¨®gico. Y ha sido el disc¨ªpulo de una escuela de la meticulosidad el que ha dado el ¨²ltimo paso. El Genk que entrena el holand¨¦s Albert Stuivenberg ha decidido que sus jugadores porten pulseras para hacerles un exhaustivo seguimiento de su estado f¨ªsico.
La nueva herramienta de Stuivenberg, que fue seleccionador de las categor¨ªas inferiores de Holanda y ayudante de Louis van Gaal en el Manchester United, pretende conocer la evoluci¨®n del ritmo card¨ªaco de sus jugadores las 24 horas del d¨ªa para poder mejorar sus planes de entrenamiento. "El tiempo de recuperaci¨®n despu¨¦s de un esfuerzo f¨ªsico es diferente para cada jugador. Con estos datos podemos determinar la intensidad de los entrenamientos", defiende Ruben Peeters, preparador f¨ªsico del Genk, en declaraciones al medio belga Het Laatste Nieuws.
"En el club saben hasta cuando mantengo relaciones sexuales"
Las pulseras Whoop ¡ªque as¨ª se llaman estos dispositivos de 500 euros controlados a trav¨¦s de una app¡ª han levantado ampollas en la plantilla belga, en la que milita el espa?ol Alejandro Pozuelo, ex del Betis y Rayo Vallecano. Sus compa?eros han mostrado su enfado en la prensa belga, aunque de forma an¨®nima. "Los delincuentes llevan tobilleras electr¨®nicas y en el Genk llevamos pulseras. Me siento como un preso", dijo a Het Laatste Nieuws un jugador que no quiso revelar su identidad. Otro que tambi¨¦n quiso preservar el anonimato, coment¨®: "En el club saben hasta cuando mantengo relaciones sexuales. Para m¨ª, es un atentado a nuestra vida privada".
La controversia ha llevado a algunos jugadores a negarse a portar la pulsera de la discordia, como el caso del capit¨¢n Thomas Buffel (36 a?os). Las autoridades que velan por la privacidad en B¨¦lgica apoyan su decisi¨®n: "No se puede obligar a un jugador a llevarla. Quienes se nieguen no pueden ser sancionados. En caso contrario, pueden denunciarlo", advirti¨® Sarah Boulerhcha, portavoz de la Agencia Belga para la Protecci¨®n de Datos.
El Genk se defiende alegando que los futbolistas no est¨¢n obligados a llevar la pulsera y que pueden quit¨¢rsela en cualquier momento que lo deseen. "Usado por muchos jugadores j¨®venes, la Whoop es una verdadera herramienta de trabajo. Permite conocer mejor su cuerpo. Forma parte del seguimiento f¨ªsico de los jugadores, igual que los reg¨ªmenes de nutrici¨®n y entrenamiento o los tracker GPS", explic¨® el club belga en un comunicado. "Esta herramienta de medici¨®n procede de deportes individuales como la nataci¨®n y el tenis y permite medir la frecuencia card¨ªaca, la recuperaci¨®n y el sue?o para determinar la intensidad de los entrenamientos para cada jugador a la vista de los datos".
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