El intervencionismo de Valverde le funciona al Barcelona
El t¨¦cnico ha enderezado al equipo en Getafe y el Wanda. Tambi¨¦n ante Las Palmas en casa. Denis, Paulinho, Sergi Roberto o Deulofeu agrandan el chasis del equipo.
El adi¨®s de Neymar al Bar?a golpe¨® muy fuerte el ¨¢nimo del socio, la estructura del club y el vestuario. Pero entre el mill¨®n de cosas malas, quiz¨¢ hubo una buena. Liber¨® de las cadenas al futuro entrenador del equipo. Entre desplante y desplante en cada cambio, Luis Enrique termin¨® por entender que era mejor no molestar a sus figuras. El inmovilismo del sistema con tridente quit¨® casi toda capacidad de sorpresa t¨¢ctica al Bar?a por m¨¢s que el asturiano lo intent¨® todo, incluso el 3-4-3 de la remontada ante el PSG.
Valverde no ha tenido ese problema. Adem¨¢s de terminar con el 4-3-3 aunque en el Wanda ese fue el sistema de partida, ha podido intervenir en los partidos que se le han enredado al Bar?a. Con la suerte, adem¨¢s, de que los revulsivos le han funcionado. En Getafe, con 1-0 en contra en el marcador, movi¨® ficha. Primero introdujo a Denis por Iniesta y luego a Paulinho por Rakitic. Los dos le dieron la vuelta al partido. Contra Las Palmas en casa tampoco lo vio claro y volvi¨® a no esperar m¨¢s all¨¢ del descanso. Sin f¨²tbol, el Bar?a necesitaba que fluyese el toque as¨ª que decidi¨® darle la vuelta al perfil del equipo y quit¨® a un futbolista de llegada (Paulinho) y otro de banda (Aleix) por dos tocadores (Iniesta y Rakitic). El Bar?a resolvi¨® en un cuarto de hora.
Lo del Wanda tuvo que ver m¨¢s con el ritmo. El Txingurri intuy¨® que al equipo le hac¨ªa falta una marcha m¨¢s y meti¨® motor en la derecha. Sergi Roberto y Deulofeu fueron una pesadilla para el sector izquierdo de la defensa del Atl¨¦tico. Por ah¨ª lleg¨® el gol de Su¨¢rez pero tambi¨¦n muchas penetraciones del extremo de Riudearenes. El Bar?a empat¨® y lleg¨® al final del partido mucho m¨¢s entero que el Atl¨¦tico. Con m¨¢s chasis. Una buena noticia para un equipo al que le espera una temporada larga y que ha perdido imaginaci¨®n pero puede haber encontrado la segunda unidad que no ten¨ªa la temporada pasada y a un entrenador que la utiliza, de momento, con ¨¦xito.