San Mam¨¦s se harta del Athletic y Muniain sale en camilla
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Un notario apareci¨® por San Mam¨¦s y certific¨® que el Athletic est¨¢ malito. Que le han extirpado el f¨²tbol y tendr¨¢ que cerrar filas para recuperar eso que suele dar goles y dicha a la parroquia. Ven¨ªa bajo sospecha tras un soberano batacazo en La Rosaleda y, con la platea casi en llamas con pitos continuos, cerr¨® una racha de seis triunfos seguidos europeos en casa ante un Zorya que se limit¨® a agradecer la ansiedad local. Pero aun siendo todo medio dram¨¢tico, lo que encogi¨® el alma al personal fue una posible lesi¨®n de Muniain, que en el descuento lanz¨® un fuerte disparo y se da?¨® la pierna derecha. Se tocaba un poco m¨¢s abajo de la rodilla. Sali¨® en camilla. Recordemos que viene de una terrible lesi¨®n en esa zona, producida en Sevilla.
El Athletic andaba con la tontera y pensaba si se trataba de recetarse una aspirina para salir de los sudores, nada mejor que el inocente Zorya. Es tan poquita cosa este grupo de jugadores del club ucraniano que cualquiera que lo tenga enfrente se lo toma como un cartel terap¨¦utico. Igual el problema de saque fue que el conjunto vizca¨ªno lo vio todo chupado. Porque a partir de un bal¨®n de Muniain al larguero cuando el personal a¨²n se estaba sentando, el Athletic coleccion¨® dos ocasiones que dejaban en mal lugar al enemigo. Otra de Muniain que le cogi¨® en mala posici¨®n y un c¨®rner con cesi¨®n de Laporte a Etxeita tras cantada de Lunin anunciaban el final de los fantasmas recientes en Liga.
Esos minutos aspirina relajaron los m¨²sculos. El Zorya hab¨ªa salido a la expectativa, a ver qu¨¦ le propon¨ªan y empez¨® a manejar el guion muy c¨®modo. El central Grechyskhin se fue a la aventura y lanz¨® un zapatazo lejano que atrap¨® con comodidad Herrer¨ªn. Ah¨ª empez¨® a activarse la m¨¢quina de silbidos en que ayer se convirti¨® San Mam¨¦s. Demasiada ansiedad en un equipo que est¨¢ haci¨¦ndose a una nueva idea. Cada pase atr¨¢s, cara error... el ambiente era una falla. Hasta Herrer¨ªn se volvi¨® a su fondo y pidi¨® colaboraci¨®n. No digamos ya tras el gol de los visitantes, en un c¨®rner en el que se col¨® entre los centrales Kharatin para entrar y rematar como Pedro por su casa. Los leones se colapsaron y dejaron de jugar.
La segunda mitad naci¨® con la misma efervescencia local que la primera. El Athletic reconquisto la pelota, se ofrec¨ªan los jugadores y bajo la batuta magistral de Muniain, el grupo ofreci¨® m¨¢s dinamismo, con los mediocentros por fin participando del disfrute.
No se le puede echar en cara, desde luego, a Ziganda que no lo intentara.?El ritmo era de elefante. Primero puso en liza a Iturraspe, para tener m¨¢s manejo por dentro y retras¨® a San Jos¨¦ para tener buena salida incluso desde atr¨¢s. Y luego activ¨® a C¨®rdoba y vari¨® el dibujo: 3-5-2, para lanzar centros por la periferia como si no hubiera ma?ana. Pero el equipo fue perdiendo f¨ªsico (?y todas estas rotaciones no eran para evitarlo?). Empuj¨® por inercia: Ra¨²l Garc¨ªa remat¨® junto al palo un bal¨®n muy claro, aunque parti¨® en fuera de juego. Un quiero y no puedo que acab¨® con abucheo sonoro de los que quedaban en la grada.
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