GRUPO H | B. DORTMUND 1 - REAL MADRID 3
Europa sana al Madrid
Ajax ¨C PAOK en vivo: Champions League, tercera ronda
Se corrigi¨® Bale y se corrigi¨® parcialmente el problema. El gal¨¦s se fue tocado de un partido de acampada libre por el que desfil¨® elegante y vertiginosamente, tras ofrecer su mejor versi¨®n, aunque al Madrid volvieron a ¨ªrsele demasiados goles. Ese desfase entre la creaci¨®n y la producci¨®n se cronifica y hace que un Madrid a gran escala, de sobresaliente, no salga impecable en la foto. Con todo, el equipo de Zidane pase¨® en Dortmund con porte de campe¨®n y con el Cristiano de siempre. Sus dos goles (cuatro en la competici¨®n, 25 a los equipos alemanes. 109 a lo largo de su carrera) confirman que no existe trasplante para ¨¦l ni dentro ni fuera de la plantilla.
A¨²n quedan partidos para rescatar a Bale. El de Dortmund fue uno de ellos, un choque descamisado, abierto, en el que se confundi¨® la alegr¨ªa con la despreocupaci¨®n y el descuido, a campo abierto. Y ah¨ª el gal¨¦s, que es jugador sin pre¨¢mbulos, al que le aburre la elaboraci¨®n hasta quedarse al margen de ella, se hace imparable. Sobre todo si se arranca desde la izquierda.
El Borussia fue colaborador necesario en ese relanzamiento del gal¨¦s. Conserva esa impronta pasional de la era Klopp, pero se revela entre intr¨¦pido y suicida. Habla mal de la Bundesliga que s¨®lo haya encajado un gol en seis partidos, porque si el adversario salva esa primera l¨ªnea de presi¨®n a la que lo f¨ªa todo se encuentra una zaga desali?ada, sin vuelta, a cuarenta metros de un portero al que se le exige ser un factor de correcci¨®n sin posibilidades de supervivencia.
Cristiano, imparable
Por ah¨ª entr¨® el Madrid de las gacelas hasta la reiteraci¨®n para acabar confirmando el primer diagn¨®stico del curso: perdona demasiado. Antes del descanso, el Borussia s¨®lo le hiri¨® con un remate en el segundo palo que, tras rozarlo Keylor, lo repeli¨® la mano de Ramos en posici¨®n poco natural. Debi¨® ser penalti. A cambio, el Madrid cruz¨® la frontera amarilla con extrema facilidad: por la banda de Carvajal, en los eslaloms de Modric, con el pase de Isco, el jugador que ahora separa al Madrid del resto del mundo, y con Bale y Cristiano sinti¨¦ndose infinitamente superiores en el sprint. Un cuerpo de ej¨¦rcito intimidatorio que s¨®lo peg¨® un tiro en el primer tiempo: un volea suave y colocad¨ªsima de Bale a env¨ªo de Carvajal. El resto fue fogueo en la barbas de B¨¹rki, que celebr¨® el 0-1 al descanso.
Contagiado por la dejadez defensiva del Borussia, el Madrid se prest¨® entonces al tiroteo. Al tanto de Cristiano, en servicio de Bale en papel que borda, como extremo izquierdo, respondi¨® con otro Aubameyang, m¨¢s listo que los centrales del Madrid. A falta de media hora, Bosz lanz¨® a su equipo a la carga, retirando a Toljan para reconfigurar el once en un 3-4-3 que acab¨® con ese recreo mal aprovechado por el Madrid. G?tze lider¨® el cambio. Aun castigado por las lesiones y con una silueta sospechosa, filtr¨® pases magn¨ªficos que no advinaron los centrales del Madrid. Su salida desmont¨® el tinglado amarillo. El segundo gol de Cristiano, tambi¨¦n firmado a la carrera, acab¨® con la intriga y con la estad¨ªstica: Dortmund tambi¨¦n es terreno conquistado.