De la fiesta al fest¨ªn
Espa?a remata en Liechtenstein su camino triunfal hacia Rusia. Morata y Aspas reivindican el papel del nueve. El Mundial est¨¢ virtualmente a un triunfoEspa?a - Rusia: ¨²ltima hora del Mundial 2018 en directo
Faltaron el Bernab¨¦u, Italia, los cr¨ªticos de Piqu¨¦ y Paquito el chocolatero. Tambi¨¦n la emoci¨®n, el encanto y el rival, pero la excursi¨®n alpina a Vaduz dej¨® a Espa?a a cuatro puntos del Mundial, matem¨¢ticamente, y a tres, virtualmente. Ocurri¨® frente a Liechtenstein, que seguir¨¢, por razones demogr¨¢ficas, eternamente en la Edad de Bronce del f¨²tbol. Una selecci¨®n min¨²scula que se justifica d¨¢ndole un susto a otra de medio pelo cada dos a?os y esperando que se le pegue algo cuando se ve con alguna de las grandes. A Espa?a fue incapaz de hacerle un rasgu?o, ni siquiera en el goal average. Por ah¨ª La Roja qued¨® tambi¨¦n fuera de peligro.
Partidos as¨ª encierran el riesgo de aburrirse demasiado pronto o de liarse a tiros sin encontrar el blanco. Lo segundo le ocurri¨® a Francia frente a Luxemburgo. Espa?a no dio pie a ello. En quince minutos hab¨ªa metido tres goles y reducido el partido a un viaje de recreo.
Lopetegui cambi¨® a cuatro de los que se glorificaron en el Bernab¨¦u e hizo m¨¢s atrevido el dibujo para tramitar de modo expr¨¦s el compromiso. Una defensa de tres, un centro del campo con cuatro en rombo, dos extremos (Pedro y Silva) y el nueve que no tuvimos ante Italia: Morata. Un taladro inmisericorde. Ramos y Morata iniciaron la sangr¨ªa por arriba, con dos cabezazos francos, el segundo con el rematador en fuera de juego. El tercer tanto lo regal¨® Jehle, portero eternamente desamparado, sin posibilidad de salir vivo de esta ni de ninguna otra.
Morata y Aspas
A partir de ah¨ª, Liechtenstein qued¨® confinada al borde de su ¨¢rea, malprotegi¨¦ndose con tres l¨ªneas difuminadas. Sin tom¨¢rselo a la tremenda, la Selecci¨®n tuvo un gran sentido de la responsabilidad. Se abri¨® mucho a las bandas, Thiago e Iniesta abanicaron muy bien el juego en tres cuartos de campo, Isco sigui¨® encari?¨¢ndose de ese papel de segunda punta y Morata fue a todas. Antes del descanso hab¨ªa metido un gol ilegal, le hab¨ªan anulado otro legal y hab¨ªa regalado un tercero a Isco. Es consciente de que la situaci¨®n le pone en ventaja sobre Diego Costa, que puede llenar de goles el granero. Sabe que nunca ha sido amor a primera vista en ninguno de los equipos que pis¨®, pero su voluntad y su inconformismo (que le ha llevado a marcharse del Madrid, donde le aguardaba una vida acomodada) resultan encomiables. Sale ya a un gol cada dos partidos en la Selecci¨®n.
El tanto de Silva, antes del descanso, exager¨® ese festival de danza espa?ola: Ramos se aventur¨® hasta el ¨¢rea de Jehle (luego Nacho sigui¨® sus pasos), Piqu¨¦ tuvo momentos de delantero centro. Resulta inevitable que se frivolicen partidos sin adversario.
Consumada la paliza, Lopetegui hizo una reverencia a los clubes. Antes de la hora de partido agot¨® los tres cambios. El mejor parado de la segunda oleada fue Iago Aspas, que a sus 29 a?os no quiere dejar escapar este tren. En doce minutos marc¨® dos goles y le regal¨® otro a Morata, en pase vertical preciso. Convendr¨ªa insistir en ¨¦l, porque ha puesto todo su empe?o en estar en Rusia a pesar de su arranque tard¨ªo y porque del abanico de nueves que se ofrece es el que mejor se maneja fuera del ¨¢rea.
No habr¨¢ m¨¢s golosinas de aqu¨ª a la pr¨®xima fase de clasificaci¨®n de la Eurocopa 2020 pero la Selecci¨®n, sin fanfarronear, llegar¨¢ al Mundial de punta en blanco. Se intuye el final de la transici¨®n y el principio de otra edad de oro.