Aduriz siempre est¨¢ ah¨ª

En el minuto 39 la grada de Ipurua se frotaba los ojos. Llevaba el Eibar casi media hora domando el partido gracias a que puso un campo de minas bajo los pies de los 22 futbolistas y recibi¨® un tanto que define la partitura que emple¨® el Athletic en el derbi. El relato es como sigue: un bal¨®n perdido a medio campo en el que N¨²?ez se anticip¨® a Charles y despej¨® al tunt¨²n, a donde el esf¨¦rico quisiera. Casualmente cay¨® en un radio de acci¨®n cercano a Williams, que siempre se mueve con fe y persigui¨® el cuero casi hasta la raya lateral. No hab¨ªa ni un contrario en una zona cercana porque todos estaban pendientes de la jugada de ataque reci¨¦n desconectada. Tuvo tiempo para frenarla y buscar un pase bien medido. Su destino no pod¨ªa ser mejor, vio a Aduriz anticiparse a Ramis y Paulo; se elev¨® aquel imperial y cabece¨® como Santillana un misil que roz¨® Dmitrovic pero no pudo cazar. Es la ley del f¨²tbol, la diferencia entre marcar y no hacerlo, entre Aduriz y Kike Garc¨ªa en esta ocasi¨®n, como bien sinti¨® en sus carnes el equipo de Mendilibar.

Defini¨® esa jugada un partido en el que el Eibar abri¨® juego con el coraz¨®n en la boca, con una presi¨®n asfixiante que acogot¨® a los leones, dormidos en primera l¨ªnea y con errores constantes en el pase. Sobre cada rojiblanco hab¨ªa decreto de prisi¨®n, especialmente en las bandas. Vivi¨® un tormento esta vez Unai N¨²?ez, que en su estreno como le¨®n ante el Getafe demostr¨® que es solvente y no se complica la vida, pero en esta oportunidad marc¨® territorio en el minuto cinco y le perdonaron una amarilla que le habr¨ªa condicionado para los restos. Lejos de serenarse por esa generosidad arbitral, el chaval tembl¨® con las emboscadas de los armeros. No eligi¨® bien las cesiones al portero y los enemigos ve¨ªan ah¨ª un fil¨®n, as¨ª que fueron a por ¨¦l. Laporte se contagi¨® en cierta medida: le dio un bal¨®n en la espalda en una jugada extra?a impropia de su clase y de la temporada que va haciendo.

Ziganda arriesg¨®, meti¨® una rotaci¨®n radical, con Be?at, Etxeita y Muniain sentados de inicio. En el minuto 25 se relaj¨® un poco el derbi. Los tambores cesaron y se escuch¨® m¨¢s el f¨²tbol. El Athletic dej¨® de pifiarla en zonas peligrosas y la tregua le hizo sonre¨ªr con la acci¨®n de Williams y Aduriz. En el segundo tiempo Mendilibar puso en acci¨®n a Beb¨¦, por Pe?a, y volvi¨® a revolucionarse el choque. El Athletic quer¨ªa cantar una nana (dos faltas en 33 minutos) y el portugu¨¦s despert¨® de nuevo el juego racial explotando la banda izquierda. Muniain entr¨® de recambio y desplaz¨® a Ra¨²l Garc¨ªa a la izquierda para enredar por dentro. El Eibar tuvo dos fogonazos con Kike Garc¨ªa (una llegada en el aire con el pie y otra, tres minutos m¨¢s tarde, en remate de cabeza) que permitieron exhibirse al que faltaba: Arrizabalaga, otra vez impecable y aportando serenidad. Y hasta ah¨ª. El Eibar se fue al limbo extra?amente y el Athletic estaba encantado con el aire somnoliento. Jord¨¢n cerr¨® expulsado su tarde negra. Primero vio amarilla por cortar a un contrario tras un p¨¦simo centro y cerca del final agarr¨® a Munian largo tiempo cuando avanzaba; doble amarilla y a la calle y cuando desfil¨® dio una patada y se doli¨® de los isquios. Y eso que a¨²n tuvo otra jugada muy clara con un bal¨®n peleado de San Jos¨¦ para la llegada de Munian, que la dio mordida y detuvo Dmitrovic.