Maradona, ciudadano napolitano: "Nadie me am¨® as¨ª"
Cen¨® en un conocido restaurante. M¨¢s de 30.000 napolitanos le esperaron en la Piazza Plebiscito, lugar para que brindara la ciudadan¨ªa de honor de N¨¢poles.
¡°Ning¨²n pueblo me ha amado como el napolitano¡±. Con estas palabras, Diego Armando Maradona recibi¨® este mi¨¦rcoles la ciudadan¨ªa honoraria de N¨¢poles. Un acontecimiento que, como siempre cuando los partenopeos y el Pelusa se mezclan, reserv¨® emoci¨®n, pero tambi¨¦n sorpresas y cambios de planes.
Todo empez¨® el pasado 8 de mayo, cuando la SSC Napoli anunci¨® en un comunicado la intenci¨®n de organizar un partido amistoso con el equipo actual y el que gan¨® el Scudetto 1987, para celebrar el 30 aniversario del hist¨®rico triunfo. Sin embargo, parte del grupo campe¨®n de Italia lo celebr¨® de manera independiente el pasado 10 de mayo (y, como contamos, por motivos inexplicables se qued¨® en las puertas del San Paolo), as¨ª que De Laurentiis decidi¨® echarse atr¨¢s. "Tenemos que pensar en la pretemporada y en la previa de Champions", explic¨® el mandatario.
El alcalde napolitano De Magistris, no obstante, hab¨ªa prometido llevar Maradona y quiso cumplir. El Pelusa, al que vieron muy pocos en el espect¨¢culo del pasado enero en el San Carlo, se deb¨ªa a los napolitanos y tampoco quer¨ªa faltar. Como tampoco faltaron pol¨¦micas: seg¨²n varios rumores, Diego acept¨® solo por dinero (200.000 euros), hecho que el argentino neg¨® rotundamente en la conferencia de prensa de ayer. "Juro sobre mi madre que nadie me habl¨® de dinero, y al que diga lo contrario le escupir¨ªa en la cara", afirm¨®.
La pol¨¦mica no se apag¨®. En la ciudad aparecieron pancartas en contra del alcalde ("Esa fiesta no la quiso la ciudad, sino un alcalde en busca de dinero y publicidad") y, quiz¨¢s por eso, De Magistris decidi¨® separar la ceremonia oficial de la fiesta en la plaza. Por la tarde, el Ayuntamiento de N¨¢poles comunic¨® que Diego habr¨ªa recibido el t¨ªtulo de ciudadano napolitano en el Palacio comunal, antes de acudir a la gala de Piazza Plebiscito.
La cita era para las ocho de la tarde, y hasta las nueve menos cuarto el Pelusa no apareci¨®. El miedo a un estrepitoso plant¨®n desapareci¨® con ¨¦l, que, alegre y vestido de negro, se present¨® en el ayuntamiento y firm¨® el documento que le convirti¨® oficialmente en napolitano, recibiendo adem¨¢s la medalla de la ciudad. "Nadie me ha amado como el pueblo napolitano, y tambi¨¦n le doy las gracias a quien no me quer¨ªa ciudadano de esta ciudad. Al final, el que hace algo para N¨¢poles siempre gana". Un (sufrid¨ªsimo) final feliz, que culminar¨¢ con la fiesta en la plaza Plebiscito de esta noche.
