EUROCOPA SUB-21 | ESPA?A-ITALIA
Sa¨²l vale una final
Hat-trick del atl¨¦tico, el jugador del torneo. Soberbia actuaci¨®n de Ceballos. El exceso de dureza perdi¨® a Italia. Espa?a se jugar¨¢ el t¨ªtulo con Alemania.
Francia-Espa?a en directo: Final Euro Sub-19
Un centrocampista de costa a costa, Sa¨²l, transport¨® a Espa?a a la final de la Eurocopa Sub-21, donde aguarda Alemania, otra cl¨¢sica. Muy poco emparentado con el tiqui-taca, muy favorecido por su condici¨®n f¨ªsica de base, ha gobernado extraordinariamente el torneo, del que ha sido alma y pichichi. Un futbolista bueno en todas las ¨¢reas geogr¨¢ficas, pero con el don del gol (cinco en el torneo), que no abunda entre quienes juegan en su puesto. Si Asensio levant¨® el primer piso, ¨¦l ha completado este edificio. A Donnarumma le resultar¨¢ inolvidable.
Joven o veterana, con una apariencia u otra, no hay una Italia sin espinas. Esta postindustrial de Di Biagio, que como futbolista era de otro palo, result¨® un hueso para una Rojita con m¨¢s jugadores que juego, con m¨¢s goles que elaboraci¨®n, m¨¢s poderosa que posesiva, en cierto modo menos paciente y m¨¢s f¨ªsica que la cultivada por Luis, Del Bosque y Lopetegui. Pero estos jugadores son los primeros en la l¨ªnea de sucesi¨®n y habr¨¢ que aceptar el ¡®lifting¡¯ en el estilo.
Ceballos emerge como el depositario de ese modelo que nos llev¨® a ganar un Mundial, pero Espa?a tard¨® en dar con ¨¦l. De inicio, Italia puso el temple continuado y la Selecci¨®n, el v¨¦rtigo espor¨¢dico. Celades cambi¨® de banda a Asensio y Deulofeu y el catal¨¢n, desde la izquierda, pareci¨® la ¨²nica soluci¨®n para desestabilizar a una Italia tan t¨¢ctica como la de sus mayores.
Los italianos dispararon primero y con mejor tino. Antes de cumplirse un cuarto de partido, Arrizabalaga hab¨ªa dejado ya tres paradas, una crucial a zurdazo cercano de Pellegrini. S¨®lo entonces comenz¨® a resplandecer Ceballos, un centrocampista capaz de superar l¨ªneas desde el pase o desde el esl¨¢lom. De un env¨ªo suyo a Deulofeu sali¨® la mejor ocasi¨®n de la Rojita. Se le fue junto al palo. El resto, salvo Llorente, no le acompa?¨® demasiado. Asensio se perdi¨® en los detalles, Sandro fue un nueve rec¨®ndito, Vallejo las pas¨® canutas con Petagna, una monta?a de m¨²sculos. Pero donde no alcanza la infanter¨ªa llega la artiller¨ªa. Y ah¨ª Espa?a s¨ª est¨¢ muy por encima.
Sa¨²l, por en¨¦sima vez, fue el primero en dar con el gol. Esa virtud como anotador de segunda instancia est¨¢ muy en la tradici¨®n del Atl¨¦tico, que tuvo a los dos mejores: Luis Aragon¨¦s e Irureta. Con un disparo pegad¨ªsimo al palo abroch¨® una gran jugada de Ceballos. Italia reaccion¨® de la peor manera posible, extremando su dureza. Los excesos le costaron la roja a Gagliardini. El instinto de supervivencia, sin embargo,? la llev¨® al empate, en tiro de Bernardeschi, un zurdo fin¨ªsimo, desviado por Vallejo. En dos minutos volvi¨® a arreglarlo Sa¨²l con otro perdigonazo insuperable. Ya no hubo vuelta atr¨¢s. Espa?a se qued¨® con la pelota y con el partido, con permanentes acometidas de Ceballos y con un tercer gol de Sa¨²l, en servicio de Asensio. El atl¨¦tico acab¨® como capit¨¢n, un cargo que para ¨¦l no es honor¨ªfico.
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