No hay amistosos para Morata

La cabeza de Morata le libr¨® a Lopetegui de su primera derrota ante una Colombia muy poco amistosa. La selecci¨®n de P¨¦kerman se tom¨® el partido como acto de autoafirmaci¨®n y se emple¨® con la fiereza del premundial sudamericano, que se juega con el cuchillo entre los dientes, y con la contundencia de lo que dice de ella su ranking FIFA. Le bast¨® para empatar a una Espa?a esforzada, rejuvenecida tras el descanso, pero muy corta de gol y poco protegida por Reina. El coraje de Morata y la soltura de Asensio resultaron lo mejor de la nueva ola. Y James tuvo su ovaci¨®n, tan intensa como su juego.

Si la selecci¨®n es refugio para James, que tiene a un pa¨ªs pidiendo da?os y perjuicios a las puertas del despacho de Zidane, tambi¨¦n sirve de cobijo a algunos de los nuestros. Silva, probablemente, habr¨¢ firmado los diez mejores partidos de su carrera con La Roja. Y por ah¨ª le anda Pedro, otro al que abriga mucho el equipo nacional. Pues con ellos, sin s¨ªndrome prevacacional y sin pereza, Espa?a meti¨® muy pronto la excavadora en campo colombiano. Y muy pronto tambi¨¦n perdi¨® la retaguardia.

Lopetegui anda administrando el legado recibido, tendiendo un puente entre dos siglos, el de oro y el que ¨¦l pretende dorar. Iniesta y Silva siguen en el macizo del equipo, se mantienen en buen uso los imprescindibles de Del Bosque y se abren paso jugadores como Illarramendi, buena r¨¦plica de Busquets, el infalible Nacho y, sobre todo, Asensio y Morata.

El grupo dej¨® una imagen estupenda durante media hora, en la que la pelota anduvo viva, lejos del alcance de Colombia. El once elegido por Lopetegui, obligado al contorsionismo por las bajas y por el partido ante Macedonia, acordon¨® el ¨¢rea colombiana con ese aire dominante de los buenos tiempos e hizo un gol muy de su sello: atrac¨®n de toques hasta que Aspas encontr¨® el espacio, Pedro centr¨® de primeras y Silva remat¨® a quemarropa.

A partir de ah¨ª, el partido perdi¨® lo poco de amistoso que le quedaba. Colombia sac¨® el orgullo y el hacha; tambi¨¦n Espa?a, que se meti¨® en un jard¨ªn que le conven¨ªa, y el partido qued¨® equilibrado. Un giligol de Cardona, beneficiario del desencuentro entre Piqu¨¦, Azpilicueta y un insegur¨ªsimo Reina, invalid¨® los m¨¦ritos iniciales.

El partido gir¨® a¨²n m¨¢s con el gol de Falcao, en env¨ªo preciso de James, y los cambios. Espa?a se desnud¨® con una defensa de tres y un salto al futuro con Deulofeu, Morata y Asensio, que a¨²n est¨¢n por ser Silva e Iniesta. El balear, sin embargo, tuvo la misma desenvoltura que en el Madrid, sin que le encogieran ni la responsabilidad ni el nivel de Colombia. En el parte alta del rombo del 3-4-3 dirigi¨® el asalto final, que tuvo m¨¢s de arrebato que de temple. A¨²n as¨ª, Morata ofreci¨® una resistencia casi heroica a la derrota y acab¨® metiendo un cabezazo cruzado a centro de Sa¨²l que puso a salvo el mobiliario. Fue un empate de pron¨®stico reservado, pero que ha de servir de vacuna para Skopje, donde valdr¨¢ este empe?o pero no este resultado.