Doce veces leyenda
El Real Madrid despedaza a la Juventus en una segunda mitad para el recuerdo. Dos goles de Cristiano. Tambi¨¦n marcaron Casemiro y Asensio. Los italianos desparecieron en el descanso. Doblete hist¨®rico de los blancos</br><a title="Final de la Champions League 2018: cu¨¢ndo y d¨®nde es" href="/futbol/2018/05/01/champions/1525168704_547033.html">Final de la Champions League 2018: cu¨¢ndo y d¨®nde es</a>


Aquel material con el que Di St¨¦fano cruz¨® el Atl¨¢ntico hace m¨¢s sesenta a?os y que permanece inalterable al paso del tiempo ha convertido al Madrid en irrompible en la Copa de Europa. Ning¨²n otro club est¨¢ hecho de la misma pasta y ning¨²n otro ha podido llegar tan lejos. Recurriendo a la terminolog¨ªa de los negacionistas, sus t¨ªtulos en color alcanzaron en Cardiff los de blanco y negro. Es muestra de c¨®mo el club ha sabido readaptarse a los tiempos y de su himalayismo para subir una y otra vez a la cima de una competici¨®n de la que se siente padre e hijo a la vez.
Esta vez fue ante la Juventus, otro miembro de la aristocracia continental, tras una reconstrucci¨®n expr¨¦s. Y con Zidane en el banquillo, franc¨¦s pasado por la parrilla del f¨²tbol italiano que cogi¨® a la primera desde d¨®nde se maneja este equipo, siempre m¨¢s inclinado a venerar futbolistas (¨¦l, sin ir m¨¢s lejos) que entrenadores. Esta Copa de Europa, la Duod¨¦cima, ser¨¢ tan mestiza como le hubiese gustado a Bernab¨¦u: canterana (Carvajal y Casemiro), espa?ola (Ramos e Isco) y global (Cristiano, Modric, Benzema¡). Merece el aplauso, pero con m¨¢s gente de la academia o con menos, con m¨¢s peones que reyes o viceversa, con m¨¢s gal¨¢cticos o m¨¢s mundanos, el Madrid casi siempre se las ha apa?ado para mandar en el continente. Desde ahora es tambi¨¦n el primero en repetir Champions. Siempre ha sido su causa y ha sabido explic¨¢rsela a cuantos pisaron su casa.
Un volantazo en la segunda parte acab¨® con la Juventus y le mostr¨® al mundo la diferencia de talento de un equipo y otro. Y el Madrid, que entr¨® de puntillas en el duelo, acompa?¨® su t¨ªtulo con m¨²sica de baile.
Mal comienzo, gran final
No fue el choque de la espada y el escudo. La Juve, un equipo de piel gruesa, experto y armado, entendi¨® que era su gran ocasi¨®n y se abalanz¨® sobre el Madrid sin pre¨¢mbulos. Transportado por Pjanic, fue un c¨®lico nefr¨ªtico para el encogido equipo de Zidane. En seis minutos tir¨® tres veces. En la ¨²ltima, Keylor dej¨® una parada estupenda. El Madrid cogi¨® el mensaje a medias, se agarr¨® a Modric durante un cuarto de hora, despleg¨® bien a Isco y le hizo saber a la Juventus de su contragolpe. En ese breve turno de r¨¦plica incluso encontr¨® un gol, producto de una salida sorpresa en la que Kroos, Benzema y Cristiano llevaron la pelota de una banda a otra descolocando a la zaga italiana. La aventura lleg¨® hasta Carvajal, cuyo env¨ªo raso lo cruz¨® Cristiano al primer toque. Un buen gol pero tambi¨¦n una mala explicaci¨®n de la inferioridad madridista. Ese certero derechazo fue el ¨²nico remate a puerta del Madrid antes del descanso.
La Juve, con un gran cintur¨®n industrial alimentado por Alves y un Mandzukic en modo boina verde, retom¨® de nuevo el choque desde la visi¨®n panor¨¢mica de Pjanic. Tuvo efecto inmediato con el gol de Mandzukic, que control¨® con el pecho de espaldas a puerta y sin retrovisor y sin dejar caer el bal¨®n lo coloc¨® en el palo m¨¢s desprotegido de Keylor. El partido se jugaba sobre el plano que llevaba la Juventus, que sin la pelota era menos de lo esperado y con ella mucho m¨¢s. La Juventus, que fue cogiendo cuerpo desde la banda izquierda, donde Alex Sandro fue escopeta de repetici¨®n y Mandzukic una molestia de gran tama?o. Afortunadamente para el Madrid ni Dybala ni Higua¨ªn se sumaron a la causa.
Del vestuario volvieron otro partido y otro Madrid. Modric, Casemiro y Kroos se tragaron al centro del campo de la Juve, Marcelo fue un brazo armado por la izquierda e Isco, un conducto de ventilaci¨®n enorme. Reapareci¨® el gran Madrid, con motor y carrocer¨ªa, dominante, largo por las bandas y con la ambici¨®n que le ha llevado hasta aqu¨ª desde hace sesenta a?os. En tres minutos despach¨® el partido. Cuando Casemiro lanz¨® un pelotazo desde 30 metros que tras tocar en Khedira super¨® a Buffon de la Juve devastadora ya s¨®lo quedaban los restos. Aturdida por ese segundo golpe tom¨® el tercero, de Cristiano, en env¨ªo de extremo de Modric, que toca todos los instrumentos. El portugu¨¦s marc¨® diez goles entre los cuartos y la final, agrandando su leyenda de gran escalador en las grandes cimas.
Allegri pidi¨® un paso adelante con los cambios, pero Cuadrado y Marchisio entraron para auxiliar a un cad¨¢ver. Para entonces el Madrid ya estaba en Cibeles, adorn¨¢ndose con el gol de Asensio, brindando por sus doce copas, los doce ap¨®stoles de su marca.