Adi¨®s Calder¨®n, adi¨®s
El Atleti despidi¨® definitivamente su estadio en un partido ante un combinado de estrellas con una derrota y decenas de momentos y d¨¦cadas sobre su c¨¦sped.
El hombre de pelo y bigote blanco mira por ¨²ltima vez el cielo desde el t¨²nel del Calder¨®n antes de un partido. Sobre ¨¦l se deshacen las l¨ªneas rojas del escudo del Atleti que acaba de pintar la Patrulla ?guila en el aire. El hombre se ajusta m¨¢s fuerte el brazalete de delegado de campo e inspira. Bajo las gafas, sus ojos lloran emoci¨®n. Es Carlos Pe?a, y su piel guardar¨¢ para siempre los cimientos del viejo estadio que hoy se va.
Cinco minutos m¨¢s, cinco m¨¢s, ped¨ªa el Calder¨®n ante el Athletic. Pero ya no habr¨¢ m¨¢s. Su reloj se agot¨®. Sus puertas no se volver¨¢n a abrir para el f¨²tbol. De nuevo los selfies, la lluvia salada. De pronto, el himno. Yo me voy al Manzanares, al estadio Vicente Calder¨®n que hoy suena m¨¢s alto que nunca, tambi¨¦n m¨¢s triste. No habr¨¢ m¨¢s tardes en el r¨ªo. Cincuenta a?os parec¨ªan eternos, pero se fueron, se han ido. En el c¨¦sped, Gabi, el ¨²ltimo capit¨¢n del Atl¨¦tico en el Calder¨®n, agarra fuerte a un ni?o de la mano para pisar por ¨²ltima vez esa hierba que huele a r¨ªo, a historia, a no rendirse nunca, jam¨¢s, que hoy cierra su historia.
Detr¨¢s camina Antonio L¨®pez, como tantas otras veces. Antonio con la rojiblanca. Y Torres. Y Adri¨¢n, Perea, Vizca¨ªno, Pantic¡, tantos grandes de nuevo juntos. Cuando asoma Forl¨¢n el aplauso es infinito. Ellos ser¨¢n el ¨²ltimo primer Atleti que despedir¨¢ el Calder¨®n con su f¨²tbol. Enfrente, un equipo de estrellas capitaneado por Ronaldinho, con Mahrez, Zico, Seedorf o Senna. Los aplausos no terminan.
El bal¨®n rueda, pero duele. No, no, no. Que el tiempo se pare, que el Calder¨®n no se despida. Ya no habr¨¢ m¨¢s previas en Pir¨¢mides, ya nadie apurar¨¢ la cerveza en la barra del Chisc¨®n mientras un gol temprano se escucha en el estadio. 51.000 personas llenan la grada para ver jugar juntos a tantos que erizaron la hierba del Calder¨®n en diferentes ¨¦pocas. Es el minuto siete cuando Pantic camina hacia el c¨®rner y todos contienen aliento: es su c¨®rner, all¨ª donde una mujer, Margarita, ha plantado claveles los ¨²ltimos 21 a?os, partido a partido. Lo alza, lo besa, lo dedica. Un Milinko Paaantic llena el aire.
Y, mientras, las miradas. Otra vez en todas partes. La cuenta de los goles que se llevar¨¢ la piqueta. Fondo norte: Simeone, Kiko y aquella tarde de mayo al Albacete. Fondo sur: el primero de Luis en 1966, los dos ¨²ltimos de Torres. Tic-tac. Quince minutos ya. En un ¨¢rea, Mendieta est¨¢ a punto de marcar un gol realmente incre¨ªble y Ronaldinho demuestra que el talento es algo a lo que no le salen arrugas.
El Calder¨®n bota como tantas otras veces mientras llegan los primeros cambios. Son muchos los futbolistas para despedirse, tanta la gloria que representan. Abel, entrenador del Atleti en la ¨²ltima tarde del Calder¨®n, habla con ?liver cuando Torres supera a Higuita con una vaselina y llega ese momento: El Ni?o que cae con los brazos en alto, el arquero de Kiko. Al Calder¨®n, de repente, le quita veinte a?os de encima, como si ¨¦ste no fuera su ¨²ltimo partido. Ay. Pero lo es. Lo es y Mahrez se inventa una jugada que termina en el gol del combinado de estrellas de Scholas. Lo marca Caniggia. Despu¨¦s lo har¨¢ Higuita, portero que tiene el lujo de hacer un gol en el ¨²ltimo partido del Calder¨®n. Es de penalti.
El descanso es triste. Querido estadio que te vas y ya es definitivo. Cuarenta y cinco minutos te quedan. Donato vuelve a vestir rojiblanco, Koke y Sa¨²l comandan, el fondo sur se pone en pie para recibir a uno siempre de los suyos, Uj-fa-lu-si. La tarde va cayendo sobre la hierba sin que este Atleti de Moya, Salinas o Seti¨¦n puedan darle la vuelta a ese 1-5 que han puesto Yarmolenko, Cuauht¨¦moc y Rom¨¢n. Entonces aparece Pedro, que bien sabe de remontadas. Marc¨® en aquella al Bar?a 4-3, hace hoy el 2-5. M¨¢s cambios. El reloj del Calder¨®n va hacia atr¨¢s al leer los nombres de los jugadores que entran. Pereira y los 70. Mej¨ªas y los 80. Alejandro y los 90. ?l hace el tercero. S¨ª se puede. Pedraza hace el 4-5, el ¨²ltimo para siempre.
Ay, que s¨®lo quedan cinco minutos. Cinco para mirarte, para respirarte. Cinco. Ojal¨¢ pudiera parar el tiempo, que se quedara para siempre entre las botas de esos futbolistas que te juegan, cualquier lugar entre 1966 y 2017, para que no te vayas, para que no nos dejes, para frenar la piqueta que te arrancar¨¢ en unos meses. Personas, momentos, goles, manos. El ¨¢rbitro pita, el p¨²blico se levanta pero nadie se va. De nuevo las fotos, la lluvia salada, la mirada de Carlos Pe?a cuando, desde el t¨²nel, escucha por ¨²ltima vez el himno en los altavoces.
Es entonces cuando llega la lluvia de verdad: es el tercer anfiteatro, que tampoco pod¨ªa faltar. Adi¨®s Calder¨®n; te vas, pero cu¨¢nto dejas... Todo lleno de ti, quiero gritarte, que recuerdes siempre. ?Sabes? Fue incre¨ªble vivirte.
Los datos de la fiesta
El Atleti: Leo Franco; Contra, Perea, Santi, Antonio L¨®pez; Gabi, Vizca¨ªno, Pantic; Adri¨¢n, Fernando Torres y Forl¨¢n. Tambi¨¦n jugaron: Garc¨ªa Calvo, Caminero, Movilla, Pern¨ªa, Zah¨ªnos, Votava, Luis Garc¨ªa, Julio Alberto, Manolo, Colsa, Cubillo, Dani, Juan G¨®mez, Acosta, Soler, Donato, Assuncao, Sa¨²l, Koke, Toni Mu?oz, ?liver, Joel, Solaz¨¢bal, Alejandro, Gustavo, Cubillo, Ujfalusi, Ferreira, Biagini, Juanito, Salva, Fernando Correa, Juanito Guti¨¦rrez, Pedro, Pedraza, Ruiz, Clemente, Juli¨¢n, Salinas, De la Sagra, Seti¨¦n, Pereira, Rubio, Luis Garc¨ªa, Roberto, Mej¨ªas, Dom¨ªnguez y Moya.
Rival: El combinado de estrellas lo formaron Rene Higuita; Ferrara, Djukic, Demichelis; Senna, Seedorf; Mendieta, Ronaldinho, Mahrez; Cuauht¨¦moc y Caniggia. Tambi¨¦n jugaron: Boban, Gustavo L¨®pez, Dudek, Naybet, Nolito, Dani Ceballos, Yarmolenko, Begovic y Ulloa.
Marcador: 1-0 (30¡¯): Torres. 1-1 (40¡¯): Caniggia. 1-2 (45¡¯): Higuita, penalti. 1-3 (55¡¯): Yarmolenko. 1-4 (70¡¯): Cuauht¨¦moc. 1-5 (74¡¯): Rom¨¢n. 2-5 (80¡¯): Pedro, penalti. 3-5 (84¡¯): Alejandro. 4-5 (86¡¯): Pedraza. 51.023 espectadores. La recaudaci¨®n se destinar¨¢ a la ONG Scholas Ocurrentes.
Homenajes: Para Carlos Pe?a, eterno delegado, y para Manuel Bri?as. Torres habl¨®: ¡°Decimos adi¨®s a nuestra casa, pero os llevamos al Wanda Metropolitano: hac¨¦is ¨²nico al Atleti¡±.