Del susto a Cardiff
El Atl¨¦tico estaba al borde del milagro en el minuto 15, pero se evapor¨® despu¨¦s. Jugada para el recuerdo de Benzema en el 2-1. Isco y Modric, decisivos. Decimoquinta final para el MadridReal Madrid - Bayern: horario, canal de TV y c¨®mo ver online
Vuelve el Madrid a una final de la vieja Copa de Europa, su residencia habitual, tras sobrevivir a un partido de 170 pulsaciones, el ritmo cardiaco en el que el Atl¨¦tico no se siente inferior a nadie. El equipo de Simeone tuvo un descorche excelente y llev¨® a un Madrid dormido al l¨ªmite antes de deshacerse en su inferioridad t¨¦cnica. El coraz¨®n no le cupo en el pecho, pero su juego no le dio para la remontada.
El Atl¨¦tico, en cualquier caso, puso a salvo su orgullo, pero fueron alej¨¢ndole del milagro Isco, Modric y ese Benzema prodigioso que el madridismo, por intermitente, no acaba de querer.
No fue marketing ni postureo. El Atl¨¦tico fue el trueno que prometi¨® de salida, con una embestida brava que se llev¨® al Madrid por delante. Arremeti¨® contra el vecino desde las bandas, con Filipe y Carrasco, desde el centro, con Sa¨²l y Koke, y desde el alma, que lo puso el Calder¨®n de principio a fin. A ese primer Madrid le pudieron los ahorros del Bernab¨¦u, el enfurecido estadio y una extra?a incapacidad para enlazar m¨¢s de tres pases. El mismo desvanecimiento que le sobrevino en N¨¢poles. El mismo desvanecimiento que sufri¨® el Atl¨¦tico en Chamart¨ªn.
Una salida brutal
Al minuto Griezmann lanz¨® un primer disparo que result¨® un mensaje. El Atl¨¦tico, que siempre fue caja fuerte, estaba dispuesto a transformarse en bombardero. A los 5', Griezmann le quit¨® un gol a Torres. A los 14', un Madrid p¨¢lido como un muerto perd¨ªa ya por 2-0. Sa¨²l, un habitual en partidos as¨ª, marc¨® de cabeza adelant¨¢ndose a Cristiano y repiti¨® Griezmann en un penalti claro de Varane sobre Torres. Ah¨ª lleg¨® al partido el Madrid, que s¨®lo en un cabezazo de Casemiro salvado por Oblak hab¨ªa dado se?ales de vida. El Atl¨¦tico le hab¨ªa llevado al terreno que peor domina: la defensa de un resultado.
Pasado el hurac¨¢n fue aplacando la coreograf¨ªa del Calder¨®n con una tenencia larga del bal¨®n, moviendo al rival de lado a lado y entrando en el combate cuerpo a cuerpo que propuso el Atl¨¦tico, que perdi¨® el impulso inicial y se extralimit¨® en su fiereza. En los cinco minutos iniciales Cakir sac¨® dos tarjetas, venda previa a la herida. Pero cuando lleg¨® la herida se trag¨® la autoridad.
El Madrid fue restaur¨¢ndose a partir de Isco, el menos acobardado en los peores momentos de su equipo (tambi¨¦n el m¨¢s ¨¢spero), y Modric y apoy¨¢ndose en Benzema, que se descolg¨® para darle limpieza al juego de su equipo y para intentar el imposible que tambi¨¦n se le hab¨ªa planteado al Madrid: desconectar al Atl¨¦tico de su estadio.
El Madrid quemaba minutos sin sufrimiento hasta que Benzema se sac¨® un gol de la nada. Tom¨® la pelota en la banda izquierda, acudi¨® a su encuentro el cuerpo de infanter¨ªa del Atl¨¦tico, God¨ªn, Gim¨¦nez y Savic, y de los tres se deshizo en la mitad del terreno que ocupa un cuarto de ba?o, paseando como un funambulista sobre la l¨ªnea de fondo hasta encontrar a Kroos. Al remate del alem¨¢n respondi¨® con un parad¨®n Oblak, que no pudo sacar el toque de Isco, presto al rechace. Un pase de ballet en el centro de Stalingrado, una jugada fuera del contexto del partido, el empuj¨®n que necesitaba el Madrid para salir de esta. Y el que necesitaba Benzema, que es arte m¨¢s inconstancia.
Al Atl¨¦tico ya no le qued¨® gas para un segundo intento por alcanzar la cima y el Madrid, pasado el peligro, se prepar¨® una segunda mitad confortable. El centro del campo del Atl¨¦tico perdi¨® el rastro a Isco, que estuvo en la creaci¨®n y en el remate, hasta acabar en jefe del partido. Y retom¨® Modric esa sagacidad para desarmar al adversario. Antes del primer cuarto de hora de la reanudaci¨®n Cristiano, en dos ocasiones, e Isco se acercaron al empate. Carrasco desapareci¨® del partido, Sa¨²l y Koke no tuvieron respuesta y a Gabi se le sali¨® la cadena conforme desaparec¨ªa la esperanza.
Simeone se agarr¨® al clavo ardiendo de los cambios y el Madrid meti¨® a sus extremos, Lucas y Asensio, barreneros del partido del Bernab¨¦u. Keylor hizo dos paradas tremendas en la misma jugada y Cristiano, Isco y Benzema dejaron ir buenas oportunidades en ese final desatado que dio a¨²n m¨¢s belleza a una apasionante eliminatoria. A Cardiff, sede de su decimoquinta final, va el Madrid y casi a los altares el Atl¨¦tico. La despedida que merec¨ªa el Calder¨®n.