El Barcelona exhibe m¨²sculo reservando fuerzas
Un Bar?a viento en popa a todo Messi golea y desahucia a Osasuna en un partido que incendi¨® Leo y que complet¨® la segunda unidad. Marcaron Andr¨¦ Gomes, Alc¨¢cer y Mascherano.


Un Bar?a viento en popa impulsado por la victoria en el Bernab¨¦u del domingo y por un Messi que sigue en un estado sideral se dio un fest¨ªn ante un Osasuna desahuciado al que gole¨® por 7-1 en una exhibici¨®n pirot¨¦cnica que sirve para enviar un mensaje clar¨ªsimo al Madrid: El Bar?a no se rinde.
Como el Bar?a de este curso es una monta?a rusa los aficionados barcelonistas acudieron al Camp Nou con la duda de si tras la campanada del Bernab¨¦u, el Barcelona mantendr¨ªa el nivel exhibido en Madrid o volver¨ªan las dudas. Puede que este fuera el pensamiento de algunos aficionados, pero de ninguna manera era el de Luis Enrique, quien confiando en la segunda unidad, decidi¨® dar descanso a titulares como Sergi Roberto, Umtiti, Alba, Iniesta o Su¨¢rez y llevar a cabo una rotaci¨®n radical en el equipo inicial declarando el derbi del pr¨®ximo s¨¢bado ante el Espanyol como de m¨¢xima prioridad. Tiene muy claro el t¨¦cnico asturiano que las opciones de aspirar a la Liga pasan por ganar en el campo del m¨¢ximo rival ciudadano.
Entre que Osasuna lleg¨® al Camp Nou con la guillotina del descenso suspendida sobre su cabeza, la hora del duelo, la lluvia y que el Bar?a jug¨® con muchos suplentes, el partido comenz¨® pianissimo. El juego ¨²nicamente se desperezaba cuando el cuero llegaba a los pies de Messi, que nada m¨¢s salir al campo recibi¨® el homenaje de los suyos por la exhibici¨®n en Madrid y que ¨¦l correspondi¨® a los 12 minutos con un gol que se invent¨® solito tras capturar al vuelo un pase de Tienza, realizar un sprint inalcanzable para sus rivales y acabar batiendo a Sirigu con una vaselina.
El tanto narcotiz¨® a ambos equipos, que parecieron resignarse a su respectiva suerte y el partido entr¨® en una fase inane en el que apenas pasaba nada. S¨®lo pasaban cosas cuando la pelota la ten¨ªa Messi¡hasta que Rakitic, otro de los que llegaba al partido con viento de cola desde el d¨ªa del Bernab¨¦u, centr¨® un bal¨®n que Andr¨¦ Gomes convirti¨® en el segundo gol.
Con el 2-0, la suerte parec¨ªa estar echada. Todo depend¨ªa de las ganas que tuviera el Barcelona de intimidar lanzando un mensaje de poder¨ªo o bien de una carga desesperada de Osasuna.
Al principio de la reanudaci¨®n fue lo segundo. Osasuna sali¨® m¨¢s atento que el Bar?a y aprovech¨® una frivolidad de Busquets (pase fallado de tac¨®n en el centro del campo) seguida de una temeridad innecesaria (falta en el borde del ¨¢rea) para recortar diferencias en un disparo de falta de Torres que Ter Stegen ni oli¨®.
En mala hora marc¨® ese gol Osasuna, porque a partir de ese momento se desencaden¨® sobre la porter¨ªa de Sirigu una tormenta ofensiva que acab¨® con una goleada que sentenciaba a los navarros. Tras un poste de Mascherano, de que no se pitara un penalti a Rakitic y de que un defensa salvara el un gol en la l¨ªnea a cabezazo de Piqu¨¦, Andr¨¦ marc¨® el tercero, Messi, el cuarto antes de irse a descansar y Alc¨¢cer el quinto.
Con el partido ya archivado, los jugadores del Barcelona, liderados por Piqu¨¦ forzaron a Mascherano a tirar un penalti sobre Denis que vali¨® el 6-1 y supon¨ªa el primer gol del argentino en el Bar?a tras 319 partidos. El propio Alc¨¢cer cerr¨® el resultado con el s¨¦ptimo a pase de Denis en un partido en el que el Bar?a exhibi¨® m¨²sculo, reserv¨® fuerzas y mand¨® el mensaje de que la clave est¨¢ en el derbi.