Un Bar?a fantasma
El Barcelona tir¨® 75 minutos y salv¨® un punto en el arre¨®n final. Hern¨¢ndez Hern¨¢ndez le priv¨® de un gol fantasma que fue gol real. Fant¨¢stico Betis.
El Barcelona fue un fantasma en el Benito Villamar¨ªn, donde fue dominado claramente por un Betis que lo hizo todo para ganar, pero que en cuanto logr¨® mediante ?lex Alegr¨ªa su tanto se pleg¨® ante la carga desesperada final de los cul¨¦s, que vieron estupefactos como no les conced¨ªan un gol catedralicio en una decisi¨®n incomprensible del ¨¢rbitro y de su asistente. El bal¨®n no ¨²nicamente hab¨ªa superado la l¨ªnea de gol clar¨ªsimamente sino que incluso lleg¨® a tocar la red en la acci¨®n en la que el defensa sac¨® el esf¨¦rico. Eso sin contar el penalti que sufri¨® Neymar en la acci¨®n precedente. A¨²n as¨ª, aferrado a la desesperaci¨®n, Luis Su¨¢rez logr¨® en el 90 el tanto del empate con el que acab¨® el partido y que deshincha las expectativas de los barcelonistas.
Hasta aqu¨ª la cr¨®nica de sucesos, que claramente deja al club catal¨¢n como el gran perjudicado. Ahora, vamos a hablar de f¨²tbol y ah¨ª tambi¨¦n el equipo blaugrana es el gran damnificado, pues jug¨® un partido lamentable. Es tan extra?o el f¨²tbol que hasta el minuto 76, un empate blaugrana en Sevilla se hubiera antojado un milagro.
Estuvo el equipo barcelonista constantemente a merced de un Betis que se lo comi¨® durante la mayor parte del encuentro a base de valent¨ªa, calidad y un derroche de piernas encomiable. Durante tres cuartos de partido, el Bar?a se sostuvo gracias a Ter Stegen, la falta de punter¨ªa de los b¨¦ticos y la suerte en los dos balones de Ceballos y Rub¨¦n Castro que se estrellaron en el larguero y el poste, respectivamente de la porter¨ªa barcelonista.
Fallaron los cambios
Las rotaciones esta vez le salieron muy mal a Luis Enrique. Los defensas que entraron de refresco fueron un drama en la fase de salida del bal¨®n. Digne, Mathieu y Aleix Vidal se hartaron de perder pelotas y de poner en compromisos a Piqu¨¦, que fue m¨¢s bombero que central.
En el medio campo Rakitic fue un espectro. Situado como mediocentro, ni dio continuidad al juego, ni salt¨® l¨ªneas ni recuper¨®. Su partido fue un desastre. Sin un v¨¦rtice en el que apoyarse, Denis perdi¨® la magia de la ¨²ltima semana y Arda se fue deshaciendo a medida que pasaban los minutos.
Por no funcionar, al Bar?a ni le funcion¨® el tridente de ataque, absolutamente aislado. Unos pases de Messi, alg¨²n intento alocado de Neymar, que volvi¨® a fallar en la suerte del gol y un Su¨¢rez desesperante que acab¨® maquillando su penosa actuaci¨®n con un gol providencial en el l¨ªmite del partido.
En cambio, en frente hubo un Betis tremendo. Un trueno en su motivaci¨®n y disposici¨®n liderado por un Ceballos que rein¨® en el partido a sus anchas. El canterano fue un dolor de cabeza permanente para el Barcelona ya fuera iniciando la jugada, recuperando o disparando desde lejos.
El gol b¨¦tico a la salida de un c¨®rner fue el justo premio al esfuerzo local y un varapalo para Ter Stegen, que hasta ese momento estaba aguantando al equipo, pero que en la jugada del gol le falt¨® contundencia en su salida por alto.
Luis Enrique meti¨® mano al equipo y trat¨® de arreglar el desaguisado dando entrada a Sergi Roberto, Jordi Alba y Andr¨¦ Gomes y situando a Aleix en ataque. Y casi le sale bien si no llega a ser por la ceguera arbitral, pero hubiera sido un espejismo. El Bar?a fue un fantasma. Incluso cuando marc¨®.
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