Gullit pide el Bal¨®n de Oro para Gordillo (1987)

El Bal¨®n de Oro de este a?o roz¨® al f¨²tbol espa?ol, pero se fue al italiano. Butrague?o, que hab¨ªa sido tercero la edici¨®n anterior, tras Belanov y Lineker, ten¨ªa sus aspiraciones. Tambi¨¦n M¨ªchel, su compa?ero de la Quinta. Y Futre, estrella del Atl¨¦tico. Pero lo gan¨® Gullit, uno de los tres deslumbrantes holandeses que reuni¨® Berlusconi en el Mil¨¢n a las ¨®rdenes de Sacchi. (Los otros fueron Van Basten, que ganar¨ªa tres veces el Bal¨®n de Oro, y Rijkaard). Gullit naci¨® en ?msterdam, su padre era originario de Surinam, su madre, holandesa. Alto, el¨¢stico y de gran t¨¦cnica, es quiz¨¢ el ¨²nico jugador de la historia del f¨²tbol moderno que ha sido considerado estrella en posiciones tan distintas como l¨ªbero, mediocampista de amplio espectro o delantero en punta, posici¨®n en la que jug¨® junto a Van Basten en el Mil¨¢n. Se hab¨ªa criado en el ?msterdam, de donde salt¨® al Haarlem, de ah¨ª al Feyenoord (junto a un veteran¨ªsimo Cruyff, a cuyo lado hizo el doblete), luego al PSV y finalmente al Mil¨¢n, en el que form¨® parte de uno de los mejores equipos de todos los tiempos.

Gullit, hombre concienciado, dedica el Bal¨®n de Oro a Nelson Mandela, entonces encarcelado en su lucha contra el apartheid. Gullit hab¨ªa sido frecuente participante en programas de radio en apoyo a los miembros perseguidos del Congreso Nacional Africano (CNA), el partido de Mandela en permanente lucha contra el apartheid, y hab¨ªa participado en conciertos de reggae en homenaje a Steve Biko, s¨ªmbolo y m¨¢rtir de esa lucha, muerto diez a?os antes tras ser torturado por la polic¨ªa surafricana. Por todo eso no extra?¨® que hiciera su dedicatoria a Mandela. Pero s¨ª sorprendi¨® lo que dijo despu¨¦s en declaraciones a la prensa. ?Agradezco este premio, pero no es justo. Yo se lo hubiera dado a Gordillo. Es el mejor jugador que pisa ahora los campos.?

La declaraci¨®n sorprendi¨® a todos, tambi¨¦n al f¨²tbol espa?ol, que hab¨ªa obtenido los puestos segundo (Futre, Atl¨¦tico), tercero (Butrague?o, Madrid), cuarto (M¨ªchel, Madrid) y quinto (Lineker, Barcelona). Nadie hab¨ªa pensado en Gordillo, ni siquiera en Espa?a o en el Madrid, donde en esos tiempos se acarici¨® la ilusi¨®n de que Butrague?o o M¨ªchel alcanzaran el premio. Gordillo no hab¨ªa tenido un solo punto en la votaci¨®n, nadie lo hab¨ªa tenido presente. Pero Rafa Gordillo fue un grande de la ¨¦poca. Criado en la cantera del Betis, distribuy¨® su carrera entre este equipo y el Madrid, siempre desde la banda izquierda, con un subir y bajar incansable y una muy buena t¨¦cnica en su pierna izquierda, con la que marc¨® bastantes goles y dio muchos m¨¢s. M¨ªchel en una banda y Gordillo en la otra fueron la clave para aquellos grandes a?os del Madrid de la Quinta. Pr¨¢cticamente no hubo partido que jugara, con el Madrid, con el Betis o con la selecci¨®n, en el que no fuera dominador pleno de su zona, una amplia franja de diez metros de ancho desde un bander¨ªn de c¨®rner al otro, en la banda izquierda de su equipo. Su natural modesto hizo que se le pospusiera en las grandes elecciones, pero Gullit, un hombre sensible y preocupado por los humildes, le hizo homenaje en su d¨ªa m¨¢s grande.