A la Eurocopa con justicia
La Rojita desperdici¨® muchas ocasiones, pero acab¨® logrando su objetivo: estar¨¢ en la Euro de Polonia (16-30/6/2017). Bachmann, el portero austr¨ªaco, fue el h¨¦roe sin premio. Espa?a vs Colombia
La Rojita estar¨¢ en la Euro tras otro ejercicio de agon¨ªa, nervios e incertidumbre en Albacete que termin¨® con final feliz por lo hecho en la ida, pues el gol marcado en Austria por Deulofeu acab¨® siendo decisivo. La tensi¨®n y la falta de punter¨ªa atenazaron a un conjunto que no lleg¨® a sufrir por el pase, aunque en el ambiente sobrevolar¨¢ tal posibilidad.
Espa?a sali¨® con la idea de defender su bot¨ªn m¨¢s que de aumentarlo. Hasta la alineaci¨®n de Celades lo reflej¨®. Sa¨²l adelant¨® l¨ªneas para que por detr¨¢s entrara Merino, un doble blindaje que sirvi¨® de coraza sobre todo en las jugadas a bal¨®n parado contrarias. Arriba la presencia de Mayoral en vez de Williams ¨Co Munir- aport¨® ¨ªmpetu, aunque el mismo poco acierto. Pocas veces en estos ¨²ltimos a?os una Selecci¨®n Espa?ola tuvo m¨¢s cent¨ªmetros que talento.
En l¨ªneas generales el tembleque fue generalizado, del primero al ¨²ltimo. Jugarse la Eurocopa a una carta comprimi¨® las ideas y las piernas de los espa?oles. As¨ª, Austria se empez¨® a sentir importante, part¨ªcipe. Con un Schaub correoso por la derecha y un Gregoritsch potente en punta, los austriacos aprovecharon para sacudir cuanto pudieron a una Espa?a cogida con pinzas. S¨®lo Vallejo, perfecto de nuevo, daba la sensaci¨®n de tener piernas como columnas de m¨¢rmol. En ataque apenas hubo noticias m¨¢s all¨¢ de un penalti por mano de Mwene que el ¨¢rbitro no concedi¨®, pese a que el centro del Gay¨¢ golpe¨® en su brazo.
Ni Denis Su¨¢rez ni ?liver eran protagonistas, m¨¢s bien Sa¨²l con sus arrancadas de fuerza y Merino por una dura entrada que le pudo costar la roja. Una ant¨ªtesis de Espa?a. Un equipo comprimido. Un grupo de excelentes jugadores que no ten¨ªa claro si ser fiel a s¨ª mismo o dedicarse a defender la ventaja que tra¨ªa de la ida, por exigua que fuera. El descanso les sirvi¨® para decantarse, pues despu¨¦s de un primer tiempo discret¨ªsimo s¨ª se vio la mejor versi¨®n espa?ola.
A lomos de un Sa¨²l incombustible, generoso, l¨ªder, La Rojita se estir¨® y pas¨® a jugar en campo contrario como acostumbra. Surgieron entonces ocasiones con las que al menos sacudirse algo los nervios. Deulofeu, tan genial como inesperado, hizo una jugada de ensue?o que pudo ser el primero, como un cabezazo posterior de Merino en un c¨®rner. El mediocentro navarro del Dortmund cuaj¨® un segundo tiempo inmenso, en el l¨ªmite de la expulsi¨®n por su amarilla y sin embargo v¨ªctima de un manotazo que mand¨® a la calle a Schopf.
Ni con eso ni con un gol clamoroso marrado por Mayoral, m¨¢s otro de Deulofeu casi al final, pudo respirar tranquila La Rojita, ya con Asensio en el campo en los ¨²ltimos minutos en lugar de ?liver. Era d¨ªa para el sufrimiento, para el aprendizaje, para la confirmaci¨®n de que una Eurocopa se pelea desde el primer d¨ªa al ¨²ltimo, sea en fase de clasificaci¨®n o en la final, sea en Albacete o en cualquier rinc¨®n de Europa. En uno de ellos, Polonia, jugar¨¢ Espa?a una Euro a la que cost¨® sangre, sudor y l¨¢grimas clasificarse, pero que por fin ya tiene reservado su hueco para este equipo. No era para menos.