El Espanyol pasa del naufragio en Cornell¨¢ a un empate ¨¦pico
Baptistao fue capaz de neutralizar en el minuto 92 a un Eibar que se puso 0-3 en el primer tiempo por una defensa perica que hizo aguas.
Ped¨ªa Quique S¨¢nchez Flores en la previa positividad, insist¨ªa en que no quer¨ªa ver el f¨²tbol en blanco y negro sino en colores, y para ello dispuso de un once m¨¢s ofensivo. Pero se dio de bruces con la realidad del Espanyol: tras un esperanzador inicio tan blanco como la luz al final de un t¨²nel, con el mejor juego asociativo de la temporada y ocasiones claras como la que Jurado (debutante en la titularidad) estamp¨® en el cuerpo de Riesgo o la de Piatti al lateral de la red, los pericos experimentaron un dr¨¢stico fundido a negro. Fueron dos goles en apenas cuatro minutos y la puntilla del 0-3 antes del descanso. Y de nuevo blanco inmaculado, como en aquellos anuncios de detergente de los a?os noventa, con una escalada edificada desde la fe y que Baptistao, sin duda el mejor de los pericos, rubric¨® con el empate en el minuto 92.
Al Eibar, en la primera mitad, le bast¨® con esperar para asestar las cuchilladas como m¨¢s le gusta, en r¨¢pidas transiciones, apoyadas en la inestimable ayuda de una defensa, la perica, que hizo aguas. El debut de Demichelis con el Espanyol no pudo salir peor. Se evidenci¨® en el primer y el tercer gol, con Enrich y Kike limit¨¢ndose a empujar el bal¨®n completamente solos en el ¨¢rea peque?a, y ya supuso el colmo de la mala suerte defensiva (tras dos partidos imbatidos) el 0-2, en el que Diego Reyes marc¨® en propia meta pretendiendo una suerte de despeje a centro del vertiginoso Inui, un quebradero de cabeza para los pericos como ya lo hab¨ªa sido la pasada temporada en Ipurua.
Tard¨® en reanimarse el Espanyol, incluso ya avanzado el segundo acto, aun habiendo estirado l¨ªneas con la entrada de Aar¨®n y Hern¨¢n. El paraguayo s¨ª logr¨® desbloquear el partido desde lejos, con un zapatazo que significaba el 1-3. Lo hizo desde lejos, pues a los pericos les resultaba imposible derribar la l¨ªnea defensiva del Eibar hasta la acci¨®n del segundo tanto, de Piatti, que dispar¨® franco a centro de Gerard Moreno y dejada de espuela de Baptistao, quien poco despu¨¦s reclam¨® un penalti m¨¢s que dudoso, como la mano de Capa que David L¨®pez reclam¨® ya en el 90¡¯.
Y cuando sufr¨ªan los armeros y se animaba el Espanyol, Caicedo, que entr¨® en el 74¡¯, fue expulsado en el 84¡¯ por dos tarjetas, ambas inapelables, lo que todav¨ªa daba m¨¢s ¨¦pica al intento de remontada de los pericos. Pero, con diez, Baptistao encontr¨® el premio a un encuentro plagado de lucha por su parte. Ya era el minuto 92 cuando, en una r¨¢pida acci¨®n iniciada por Diego L¨®pez, reba?¨® un bal¨®n suelto que Dani Garc¨ªa no atac¨® en l¨ªnea de tres cuartos, para asestar un zurriagazo desde la frontal. El 3-3, un final de locos.
En definitiva, ya nada queda de aquel Eibar result¨®n, que en apenas dos a?os subi¨® de Segunda B a Primera y que se mantuvo por el descenso administrativo del Elche. El conjunto armero est¨¢ perfectamente consolidado en la Liga, aupado por la varita de Mendilibar, y sabe que su objetivo m¨ªnimo de la permanencia se fragua en las primeras vueltas. As¨ª lo intent¨®, y casi lo consigue, en Cornell¨¤, con un buen empate que por el curso de los acontecimientos le sabr¨¢ a poco, pero que le da 12 puntos. Y el Espanyol, por el contrario, s¨ª est¨¢ en plena construcci¨®n. Cuando edifica la defensa se derrumba el ataque, y viceversa; de ah¨ª que de la goleada y el naufragio se pasara a un 3-3 ¨¦pico aunque deja a los pericos con ocho puntos y sin ganar todav¨ªa en casa.