'Gazza' estrella el autob¨²s del equipo (1998)

Paul John Gascoigne fue un jugador excepcional, de esos que rara vez da el f¨²tbol, y m¨¢s rara vez a¨²n el f¨²tbol ingl¨¦s. Empez¨® en el Newcastle como un genio precoz, pronto salt¨® al Tottenham y a la selecci¨®n, en la que se convirti¨® en el gran ¨ªdolo nacional. Ten¨ªa tendencia al sobrepeso, pero disfrutaba de un regate elegante, perfecta visi¨®n para el pase, precisi¨®n de cirujano y buena llegada al gol. Era un genio del f¨²tbol. Una lesi¨®n de rodilla, a¨²n con veinticuatro a?os, le tuvo parado una temporada entera. Cuando se repuso se march¨® al Lazio, de donde rebot¨® al cabo de tres temporadas al Glasgow Rangers. Luego tuvo una larga decadencia en el Middlesborough, el Everton y el Burnley, con un fugaz paso por el Gansu Tianma, de China.
Su afici¨®n a la bebida fue legendaria, como la de otros grandes del f¨²tbol ingl¨¦s, y tuvo mucho que ver con su acelerada decadencia. Gascoigne fue durante sus ¨²ltimas temporadas carne de los tabloides ingleses por sus borracheras, sus peleas, sus detenciones (fue condenado por pegar a su mujer) y sus escapadas de las cl¨ªnicas de desintoxicaci¨®n.
Pero nunca llam¨® tanto la atenci¨®n como el d¨ªa en que, tras terminar un entrenamiento con el Middlesborough, en el campo de Hurwoth, avis¨® a sus compa?eros de que se iba a una casa de apuestas, sali¨® de la instalaci¨®n y cogi¨® el autob¨²s del equipo, que estaba vac¨ªo y con las llaves puestas. Recorri¨® unos trescientos metros antes de estrellarlo contra un gran poste de hormig¨®n, junto a una parada de autob¨²s. Seg¨²n unos testigos presenciales, tom¨® el hecho con humor. Asom¨® la cabeza por la ventanilla y grit¨®: ??Alguien para Arlington??. Luego se baj¨® y se march¨® andando. Tras ¨¦l ven¨ªa en una moto Brendan Greenwood, el desesperado conductor del autob¨²s, un prodigio de ¨²ltima tecnolog¨ªa que el club estrenaba precisamente ese d¨ªa: ?Cuando vi lo que pas¨® estuve a punto de ponerme a llorar. ?Si hubiese tenido a Gazza a mano lo hubiese estrangulado! ?, declar¨® luego Greenwood a The Sun. Los destrozos costaron unos veinticinco millones de pesetas.
Dos d¨ªas despu¨¦s Gazza fue recogido en un pub de Dubl¨ªn, tras haberse bebido diecis¨¦is vodkas con Red Bull. A los tres d¨ªas aparece borracho y llorando en la estaci¨®n de Stevenage, tras lo que es ingresado dos semanas en una cl¨ªnica de desintoxicaci¨®n, al regreso de las cuales convoca una conferencia de prensa en la que se manifiesta decidido a corregirse. Bryan Robson, m¨¢nager del club, que se hab¨ªa enfurecido con ¨¦l cuando destroz¨® el autob¨²s, reclam¨® el apoyo de todos para el jugador, y se manifest¨® dispuesto a alinearle cuanto antes.
Pero todo fue in¨²til. A?os despu¨¦s, Gascoigne confesaba en una entrevista: ?Ser¨¦ alcoh¨®lico toda mi vida. Es una enfermedad. ?Sabes, cuando te levantas de la cama y no tienes un cigarrillo? Pues eso, pero cien veces peor?. Hab¨ªa sido despedido de su primer trabajo como t¨¦cnico, en el modest¨ªsimo Kettering Town, y detenido por pegar a un fot¨®grafo. Justo dos d¨ªas antes hab¨ªa fallecido George Best, tras agotar tres h¨ªgados (v¨¦ase el d¨ªa 4 de diciembre).