366 HISTORIAS DEL F?TBOL MUNDIAL | 28 DE SEPTIEMBRE
El brazalete negro de Aitor Aguirre y Sergio (1975)
Athletic Bilbao-Rapid Viena en directo
Est¨¢bamos en los ¨²ltimos meses de la vida de Franco (falleci¨® el 20 de noviembre de ese mismo a?o) y se registran ciertas convulsiones entre una Espa?a que tiene prisa por homologarse democr¨¢ticamente con su entorno geopol¨ªtico y un r¨¦gimen que pretende mantener su fuerza. En ese contexto, y tras un proceso que dura varios meses y que ocupa a toda la opini¨®n p¨²blica internacional, el 27 de septiembre tiene lugar la ejecuci¨®n de cinco sentencias de muerte por ?terrorismo y agresi¨®n a la fuerza armada?. Se trata de Jos¨¦ Humberto Francisco Baena, Ram¨®n Garc¨ªa Sanz y Jos¨¦ Luis S¨¢nchez Bravo, militantes del Frente Revolucionario Antifascista y Patri¨®tico (el entonces popular FRAP, organizaci¨®n desaparecida hace mucho tiempo, tras dar paso a los GRAPO), y de ?ngel Otaegui y Juan Paredes Manot, Txiki, de ETA. El hecho provoc¨® una fuerte convulsi¨®n internacional. Franco recibi¨® peticiones de indulto por parte de organizaciones y mandatarios de much¨ªsimos lugares, pero los desestim¨®. Incluso el Vaticano conden¨® aquellos fusilamientos, los ¨²ltimos del franquismo.
El domingo se producen dos hechos en el f¨²tbol espa?ol que se suman a la protesta internacional. El Athletic, que juega en Granada, sale con brazaletes negros, si bien ante la exigencia de explicaciones y la amenaza de sanciones dicen que se hab¨ªa hecho en memoria del que hab¨ªa sido directivo, y mucho antes jugador, del club, Luis Albert, de cuya muerte se cumpl¨ªa un a?o. La acci¨®n del Athletic se encontr¨® en cierto modo natural. El club es una instituci¨®n de un car¨¢cter especial en el Pa¨ªs Vasco, y las muchas por una distinta relaci¨®n del Pa¨ªs Vasco con el Estado estaban (y seguir¨ªan est¨¢ndolo m¨¢s tarde) muy presentes en esos tiempos. Y dos de los fusilados lo hab¨ªan sido por su pertenencia a ETA. Por otra parte, la explicaci¨®n posterior del Athletic no se la crey¨® nadie, pero se tom¨®, por quien quiso hacerlo, como algo as¨ª como una rectificaci¨®n de la postura, de modo que se pudo mirar para otro lado.
Mucho m¨¢s llamativo fue que en el Racing-Elche, dos jugadores del equipo local, Aitor Aguirre y Sergio, lucieran brazaletes negros en esa misma jornada. En Santander, ciudad con marcado predominio de la derecha tradicional, aquel hecho primero choc¨® y luego indign¨®, a medida que el partido avanzaba y los espectadores hablaban unos con otros y ca¨ªan en el porqu¨¦ de los brazaletes. Aitor Aguirre, vasco, siempre hab¨ªa manifestado rebeld¨ªa en todas sus actitudes. Proced¨ªa de una familia nacionalista y su padre hab¨ªa conseguido inscribirle como Aitor previa amenaza al p¨¢rroco de no bautizarle si no le aceptaban ese nombre, que no figura en el santoral cristiano. Insist¨ªa en vestir el kaiku, la chaqueta tradicional vasca, a pesar de que la Guardia Civil trataba de imped¨ªrselo. Sergio era valenciano, pero era lo que entonces se conoc¨ªa por un ?hombre concienciado?. A partir de cierta fase del partido los dos jugadores fueron pitados por su propio p¨²blico cada vez que interven¨ªan en el juego. La polic¨ªa entr¨® en los vestuarios en el descanso y les oblig¨® a quitarse los brazaletes y a jugar la segunda mitad sin ellos. El gobernador civil de Santander les impuso luego una multa de 100 000 pesetas a cada uno.