Siempre Griezmann
El franc¨¦s, de nuevo decisivo. Cinco goles seguidos en Liga. El Deportivo jug¨® 45' con 10 por expulsi¨®n de Fay?al. Augusto y Gim¨¦nez, lesionados.Real Madrid-Deportivo: LaLiga
El partido cambi¨® para siempre en esa jugada. Fay?al, que hac¨ªa nada le hab¨ªa hecho una entrada fea y a destiempo a Koke, le hac¨ªa ahora otra entrada a destiempo y fea a Gait¨¢n. Gil Manzano se llev¨® la mano al bolsillo: roja. Un instante despu¨¦s, el silbato a la boca: descanso. Atr¨¢s quedaba una primera parte intensa que el Depor hab¨ªa terminado con diez y el Atleti, con dos jugadores en la enfermer¨ªa.
Con el Bayern en tres d¨ªas, hab¨ªa rotado el Cholo. En su once estaba Gim¨¦nez y no Savic, Augusto y no Sa¨²l. Los primeros minutos fueron desordenados. El bal¨®n se mov¨ªa con v¨¦rtigo. Un robo, cuatro toques y los dos equipos se plantaban en ¨¢rea contraria, buscando grietas en las defensas. Pero dec¨ªa 22 el reloj cuando todo eso, el f¨²tbol, se detuvo. Dec¨ªa 22 el reloj cuando el Calder¨®n tuvo un amargo d¨¦j¨¤ vu: all¨¢ donde hace casi un a?o ca¨ªa Tiago, ahora a Augusto se le quedaba la pierna derecha anclada, en una jugada con Borges. Cay¨® el argentino al c¨¦sped con una mano en la rodilla y, la otra, en la cara. Su gesto de dolor, sus l¨¢grimas, ya contaban que era grave, aunque quisiera pensarse que no. La prueba posterior confirm¨®: cruzado, siete meses baja. La tarde se pon¨ªa fea en el Calder¨®n, aunque siguiera clara, soleada.
En los minutos que siguieron, el Atleti atac¨® como si todos quisieran marcar para dedicarle un gol. Tres ocasiones, tres uy. Un disparo cruzado de Grizi, un tiro de Gait¨¢n que sac¨® Fay?al bajo palos, un remate de Gim¨¦nez que se fue alto... En la siguiente pelota que el uruguayo tocar¨ªa, el f¨²tbol volver¨ªa a detenerse en el Calder¨®n. En un lance con Florin sinti¨® un latigazo en el aductor. Y fue verse su brazo tatuado alzarse y saberse que era grave: no es Gim¨¦nez de los que abandonan a su equipo en medio de una batalla. Era el 35¡¯ cuando el Calder¨®n ve¨ªa a otro de los suyos abandonar el c¨¦sped. Tambi¨¦n en camilla. Tambi¨¦n llorando. A Simeone le quedaba un cambio.
El partido se fue enrocando. Una jugada, una falta. Entonces Fay?al hizo sus dos y dej¨® al Depor con diez. En la primera pelota que el Atleti toc¨® en la segunda parte, remat¨® Carrasco, repeli¨® Lux y marc¨® Grizi. El ¨¢rbitro lo anul¨® por fuera de juego pero qued¨® como un aviso: el partido ya no era partido, ya era asedio, asedio rojiblanco.
A un zapatazo de Carrasco desde la frontal, que se estrell¨® con la cruceta despu¨¦s de que Lux lo rozara, le sigui¨® otro disparo del belga. Y despu¨¦s de un cabezazo de Borges que sac¨® Lucas (inmenso) bajo palos llegar¨ªa una ocasi¨®n de Correa que volvi¨® a toparse con los dedos de Lux. Y luego un disparo de Filipe... Pero la pelota estaba como el d¨ªa del Alav¨¦s: no entraba. Entonces Simeone sac¨® a Gameiro. Su ¨²ltimo cambio, su ¨²nica carta. Acert¨®.
El ¨¢rea peque?a del Depor se convirti¨® en la Puerta del Sol a las doce de la noche de un 31 de diciembre. All¨ª se acumulaban todos los hombres: los once del Depor y todos los rojiblancos menos Oblak. La tocaba Filipe, centraba God¨ªn, doblaba Correa, chutaba Gameiro... Todos buscaban el gol. Toc, toc, toc. El sonido, fren¨¦tico, podr¨ªa venir de sus botas o del coraz¨®n de Lux. Entonces lleg¨® el pum: centro de Juanfran, pase atr¨¢s de Gameiro, Griezmann y gol.
Fue el 1-0 pero no la tranquilidad, nunca en el Calder¨®n. El ¨²ltimo uy de la tarde lleg¨® en el 89¡¯ y fue del Depor. Dispar¨® Mosquera a matar, pero se top¨® en el camino con la cabeza de God¨ªn, que repeli¨® el bal¨®n como si fuera un tercer guante de Oblak. Al viejo estadio ya s¨®lo le quedan 16 tardes de Liga. Y ser¨¢ s¨®lo polvo y a¨²n, cuando uno pase por ah¨ª, sentir¨¢ la electricidad que en el aire dejaba siempre este Atl¨¦tico del Cholo. Ya est¨¢ ah¨ª, ya es tercero.