No diga f¨²tbol, diga morbo: Pep, Bravo, Bartra, Bayern...
Regresos como el de Guardiola, el aliciente de los ex y la posibilidad de saldar cuentas pendientes ser¨¢n la comidilla de la fase de grupos.
No lo necesita la Champions, ¨²nica e inigualable, pero por si acaso el azar (aqu¨ª alguno se lo reprochar¨¢ a alguien que nada tiene que ver con la suerte) le ha a?adido picante a la receta que hace que sea tan adictiva. Aqu¨ª, unos ejemplos:
El Bar?a y Pep, enemigos ¨ªntimos
A los de Luis Enrique le han deparado las bolas un grupo con City, Gladbach y Celtic. O con?el cuarto de la Premier, el cuarto de la Bundesliga y el campe¨®n de Escocia, que dir¨ªa un Piqu¨¦?que no ha tardado en pronunciarse sobre el sorteo?con su habitual retranca.
Con el Grupo C no le va a faltar trabajo a la moviola: tiempo habr¨¢ para ver una y mil veces, desde todos los ¨¢ngulos imaginables, im¨¢genes como la vuelta de Guardiola al Camp Nou o las dotes de anfitri¨®n como ingl¨¦s del de Santpedor. No estar¨¢ solo en ninguna de estas estampas: Bravo, a¨²n muy vivo en el imaginario colectivo azulgrana, y Nolito, el atacante que fue y no quiso volver a ser cul¨¦, e incluso Yaya Tour¨¦ (o lo que de ¨¦l quede) le acompa?ar¨¢n.
Las lenguas m¨¢s afiladas, m¨¢s all¨¢ de Bravo, hablar¨¢n de otro portero: Ter Stegen, su competidor hasta hace dos paradas, querr¨¢ justificar la apuesta del Bar?a por ¨¦l sobre el chileno y lucirse en la que fue su casa, el Borussia-Park?del Gladbach.
En el Camp Nou tendr¨¢ cl¨¢sico en Champions. Pero no ser¨¢ contra el Madrid, sino contra el Celtic,?rival con el que se cruza por sexta vez desde 2003.
El Madrid-Dortmund o el reencuentro Bale-Bartra
Bartra, de quien se sospecha que sigue buscando a Bale desde aquel portentoso gol del gal¨¦s en la final de Copa de 2014, tiene una oportunidad de oro para encontrarle. Ser¨¢ en el torneo de clubes m¨¢s prestigioso del mundo, la competici¨®n que le va a poner en ¨®rbita tras el ostracismo al que Luis Enrique le conden¨® en Barcelona.
Si lo permite la rodilla que volvi¨® pesadilla su sue?o de triunfar en el Real Madrid, Sahin tambi¨¦n tendr¨¢ opci¨®n a rev¨¢lida. El que no estar¨¢ f¨ªsicamente, pero s¨ª en el ambiente, ser¨¢ Lewandowski: por mucho que la revancha en el camino hacia la D¨¦cima aliviase el dolor, ning¨²n madridista olvida su hist¨®rico p¨®quer de goles una temporada antes.
Como a la Champions hay que ponerle coraz¨®n, los m¨¢s melosos ya andar¨¢n relami¨¦ndose con el Real Madrid-Sporting de Portugal (y viceversa), el enfrentamiento entre el equipo que ha encumbrado a Cristiano Ronaldo y el que fue testigo directo de su evoluci¨®n de adolescente a promesa del f¨²tbol.
Un?d¨¦j¨¤ vu en rojiblanco
Si quien maneja los inescrutables hilos del destino se ha propuesto remover las penas atl¨¦ticas, lo ha conseguido. Las bolas, tan inocente ellas, han reconstruido el puzle de lo que se dese¨® como la Primera y acab¨® siendo la Und¨¦cima. Pero, ante todo, aunque Gil Mar¨ªn pudiera fomentar lo contrario, positivismo: ?que toca el Bayern? Pues que se preocupen en Alemania y compa?¨ªa, por mucho que ahora est¨¦ Ancelotti, villano de la D¨¦cima, que la ¨²ltima Champions les dio motivos para ello. ?Que toca el PSV? Pues se recuerda que los penaltis no fueron siempre sin¨®nimo de desgracia ni de pena m¨¢xima para Juanfran.
Alves pondr¨¢ el ritmo al reencuentro con el Sevilla
Despu¨¦s del grupo del a?o pasado, al Sevilla no le habr¨ªa extra?ado tener que jugarse las habichuelas con la Brasil del 70, el Milan de Sacchi y el Bar?a de Guardiola (o de Messi, si prefieren). Pero no. Sin volverse locos, los de Sampaoli pueden respirar, primero, e ilusionarse con los octavos despu¨¦s. Al margen de los asequibles Dinamo de Zagreb y Lyon, el coco ser¨¢ un viejo conocido con un antiguo compa?ero: la Juventus de Dani Alves. Como la temporada anterior, el Sevilla volver¨¢ a v¨¦rselas, esta vez con el cantar¨ªn lateral brasile?o en sus filas,?con los de Tur¨ªn, sede de la tercera Europa League hispalense. Ah¨ª es nada.