El aut¨¦ntico Valle encantado

Coritiba - Nacional

Entr¨® en la Libertadores por hechizo. Despu¨¦s de salvar un penalti en el ¨²ltimo suspiro de la eliminatoria previa ante el Guaran¨ª. Hern¨¢n L¨®pez todav¨ªa no le encuentra explicaci¨®n a que aquel lanzamiento en el minuto 95 se le fuera tan alto. Posiblemente porque el Valle est¨¢ encantado. O quiz¨¢s no. Porque no es en Sangolqui, sobre el valle de los Chillos, su casa, donde Independiente est¨¢ escribiendo la colecci¨®n de cuentos que tiene seducida y perpleja a toda Am¨¦rica. Todas sus proezas las ha rematado a domicilio. Como aquella de febrero donde empez¨® todo. Fall¨® el uruguayo y el equipo ecuatoriano, Independiente del Valle, se meti¨® en la competici¨®n de la que esta madrugada empieza a jugar sorprendentemente la final.

Y eso que Jos¨¦ Angulo, el delantero centro de los goles, ya hab¨ªa ense?ado en aquel duelo su control exquisito, siempre deliciosamente perfilado, y su remate. Pero nadie se pod¨ªa imaginar entonces lo que este equipo, que empez¨® a jugar de rojo y blanco (como el Independiente de Avellaneda al que debe su nombre) y ahora lo hace de azul y negro o lila, estaba a¨²n por contar.

Obst¨¢culos. De la fase de grupos salt¨® a los octavos dejando en la cuneta a Colo Colo, cuyo asedio resisti¨® en Santiago sin descomponerse. Fue el central Mina, un gigante infranqueable, el que llam¨® m¨¢s la atenci¨®n, al que principalmente se le adjudic¨® la responsabilidad de ese 0-0 que los alz¨® en un salto ya hist¨®rico, pero todav¨ªa inacabado. Porque luego lleg¨® River Plate, el campe¨®n vigente, al que bati¨® por 2-0 en la ida y a cuya avalancha sobrevivi¨® en el Monumental. El arquero Azcona, el travesa?o y la virgen a la que rece esa gente (al parecer la de El Quinche, a quien tambi¨¦n se encomiendan para pedirle protecci¨®n ante una posible erupci¨®n del volc¨¢n Cotopaxi) lograron una clasificaci¨®n a la que nadie supo dar una lectura cient¨ªfica.

?sta lleg¨® m¨¢s tarde cuando sucesivamente, con la misma f¨®rmula (pico en casa y cierro fuera), los Pumas (a los penaltis) en cuartos y Boca Juniors (con sonrojante cornada en La Bombonera, 2-3, la semana pasada) en semifinales se agruparon en su lista de cad¨¢veres.

Ya se descubri¨® un equipo fortalecido por su estado de ¨¢nimo (se pongan como se pongan, el factor multiplicador del f¨²tbol) y una m¨¢xima de nunca dejes de creer que les sonar¨¢ familiar. Pero tambi¨¦n un equipo ordenado defensivamente, con instrucciones sencillas pero fan¨¢ticas, por la pizarra 4-2-3-1 y la motivaci¨®n del calvo Pablo Repetto. Y un grupo de jugadores que se entrega y se auxilia, que conf¨ªa. Y por un contragolpe que firmar¨ªa el mismo Bolt: vertiginoso y letal. Hay modestia y juventud ah¨ª, pero tambi¨¦n talento. Un centrocampista que gobierna lo t¨¢ctico y lo emocional (Rizotto), otro con un don para el pase (Sornoza) y unos pu?ales arriba (Cabeza y los Angulo) que no muy tarde ver¨¢n por Europa. No est¨¢ mal tampoco Caicedo, el otro central.

Un milagro quiz¨¢s, porque as¨ª se explica m¨¢s f¨¢cil, que ha logrado que por primera vez en 25 a?os la final de la Copa Libertadores (coincidiendo s¨ª con el desmantelamiento de la c¨²pula CONMEBOL) no tenga un equipo argentino o brasile?o. El otro culpable es el Atl¨¦tico Nacional de Medell¨ªn, palabras mayores, el equipo que de verdad mejor ha jugado en la competici¨®n. Una belleza superlativa de lo m¨¢s eficaz.

Independiente es m¨¢s feo, menos protagonista, m¨¢s asimeonado si se quiere, pero igual de ambicioso y poco amigo de doblarse a los pron¨®sticos previos. Sin mucha historia, con un presupuesto discreto empleado mayoritariamente en el f¨²tbol base, sin apenas extranjeros, est¨¢ ante el episodio de su vida. El de un valle independiente que definitivamente s¨ª est¨¢ encantado.