La leyenda del drag¨®n

Decimos ¡®el equipo de Bale¡¯ por la inercia y la llamada al astro. Pero en la simplificaci¨®n cometemos un error. Pa¨ªs de Gales ha dejado muy claro que es m¨¢s que el equipo de Bale. El madridista es muy importante, pero cuidado con lo que tiene a su alrededor. Aaron Ramsey, por ejemplo. Un jugador con un talento soberbio que desde muy joven estuvo llamado a marcar una ¨¦poca. Las lesiones han cortado su carrera, pero cuando est¨¢ bien, es delicioso. Ante Rusia se aprovech¨® a la perfecci¨®n de la obsesi¨®n del equipo de Lutski por Bale y domin¨® el partido como quiso al lado de dos lugartenientes de lujo como Ledley (lo de este hombre, que se rompi¨® el peron¨¦ el 10 de mayo es de leyenda) y Allen, que se comieron al centro del campo ruso.

Desde el inicio qued¨® claro quien era valiente y quien era un pelele en busca de una carambola. Los n¨²meros, en principio, obligaban a Rusia a ser descarada y aconsejaban a Pa¨ªs de Gales verlas venir. Pues pas¨® justo al contrario. La primera pelota que agarr¨® Bale, desbord¨® a todo el que se puso por delante suyo y fusil¨® a Akinfeev, que a duras penas pudo rechazar.

Ese primer minuto inaugur¨® un festival de Gales que jug¨® una primera parte de f¨²tbol casi perfecta. Agresivos en la recuperaci¨®n, con laterales profundos, centrales contundentes, un cerebro exquisito como Ramsey y un caballo desbocado en carrera con un ca?¨®n en la pierna como Gareth Bale.

La valent¨ªa de Pa¨ªs de Gales tuvo su premio a los once minutos cuando Joe Allen, rob¨® un bal¨®n y se lo entreg¨® en profundidad a Ramsey que con una clase insultante lo levant¨® por encima del portero ruso. El festival gal¨¦s no hab¨ªa hecho m¨¢s que empezar.

La presi¨®n galesa aument¨® de revoluciones mientras que Rusia, que deber¨¢ mejorar mucho si no quiere hacer un rid¨ªculo espantoso en el Mundial que acoger¨¢ dentro de dos a?os, no sab¨ªa por donde meterle mano al partido.

Obsesionados con Bale, los rusos se olvidaron que juegan diez m¨¢s con ¨¦l y en el minuto 20, el jugador del Madrid se quit¨® de encima cuatro marcadores con un pase al espacio que permiti¨® al lateral Taylor del Swansea plantarse ante Akinfeev. Su primer remate dio al mu?eco, pero el mismo aprovech¨® el rechace para marcar el segundo.

En el segundo tiempo, Gales demostr¨® que adem¨¢s de tener garra, esp¨ªritu y un ariete en punta, tiene inteligencia. Los tres centrales supieron en todo momento leer el partido y no pasaron ning¨²n agobio ante lo que se supon¨ªa que deb¨ªa de ser un alud ruso.

Muy al contrario, Gales tuvo el control del partido durante todo el encuentro con Ramsey como director de orquesta y artista virtuoso como cuando le filtro a Bale un pase a lo Laudrup que le serv¨ªa al madridista para colocarse Pichichi del torneo, a Gales primera de grupo y a Rusia para plantearse hacia donde deriva su f¨²tbol basado en violentos y millones.