Deshonra hist車rica del Zaragoza en Palam車s
El equipo de Carreras, que deja el cargo, fue humillado como nunca por el Llagostera y queda fuera del playoff de ascenso.
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Oprobio del Real Zaragoza en Palam車s. Oprobio monumental. En una de las actuaciones m芍s deshonrosas de su historia, por no decir la mayor, el equipo de Lluis Carreras fue humillado como nunca por el Llagostera y queda fuera por goal-average del playoff de ascenso, un descalabro may迆sculo que compromete seriamente el futuro y la viabilidad del club y le aboca a una cuarta temporada consecutiva en Segunda Divisi車n. Al Zaragoza le bastaba con un empate para alcanzar matem芍ticamente la promoci車n, pero el partido le vino muy grande y fue literalmente barrido del campo. Hacia 65 a?os que no recib赤a seis goles en Segunda Divisi車n, lo que da idea de la magnitud del fracaso.
El Llagostera lleg車 a la cita descendido, pero su entrenador, Oriol Alsina, ya advirti車 en las v赤speras de sus intenciones: ※Somos profesionales y saldremos a ganar y a dar una imagen impecable§. Dicho y hecho, porque el central Ruym芍n ya pudo abrir el marcador con un cabezazo envenenado a los siete minutos, y antes del cuarto de hora Querol fusil車 a Manu Herrera, tras un servicio profundo y a la espalda de Guiti芍n del ex zaragocista Edu Oriol. Ya se sabe que no hay peor cu?a que la de la misma madera. Especialmente en el f迆tbol.
Antes de que se diera cuenta, el Zaragoza se vio con un gol en contra y con el reloj corriendo ya a toda velocidad. Quiso irse arriba, pero le falt車 claridad en los 迆ltimos metros. Lanzarote prob車 una vez suerte, pero nada m芍s.
El Llagostera, bien armado atr芍s, fue un front車n invulnerable y un vendaval a la contra frente a una defensa de chirigota. Y as赤, a la media hora hora, Imaz sac車 de banda desde muy lejos, Cabrera y Guiti芍n se comieron el desmarque de Querol, y el volante catal芍n, sin pens芍rselo dos veces, elev車 a un toque sobre la media salida de Manu Herrera. 2-0, desolaci車n absoluta entre el Zaragoza y su parroquia y feliz incredulidad entre la escasa hinchada local.
El Zaragoza vino a Palam車s a ganar y se fue al descanso con un marcador terrible, v赤ctima de su escasa energ赤a y de su mucho miedo.
A la desesperada, Carreras dio entrada tras el intermedio a ?ngel y Jaime y por Pedro y Javi Ros en un intento por igualar la desventaja, pero lo que se encontr車 fue con dos nuevos goles locales que acabaron por sentenciar su suerte y la del Zaragoza.
Jaime, de penalti, y ?ngel acortaron distancias hasta el 4-2, pero otros dos zarpazos de la Llagostera, con Querol plet車rico de acierto (cuatro goles) elevaron el triunfo catal芍n hasta la media docena, igualando aquel 6-2 de El Molin車n del 25 de febrero de 1951, que s車lo los m芍s viejos pueden recordar.
La manita de Palam車s consuma el fracaso absoluto de un entrenador y de unos jugadores faltos de personalidad y de energ赤a, que ven赤an derrumb芍ndose y han terminado por caerse con estr谷pito el d赤a que s車lo necesitaban un punto frente a un rival descendido.
Carreras, altanero en las conferencias de prensa ante alguna pregunta inc車moda, pero reserv車n y falto de soluciones en el banquillo, abandona a la carrera el Zaragoza, pero deja una verg邦enza cicl車pea y un bochorno general que tardar芍 much赤simo a?os en olvidarse. El episodio, desde luego, es probablemente el m芍s negro de toda la historia del club aragon谷s.