Fallece Santiago Bernab¨¦u (1978)

Es la primera jornada de la Copa del Mundo de Argentina y ha empezado con pol¨¦mica. Son los a?os duros de la dictadura militar, que habla de ?guerra civil restringida? y combate con extrema dureza a la disidencia izquierdista del interior del pa¨ªs. La polic¨ªa y el ej¨¦rcito ?chupan? opositores de la universidad, de los caf¨¦s, de sus propios pisos. Muchos de ellos desaparecer¨¢n. El n¨²mero de v¨ªctimas de aquella barbarie se ha fijado, con el tiempo, en 30 000 personas. La Escuela T¨¦cnica de la Armada, el principal centro del aparato represivo, est¨¢ situada a muy poca distancia del estadio Monumental de River Plate, donde se jugar¨¢n los principales partidos de la Copa del Mundo. Muchos se preguntan si la familia del f¨²tbol hace bien en permitir un Mundial ah¨ª, en esas circunstancias. Pero se juega. El primer partido se disputa el d¨ªa 1 de junio, RFA-Polonia. El d¨ªa 2 se juegan otros de la primera jornada, precedidos de un minuto de silencio. Igual ocurre el d¨ªa siguiente, seg¨²n van entrando otros equipos y otros campos en competici¨®n. ?Por qu¨¦? ?Por las v¨ªctimas? No, es por el fallecimiento de don Santiago Bernab¨¦u de Yeste, presidente del Real Madrid durante los cuarenta y cinco a?os anteriores, inspirador de la gigantesca idea que acabar¨ªa por elevar al Madrid a la indiscutida condici¨®n de Mejor Club del Siglo XX. Como alguien escribi¨® esos d¨ªas: ?En el f¨²tbol, Santiago Bernab¨¦u lo fue todo menos bal¨®n?. Se aficion¨® al f¨²tbol cuando era un escolar en los agustinos de El Escorial, para combatir el fr¨ªo en los recreos. Hab¨ªa nacido en Almansa, en una familia acomodada que envi¨® a sus hijos a Madrid a formarse. Coincidi¨® con el estallido del f¨²tbol, que le capt¨®. En el Madrid fue jugador, delegado, entrenador ocasional, secretario general y, finalmente, presidente. Concibi¨® y construy¨® el gran estadio que lleva su nombre y fich¨® a los mejores jugadores del mundo, lo que hizo del club una leyenda universal gracias a los t¨ªtulos que estos consiguieron y al estilo que exhibieron.

El 23 agosto de 1977 se le hab¨ªan detectado los primeros s¨ªntomas en Santa Pola, donde viv¨ªa por entonces de forma casi permanente. Contra el consejo de los m¨¦dicos tom¨® el avi¨®n para asistir al homenaje a Vel¨¢zquez, jugador al que nunca tuvo en gran estima, pero entendi¨® que era su obligaci¨®n estar ah¨ª. El d¨ªa siguiente al partido tuvo que ser intervenido de una obstrucci¨®n intestinal. La intervenci¨®n descubre que tiene un c¨¢ncer bastante extendido. El 8 de septiembre se le hace una intervenci¨®n m¨¢s en profundidad. Reaparece en p¨²blico el 4 de noviembre, cuando se reincorpora a su despacho no sin antes agradecer las muestras de simpat¨ªa en conferencia de prensa multitudinaria. Dos d¨ªas despu¨¦s acude al estadio, a ocupar su sill¨®n presidencial el d¨ªa del Real Madrid-Valencia, y es recibido con una tremenda ovaci¨®n.

Ten¨ªa ya ochenta y dos a?os, y la enfermedad sigui¨® avanzando silenciosamente, a pesar del esfuerzo de los m¨¦dicos. No obstante, vivi¨® con relativa normalidad hasta el mes de mayo, cuando sobrevino la crisis final. El d¨ªa 28 recibi¨® la extremaunci¨®n. El d¨ªa 2 fallec¨ªa, a las seis de la ma?ana, cuando el bal¨®n empezaba a rodar por las canchas argentinas.

Dej¨® viuda, la popular do?a Mar¨ªa, con la que no tuvo hijos. Do?a Mar¨ªa se hab¨ªa casado con ¨¦l en segundas nupcias. Era viuda de un viejo compa?ero de Bernab¨¦u en el club, muerto en la Guerra Civil. Todos sus bienes se reduc¨ªan a algo menos de un mill¨®n de pesetas en su cuenta corriente, un piso peque?o en la calle Jeric¨® de Madrid y una casita en el pueblo costero alicantino de Santa Pola. Y su peque?a barca, que tiempo atr¨¢s se hab¨ªa llamado Saeta Rubia en homenaje a Di St¨¦fano, pero que luego llam¨® Mariz¨¢palos, en homenaje a su mujer, pues as¨ª era como la llamaban de ni?a.