Los rojiblancos acumulan 3.586 minutos m¨¢s en sus piernas
En el Madrid, s¨®lo Cristiano Ronaldo pasa de los 4.000 minutos. Simeone se quej¨® a la UEFA porque un helic¨®ptero sobrevol¨® San Siro.

La plantilla del Atl¨¦tico llega a Mil¨¢n con 53.916 minutos, mientras que la del Madrid suma 3.586 menos, un total de 50.330. El presumible once rojiblancos llegar¨¢ con 4.948 minutos m¨¢s en sus piernas (38.227 acumulan los de Simeone por 33.279 del de Zidane). Son esos peque?os detalles que pueden marcar la final. Cuatro jugadores colchoneros sobrepasa los 4.000 minutos oficiales y s¨®lo Cristiano alcanz¨® esa cifra por el Madrid... Los blancos llegan m¨¢s frescos para correr, como pide Zizou.
Ayer, en la jornada de antes del partido, los equipos no apretaron el acelerador. La sesi¨®n rojiblanca tuvo dos protagonistas. El primero fue Ra¨²l Garc¨ªa, el exrojiblanco estuvo en San Siro e incluso hizo una nota p¨²blica apoyando al Atl¨¦tico. El segundo, fue un helic¨®ptero que sobrevol¨® el estadio y molest¨® a los jugadores rojiblancos. M¨¢s de uno no par¨® de mirar al cielo en busca de que se marchara, pero no fue as¨ª. Durante alguna fase del entrenamiento apenas se pudo escuchar lo que dec¨ªa el profe Ortega. Este hecho no gust¨® nada en el Atl¨¦tico e incluso el Cholo se quej¨® de ello a un miembro de la UEFA. En el plano deportivo, a la hora de repartir petos, God¨ªn y Gim¨¦nez formaron en el mismo equipo, aunque eso puede ser m¨¢s una maniobra de despiste que otra cosa...
Blancos. En el Madrid el entrenamiento transcurri¨® sin m¨¢s sobresalto que un peque?o golpe de Kovacic a Ramos en un bal¨®n dividido. Fue tan leve que el de Camas s¨®lo se toc¨® un par de veces la zona. La buena noticia fue ver a Cristiano al 100% en un entrenamiento en el que mostr¨® su buena punter¨ªa marcando uno de los dos goles del partidillo (el otro lo hizo Benzema). Por lo dem¨¢s, la sesi¨®n dej¨® pocas novedades (no lleg¨® a la hora de duraci¨®n). Antes del entrenamiento Zidane hizo un corrillo para arengar a los jugadores. ¡°Hay que estar concentrados y darlo todo¡±, les dijo. La gloria espera, pero s¨®lo para uno de los dos equipos.