Manchester United-Bayern de M¨²nich: el minuto del siglo (1999)

Aquella fue una buena Champions, s¨ª. Participaron tres espa?oles, por cierto: el Madrid, que defend¨ªa el t¨ªtulo (su s¨¦ptima copa), el Bar?a, como campe¨®n de liga, y el Athletic, subcampe¨®n. El Bar?a, por cierto, celebraba su centenario y no tuvo suerte: le cayeron en la fase de grupo el Bayern y el Manchester United, que ser¨ªan los finalistas, adem¨¢s del Brondby, y fue tercero, as¨ª que qued¨® fuera. El Athletic pas¨® bien una ronda previa, pero cay¨® en la fase de grupo aun jugando un buen f¨²tbol, con la Juve, el Galatasaray y el Rosenborg. El Madrid salv¨® su grupo, del que fue segundo, con el Inter, el Spartak y el Sturm Graz. Pero luego caer¨ªa en octavos ante el Dinamo de Kiev, con un gran Shevchenko. Mientras, Bayern y United, que hab¨ªan compartido grupo con el Barcelona, segu¨ªan caminos separados. En cuartos, el Bayern elimina al Kaiserslautern y el United al Inter. En semifinales, los ingleses echan a la Juventus (con Zidane) y los alemanes, al Dinamo de Kiev. Por cierto, en la ida del partido de Manchester, Rafa Guerrero, el pol¨¦mico linier (v¨¦ase el d¨ªa 29 de septiembre), tiene un acierto al se?alar fuera de juego en un gol de Sheringham. D¨ªaz Vega le hace caso, lo anula y la televisi¨®n mostrar¨¢ que efectivamente hay fuera de juego.

Aquella hubiera sido la cuarta final consecutiva de la Juve, pero se la amarg¨® un Manchester en el que Beckham era la gran estrella emergente y Giggs estaba en su plenitud. Por parte del otro finalista, el Bayern de M¨²nich, destacaban el meta Kahn, Matth?us, ya talludito, y sobre todo Effenberg, que era el coloso del equipo. El partido se juega en el Camp Nou, que luce espl¨¦ndido, con millares de hinchas de los dos equipos. El Manchester sale de rojo y el Bayern de gris, con mangas granates. Una final con tron¨ªo y tradici¨®n.

El partido lo condiciona el r¨¢pido gol del Bayern, que en el minuto 6 marca en un tiro libre por medio de Basler. El tiro no parece ser para tanto, pero coge despistado a Schmeichel, el meta dan¨¦s de gran prestigio internacional, que juega ese d¨ªa su ¨²ltimo partido con los reds. As¨ª que el Bayern empantana el partido, especula, se echa atr¨¢s, juega con el reloj a favor. El Manchester United no encuentra los caminos. Buenos intentos de Giggs, un Beckham muy activo que distribuye desde la derecha y que es una amenaza por su precisi¨®n al sacar las faltas y nada m¨¢s. Avanza el segundo tiempo y todo sigue igual. En el Manchester entran Sheringham (67¡¯) y Solskjaer (81¡¯), jugadores de remate, a ver si cae la breva.

Llega el minuto 90, el ¨¢rbitro Collina mira el reloj, el cartel¨®n muestra dos minutos de descuento, el banquillo del Bayern se est¨¢ abrazando, los hinchas del Bayern cantan y cantan, los ingleses callan. Pero en eso estallan: un tiro de Giggs ha sido rechazado por Kahn en corto y Sheringham marca de cerca. Es el 91¡¯, todos pensamos en la pr¨®rroga. Se saca de centro, la pierde el Bayern y el Manchester a¨²n cuela otra jugada, que acaba en c¨®rner. Sheringham remata el saque de Giggs, rechaza Khan y Solskjaer marca el segundo. ?Dos-uno! No hay tiempo ni para sacar de centro. En un minuto: ?Ha sido el minuto del siglo?, dir¨¢ Valdano, el Manchester ha ganado la Copa, que pasea en triunfo ante un Bayern at¨®nito. Han marcado los dos suplentes salidos a ¨²ltima hora.

Poco despu¨¦s, con las luces ya apagadas, Bobby Charlton baja al campo, pisa el ¨¢rea de los dos goles finales. Solo, en silencio, masticando sus recuerdos. Aquel accidente de 1958, del que se salv¨®, aquella Copa de 1968, que levant¨®¡­