MANCHESTER CITY 0 - REAL MADRID 0
Falt車 el gol, pero pinta bien
Sin Cristiano y con Benzema tocado, el Madrid aguant車 el City en el primer tiempo y le hizo desaparecer en el segundo. Jes谷 mand車 un cabezazo al larguero y Pepe err車 un gol cantado.
La aritm谷tica no acerc車 al Madrid a la final de Mil芍n, pero s赤 las sensaciones. En un partido sin Cristiano y casi sin Benzema, sin lazos ni adornos, al equipo de Zidane le llev車 un tiempo demostrar que el City es a迆n un equipo en v赤as de desarrollo. Fall車 con el descabello por culpa del larguero y de una parada de balonmano de Hart, pero inclin車 moralmente de su lado la eliminatoria.
A sentar 47 goles en la grada no se acostumbran ni el Madrid ni nadie. M芍s si hablamos de Cristiano, extraordinariamente resistente a las lesiones y tercamente renuente a recibir descanso. Por eso el equipo siente su baja como una amputaci車n, como el cierre de una ventanilla que siempre permanece abierta. Es de suponer que su ausencia lleg車 ya rumiada al Etihad, aunque el mundo conoci車 la noticia hora y media antes, pero el Madrid se vio aturdido por su ausencia inesperada y por el empe?o de Zidane de no incomodar a nadie al meter a Lucas V芍zquez, que lleva meses haciendo estupenda propaganda de s赤 mismo aunque el elogio general raramente le ha sacado del banquillo. As赤 que el canterano se vio confinado en la izquierda cuando es un extremo derecho sin dobleces, con buena salida hacia afuera. Una medida discutible para complacer a Bale, al que le enferma jugar en su banda natural. As赤 que el Madrid se vio sin alas por cambiar las botas.
Para agravar el problema, descubri車 que los pies de barro no pisaban por donde se supon赤a. Fernando y Fernandinho, dos brasile?os sin samba, dos fontaneros (menores) en la tradici車n de Mazinho o Mauro Silva, impusieron fuertes restricciones a los centrocampistas del Madrid. Recuperaron con vigor y en zonas de riesgo, condenaron al rival a pasar estrecheces sin la pelota, a no encontrar a Benzema, a menudo masticando su soledad arriba y sin ofrecer s赤ntomas de estar completamente restablecido de su lesi車n en Vallecas. Aguant車 un tiempo a duras penas. Los brasile?os del CIty fueron de emboscada en emboscada aunque su trabajo no tuviese demasiada continuidad por delante.?
Y es que hasta bien entrada la segunda parte hubo pocas noticias en ambas porter赤as. El Madrid, porque tiene tres centrocampistas que exploran poco el 芍rea adversaria y porque Bale anduvo sobrevigilado en sus salidas en diagonal, porque jugando por fuera en la derecha se da con la puerta en las narices. El City, porque De Bruyne es un gran solista con un coro desafinado. Navas parece haber perdido esas acometidas de repetici車n por su banda y de Silva hemos conocido mejores tiempos. Antes del primer tiempo le hab赤an tumbado los isquiotibiales. La temporada se le ha ido entre m谷dicos. Arriba, Ag邦ero esper車 sin esperanza. Tambi谷n influy車 el tratamiento de leyenda que los &skyblues* dispensaron al Madrid sin advertir que su juego, hoy, est芍 por debajo de su sala de trofeos. Mandaron, pero sin soltarse el pelo. Pecado de reci谷n llegados a la zona caliente de la Champions. Al Madrid le iba bien que no sucediese nada y que De Bruyne, un pelirrojo fin赤simo, con carrera y buen pie, no encontrase colaboraci車n o se viese anulado por el efecto reparador de Casemiro, que fue Fernando y Fernandinho en una sola pieza.
Los porteros fueron paisaje antes del descanso, dato favorable al Madrid, que afront車 la segunda mitad sin dos futbolistas que le hab赤an dado 20 de sus 26 goles en la competici車n. La llegada de Iheanacho, el orgullo de la academia &citizen*, y de Jes谷 dej車 otro partido, este jugado al espacio y no al pie. Ag邦ero tuvo las dos primeras ocasiones, Ramos amag車 con el cabezazo de Lisboa, aunque manse車 en la direcci車n, Bale pidi車 un penalti por pedirlo. Lucas reclam車 otro con algo m芍s de raz車n. El Madrid, aunque permiti車 m芍s, fue agrand芍ndose con el paso de los minutos, refresc芍ndose con posesiones largas, con Modric en comandante en jefe. Bale se autoconvenci車 de que s車lo hab赤a futuro en la izquierda. Marcelo dio un paso adelante. Jes谷 mand車 un cabezazo al larguero. Modric se anim車 a tirar. El City se dio a la fuga, pero no lleg車 el gol. Fue un milagro que Hart le sacara a Pepe un pelotazo en el 芍rea peque?a a ocho minutos del final. Un mal recuerdo despu谷s de una actuaci車n soberbia. Decidir芍 el Bernab谷u, donde casi siempre se acaban comiendo perdices. ??
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