Constantin Galca pinta el horror como obra de arte
Que el Espanyol necesita un partido m¨¢s para salvarse es una realidad tan apabullante como que si el equipo sigue as¨ª se va a Segunda.
Situaci¨®n. Retratar el horror tambi¨¦n puede ser una obra de arte, como el Guernica de Picasso o los cuadros de Caravaggio, apodado el pintor de la oscuridad. Seguro que ¨¦l con su pincel hubiera mostrado mejor que estas l¨ªneas lo que se vio esta noche en Las Palmas, el horror perico convertido en una obra de arte, cuyo protagonista es Arlauskis, que sale a un gol recibido cada 18 minutos, y su pintor Galca, quien comenz¨® ante Las Palmas hace una vuelta esperanzando a todos y ahora ha alimentado las esperanzas de los rivales por salvar la categor¨ªa a costa del Espanyol.
La porter¨ªa. La titularidad de Arlauskis ya fue un gui?o al destino, un golpe maestro del enterrador, un brochazo magistral. No sali¨® mal el Espanyol, punzante en ataque, con Burgui y Hern¨¢n aportando profundidad y ocasiones. Un enga?o visual. El horror se empez¨® a escenificar por obra de El Zhar. No es ruso, pero con su tanto envi¨® a los pericos a Siberia. Y luego fue Viera. Fueron dos acciones en las que el lituano pudo hacer m¨¢s, pero era parte del retrato del horror, que no da lugar a brillos.
Confianza. El horror tambi¨¦n es un monstruo que se disfraza con muchas caras, y algunas de ellas se resumen en la organizaci¨®n defensiva. Los jugadores no saben qu¨¦ hacer, no tienen confianza, cegados por una oscuridad que les absorbe cual agujero negro. Todos parecen peores de lo que son, van dando tumbos por la Liga, pero siempre acaban siendo c¨®mplices de ese horror que viene de Transilvania. ?Qui¨¦n jugar¨¢ ante el Sevilla? ?Pau o Arlauskis?
Fiesta amarilla. El horror perico solo content¨® a Las Palmas, que se lo pas¨® en grande, festejando una temporada de ensue?o, guiados por Quique Seti¨¦n, el Cezanne de los banquillos. Hasta Wakaso, ese jugador que despertaba cachondeo en su a?o de blanquiazul, ese hombre que a veces recuerdan los aficionados en sus c¨¢nticos, hizo el cuarto. Su sonrisa era mal¨¦fica.
Cr¨ªtico. Que el Espanyol necesita un partido m¨¢s para salvarse es una realidad tan apabullante como que si el equipo sigue as¨ª se va a Segunda. No es un problema de entorno ni tampoco de plantilla, sino de nefasta gesti¨®n del entrenador, incapaz de hacer crecer a este equipo, de dotarle de una estabilidad o de hacer cambios l¨®gicos. Es el Espanyol un sinsentido.
Fin del mundo. Ganar ante el Sevilla es acabar con este horror que ya merece un premio. No hacerlo es condenarse a otro final ag¨®nico con un equipo que va en ca¨ªda libre y sin experiencia. Conf¨ªo en ellos, pese al entrenador.