Urizar Azpitarte: as¨ª fueron mis historias de los Cl¨¢sicos
Ahora disfruto escribiendo en este peri¨®dico y analizando las actuaciones de mis colegas, pero tengo el honor de ser el colegiado que ha dirigido m¨¢s Cl¨¢sicos...

El pisot¨®n. Fue en un Cl¨¢sico de la Supercopa, el 5 de diciembre de 1990. De los primeros que pit¨¦. En la primera parte perd¨ªa el Barcelona 0-1. Cruyff hab¨ªa sacado una defensa muy joven. El p¨²blico estaba muy alterado con el equipo. Stoichkov era muy listo y quiso desviar la atenci¨®n del p¨²blico hacia m¨ª. Me protestaba todo. Chendo le hizo una entrada fuerte en la banda, al lado de los banquillos. Le ech¨® mucho teatro. Yo no apreci¨¦ ni falta y mand¨¦ sacar de banda. Cruyff, que era el entrenador, protestaba mucho. Le dije que no me echara al p¨²blico encima y le amonest¨¦. Cruyff me dijo de forma airada que me estaba cargando el partido: ¡°Mira c¨®mo est¨¢ el p¨²blico, a m¨ª no me vas a echar con este ambiente...¡±. Y le ech¨¦. Al final del partido vino a disculparse. Era un hombre de mucho car¨¢cter pero fant¨¢stico como persona, en el cuerpo a cuerpo. Tengo grandes an¨¦cdotas humanas con ¨¦l que me quedo para el recuerdo. Acto seguido vino Stoichkov y me dijo, d¨¢ndose palmadas en el rostro: ¡°Tienes mucha cara¡±. Le saqu¨¦ la roja, y le dije a Peris, el delegado: ¡°Cuidado con el b¨²lgaro que puede hacer cualquier cosa¡±. Y lo hizo. Me pis¨® en el empeine. Intent¨¦ aguantar el dolor. Vino ?ngel Mur, fisio del Bar?a y de la Selecci¨®n, y me dijo: ¡°Urizar, tranquilo que Chendo no lo hab¨ªa tocado¡±. Aguant¨¦ hasta el descanso. Me dol¨ªa bastante, pero pens¨¦ que los clubes est¨¢n por encima de los jugadores y no me retir¨¦ del partido.
Los tres penaltis. Fue en el Camp Nou, un 3-1 en 1989. Nada m¨¢s empezar el partido Hierro agarr¨® de la camiseta a un delantero cul¨¦. No lo pude ver porque iba justo detr¨¢s de ¨¦l. El caso es que no pit¨¦ nada aunque el delantero cay¨®: era penalti claro, me dijeron luego. Tan mala suerte tuve que la siguiente jugada fue una contra en la que Butrague?o se meti¨® en el ¨¢rea y Koeman le bloque¨® y le hizo penalti. Y lo pit¨¦. El p¨²blico se encendi¨®. Pit¨¦ tres penaltis en ese partido. Hubo muchos pa?uelos en la grada y la gente estaba muy alterada, encendida. Tanto es as¨ª que en el descanso Zubizarreta, que yo me entren¨¦ con el Athletic de Bilbao en Lezama y por tanto con ¨¦l durante muchos a?os, vino hacia m¨ª y me dijo: ¡°Tranquilo, no pasa nada, aqu¨ª estoy yo para cubrirte¡±. Y me acompa?¨® hasta entrar en el t¨²nel de vestuarios aguantando todo lo que nos tiraron.
Un fallo l¨®gico. El ¨²ltimo que pit¨¦ en ese partido de los tres penaltis en el que Zubizarreta me acompa?¨® al t¨²nel estuvo mal se?alado. Lo vi luego repetido en televisi¨®n. Creo que fue una falta sobre Julio Salinas. Iba en carrera y le tocaron un palmo fuera. Pero la inercia hizo que cayera en el punto de penalti. La bronca final fue la misma que al descanso. Impresionante.
Mendoza me recus¨®. Despu¨¦s de un partido que le pit¨¦ al Madrid en Barcelona recib¨ª una llamada muy importante de Mendoza, que al parecer no estaba muy contento porque reclamaba dos penaltis no pitados. El Bar?a tambi¨¦n hab¨ªa reclamado lo suyo. Pero el caso es que fue unos meses antes de la final de Copa en Mestalla entre el Madrid y el Bar?a (1990). Y Mendoza me dijo: ¡°No vas a pitar la final¡±. Todos los medios me daban como m¨¢ximo candidato. Pero me recus¨®... y no lo pit¨¦.
Schuster y Hugo eran conflictivos. Recuerdo que en un Cl¨¢sico, estando Schuster en el Madrid, me pidi¨® distancia en la barrera en una falta. Cuando estaba contando los pasos, Hugo S¨¢nchez chut¨®. Amonest¨¦ al mexicano y protest¨®. Y como no paraba de protestar airadamente le dije: ¡°?Ya que eres tan macho por qu¨¦ no levantas los brazos y te saco otra amarilla y te echo, aqu¨ª, en tu campo?¡±. Y se lo tuvo que llevar Schuster dici¨¦ndole: ¡°Vete, que ¨¦ste te echa¡±. Schuster tambi¨¦n era de los que hablaba mucho en el campo. Con ¨¦l me ocurri¨® un caso curioso del cual me arrepent¨ª. Fue en el Camp Nou, con Schuster de blanco. Me protestaba un gol del Bar?a por fuera de juego. Y yendo al centro le saqu¨¦ una amarilla. Luego, no quer¨ªa sacar y dec¨ªa: ¡°Saca t¨²¡±. Le mostr¨¦ la segunda. No se imaginan la que le cay¨® del p¨²blico mientras abandonaba el campo porque se hab¨ªa ido hac¨ªa poco tiempo al Madrid. Por mi decisi¨®n tuvo que o¨ªr aquella gran pitada.
Butrague?o. En un Bar?a-Madrid hizo el Buitre una entrada a destiempo y me ped¨ªan la roja. S¨®lo le amonest¨¦. Me preguntaron luego que por qu¨¦ no le hab¨ªa expulsado. Dije: ¡°A un jugador tan deportivo y educado como ¨¦l nunca le expulsar¨ªa¡±. Al d¨ªa siguiente me llam¨® Jos¨¦ Plaza, el jefe de los ¨¢rbitros, y me dijo: ¡°Por lo que has dicho vas a estar dos meses sin arbitrar. El reglamento es igual para todos¡±.
Contemporizar. En un Bar?a-Madrid hicieron una entrada muy fuerte a Julio Alberto. No s¨¦ si fue Stielike. Julio Alberto ten¨ªa mucho temperamento. Sali¨® corriendo tras ¨¦l. Pens¨¦ que le iba a agredir y le grit¨¦: ¡°?Julio!¡±. Y se par¨® en seco. Al rato pas¨® por detr¨¢s m¨ªa y me murmur¨®: ¡°Gracias Urizar por pararme, porque si no me tendr¨ªas que haber echado, seguro¡±.
Cunningham. Migueli acababa de salir de una lesi¨®n. Le hizo un entrad¨®n en el lateral a Cunningham, que cay¨® con la cara en la l¨ªnea y se le qued¨® grabada en el rostro. Le dije a Migueli: ¡°A la siguiente, tarjeta¡±. Y contest¨®: ¡°Una m¨¢s y ya no me complica la vida (por Cunningham). Resulta que me tengo que ganar el puesto otra vez¡±. A la siguiente vio la tarjeta...
V¨ªctor y Guardiola. La primera vez que tuve enfrente a Guardiola me di cuenta de la pasta que estaba hecho. Siendo ¨¦l un novato demostr¨® tener dotes de l¨ªder. Me sorprendi¨® c¨®mo hablaba. Fueron ¨¦l y V¨ªctor Mu?oz los dos jugadores que m¨¢s me calentaron los o¨ªdos con sus comentarios, ya fueran alabanzas o protestas. Hasta tal punto que en un Cl¨¢sico, cuando el bal¨®n se fue fuera, no dej¨¦ que Guardiola sacara y le dije: ¡°Toma, arbitra t¨² ya que tanto parece que sabes¡±.