El Ajax de los 70: el equipo que revolucion¨® el f¨²tbol
Un conjunto que invent¨® una nueva manera de jugar. Una en la que los defensas atacaban y los delanteros defend¨ªan. F¨²tbol total lo llamar¨ªan despu¨¦s.
Bayern y Dortmund dieron hace unos a?os en la Champions, en la final y en semifinales ante Bar?a y Real Madrid, varias exhibiciones que tardar¨¢n tiempo en olvidarse, m¨¢s en el caso del equipo azulgrana. Frente a los dos colosos espa?oles, los alemanes demostraron que ten¨ªan una marcha m¨¢s, que sus jugadores, con igual t¨¦cnica que la de los equipos espa?oles, lo hac¨ªan todo con mucha m¨¢s intensidad, con m¨¢s velocidad, anticip¨¢ndose casi siempre al pensamiento de los rivales. Tanto en el Bayern como en el Dortmund vimos a defensas que atacaban como delanteros y a delanteros que defend¨ªan como defensas. A centrocampistas que organizaban, atacaban y defend¨ªan. Todo en funci¨®n de qui¨¦n tuviera la posesi¨®n de la pelota. Al verlos atacar y defender con esa fiereza competitiva y con ese despliegue t¨¢ctico tan r¨¢pido, (le viene al pelo un t¨¦rmino alem¨¢n, blitzkrieg, que significa ¡°guerra rel¨¢mpago¡±), pens¨¦ si no est¨¢bamos ante una nueva revoluci¨®n en el mundo del f¨²tbol, similar a la que alumbr¨® el gran Ajax de los a?os 70. El 30 de mayo de 1972, Luiz Arnaiz elaboraba en AS Color un ¡°uno por uno¡±, al estilo Maldini, de aquel equipo holand¨¦s con nombre de guerrero mitol¨®gico (y de detergente) que iba a jugar la tercera final de la Copa de Europa de su historia. El Ajax hab¨ªa perdido la del 69 contra el Mil¨¢n (4-1), hab¨ªa ganado la del 71 ante el Panathinaikos entrenado por Puskas (2-0) y se dispon¨ªa a enfrentarse al Inter de Mil¨¢n de Facchetti, Mazzola y Boninsegna.
Ese Ajax de leyenda, liderado por Johan Cruyff, no s¨®lo ganar¨ªa esa final por 2-0 sino que tambi¨¦n se impondr¨ªa en la siguiente de 1973 a la Juventus, dejando un equipo para la historia, un aut¨¦ntico equipazo que podr¨ªa ser considerado como la bisagra entre el f¨²tbol antiguo y el f¨²tbol moderno. Aquel Ajax de los 70 no surgi¨® de la nada, como bien recuerda Guardiola siempre que puede, sino que en su nacimiento fueron claves cuatro personajes fundamentales en la historia del club holand¨¦s: Jack Reynolds (1881-1962), Rinus Michels (1928-2005), Johan Cruyff (1947-2016) y Stefan Kovacs (1920-1995). Tres entrenadores y uno de los cuatro grandes del f¨²tbol mundial.
Por orden cronol¨®gico, Jack Reynolds fue un ingl¨¦s de Manchester, extremo derecho del City y de varios otros equipos que, tras colgar las botas, entren¨® en Suiza y se instal¨® en Holanda. En el Ajax estuvo 27 a?os repartidos en tres etapas: 1915-25, 1928-40 y 1945-47. En ese tiempo, sent¨® las bases de lo que 20 a?os m¨¢s tarde se conocer¨ªa como F¨²tbol Total. Reynolds puso a toda la cantera del club holand¨¦s, de la que tambi¨¦n se ocupaba, a trabajar con un mismo patr¨®n de juego, vistoso, ofensivo, basado en extremos muy veloces y h¨¢biles. Los futbolistas conectaban entre s¨ª a base de r¨¢pidos pases, a un toque o dos toques, para lograr desordenar al rival. Los equipos m¨¢s atractivos y potentes de la ¨¦poca de Reynolds fueron el Wunder team austriaco de los a?os 30 y la fant¨¢stica Hungr¨ªa de mitad de los 50 y es de suponer que copiar¨ªa bastante de su funcionamiento. El legado de Reynolds puede apreciarse hoy d¨ªa en De Toekomst (¡°El Futuro¡±, en espa?ol), la f¨¢brica donde se forman los jugadores del Ajax, la sede de su cantera. Las paredes de su interior est¨¢n forradas con im¨¢genes y datos de todos los jugadores que han llegado al primer equipo y que recuerdan un concepto crucial para llevar a cabo esta idea: no olvidar, si somos lo que somos es gracias a ellos. La filosof¨ªa del juego se resume en una sigla y cuatro palabras. TIPS, que viene de Technical, Intelligence, Personnality y Speed. Traducido ser¨ªa que todo el que entra en el Ajax debe tener la t¨¦cnica, inteligencia, personalidad y velocidad suficiente como para formar parte del primer equipo en el futuro. Rinus Michels, por su parte, entr¨® en el Ajax en 1940. Jugaba de delantero y subi¨® al primer equipo en 1946, en la ¨²ltima etapa de Reynolds como entrenador. En este caso, el disc¨ªpulo super¨® al maestro. Como ven, tanto en el caso del Ajax, como ocurre en la actualidad en el Bar?a, lo que importa es la idea. Y transmitirla. Y desarrollarla en el tiempo. Michels era de ?msterdam y estuvo toda su carrera en el club de su vida, hasta que una lesi¨®n en la espalda le puso fin en 1958, tras marcar 122 goles en 264 partidos. Siete a?os despu¨¦s de su retirada, en 1965, sin tener ninguna experiencia previa como entrenador, se hizo cargo del primer equipo. Entonces, qui¨¦n lo dir¨ªa poco despu¨¦s, el Ajax peleaba por no descender a Segunda. Un par de meses antes de su llegada al banquillo, acababa de debutar en el equipo un jovenc¨ªsimo Cruyff de 17 a?os, que hab¨ªa entrado en el club a los 10. Michels fue el que puli¨® aquel cuerpo flaco y desgarbado, de aspecto endeble, hasta convertirlo en uno de los cuatro mejores futbolistas de la historia. Los dos juntos, uno en el banquillo y otro en el campo, formaron un t¨¢ndem (al que despu¨¦s se unir¨ªa como continuador de la idea el rumano Kovacs en el banquillo) que asombrar¨ªa a Europa y al mundo por su revolucionaria concepci¨®n del juego.
Hasta la aparici¨®n de aquel gran Ajax, la mayor¨ªa de los equipos jugaban con las posiciones bien definidas: un portero, algunos defensas, pocos centrocampistas y muchos delanteros. Con algunas excepciones (Di St¨¦fano, Kubala o Su¨¢rez, que se manejaban por muchas partes del campo), todos ten¨ªan su papel y su espacio, pero nadie se met¨ªa en el de los dem¨¢s. Lo m¨¢s revolucionario de aquel Ajax es que todos sus jugadores atacaban y todos defend¨ªan. La defensa sacaba la pelota jugada desde atr¨¢s con extrema facilidad y, a partir de ah¨ª, se organizaba el juego de ataque. En su primer entrenamiento, cuando se hizo cargo del equipo, Michels se dirigi¨® a sus j¨®venes jugadores y les dijo: ¡°Vamos a organizar un estilo de juego al que llamaremos pressing football. Vamos a acosar sin tregua ni respiro al adversario para recuperar la posesi¨®n del bal¨®n y no ceder a ning¨²n precio la iniciativa del ataque al contrincante, contando con dos requisitos b¨¢sicos: un esp¨ªritu de lucha inquebrantable y una perfecta preparaci¨®n f¨ªsica, sin los cuales el sistema se derrumbar¨ªa irremediablemente¡±. El 4-3-3 en el que formaban los jugadores del Ajax, su movilidad, el pressing que ejerc¨ªan, lo bien que ejecutaban la trampa del fuera de juego y el continuo intercambio de roles que practicaban les permit¨ªan monopolizar el bal¨®n y progresar por todas partes del campo sembrando el desconcierto en los adversarios. Atacaban como los ¨¢ngeles, pero tambi¨¦n defend¨ªan como demonios, algo nunca visto antes.
El mejor de aquel equipo era Cruyff, sin duda, pero a su lado tambi¨¦n brillaron jugadores importantes como Krol, Haan, M¨¹hren, Neeskens, Keizer o Rep. Antes de jugar su primera final de la Copa de Europa en 1971, aquel equipo ya hab¨ªa apuntado que pod¨ªa hacer cosas importantes. Por ejemplo, en el verano de 1966, la Selecci¨®n Espa?ola que estaba concentrada en Galicia en v¨ªsperas del Mundial de Inglaterra lo sufri¨® en un amistoso de preparaci¨®n. Como cont¨® Alfredo Rela?o en un art¨ªculo de El Pa¨ªs, el nombre del Ajax sonaba a guasa en la Espa?a de entonces. Hab¨ªa un detergente que se llamaba as¨ª. Y nuestra Selecci¨®n hab¨ªa ganado la Eurocopa de 1964. Pero los holandeses llegaron a A Coru?a, se entrenaron nada m¨¢s bajar del avi¨®n y ganaron al d¨ªa siguiente por 1-2. Pirri reconoci¨® que era la primera vez que se ve¨ªan ante el juego de presi¨®n, ante la carrera de los delanteros para cegar la salida a los defensas, ante el movimiento al mismo tiempo de todo el equipo y ante la trampa del fuera de juego.
Todas esas novedades tambi¨¦n castigaron con severidad al Liverpool de Bill Shankly en los? octavos de final de la Copa de Europa 66-67 (5-1 en ?msterdam y 2-2 en Inglaterra). Y el Real Madrid pas¨® las de Ca¨ªn para eliminarles a la temporada siguiente, 67-68: 1-1 en ?msterdam, otro 1-1 en el Bernab¨¦u y gol heroico de Veloso en la pr¨®rroga. Cruyff marc¨® en el Bernab¨¦u, lanz¨® un tir¨® al palo y sembr¨® el terror durante todo el partido. El Madrid pas¨® de milagro.
La siguiente haza?a de aquel Ajax fue llegar a la final de la Copa de Europa por primera vez en su historia. Tras eliminar al Nuremberg, Fernerbah?e, Benfica y Spartak Trnava, se present¨® de nuevo en el Bernab¨¦u para enfrentarse al Mil¨¢n de Rivera, Trappatoni, Cudicini y compa?¨ªa. El equipo holand¨¦s pag¨® su falta de experiencia y cay¨® por 4-1 con tres goles de Pierino Patri. El Ajax perdi¨®, s¨ª, pero hab¨ªa mostrado a Europa otra forma de jugar.
Cruyff empezaba a dar sus primeras exhibiciones de poder, como en el partido de desempate ante el Benfica, cuando marc¨® dos de los tres goles de su equipo, y la derrota en esta final no dej¨® ninguna huella. Las bases para asombrar al mundo estaban ah¨ª y s¨®lo faltaba la? confirmaci¨®n, que llegar¨ªan con la victoria en tres Copas de Europa de forma consecutiva: 1971, 1972 y 1973. A ellas se sumar¨ªan seis de ocho ligas posibles entre 1966 y 1973 y cuatro Copas de Holanda, adem¨¢s de otros t¨ªtulos menores. Como en el caso del Bar?a y la Selecci¨®n Espa?ola, aquel Ajax tambi¨¦n fue la base de la Holanda que jug¨® dos finales de la Copa del Mundo (1974 y 1978) y que pas¨® a la historia con el sobrenombre de la Naranja Mec¨¢nica.
En la primera de aquella triolog¨ªa de Copas de Europa, tras eliminar al Tirana, Basilea y Celtic, el Ajax se enfrent¨® en semifinales al Atl¨¦tico de Madrid. ¡°Los Beatles del bal¨®n¡± (as¨ª les llamaban en la portada de AS del 14 de abril de 1971) llevaron 8.000 aficionados al Calder¨®n y se trajeron a su propio cocinero. ¡°S¨®lo nos falta el refrendo de la Copa de Europa para considerarnos los mejores¡±, dec¨ªa Michels en la previa. El Atl¨¦tico, que ten¨ªa un gran equipo entonces, consigui¨® derrotarles en la ida por 1-0 (gol de Irureta), pero en la vuelta, reci¨¦n perdida la Liga, que fue a parar al Valencia en una ¨²ltima jornada de infarto, se vio ampliamente superado por 3-0, con tantos de Keizer, Suurvier y Neeskens. En la final de Wembley, esperaba un sorprendente Panathinaikos griego entrenado por Puskas, que poco pudo hacer. Van Dijk y Haan marcaron los goles del 2-0 y el Ajax se coron¨® por primera vez como el mejor equipo del continente. Rinus Michels consider¨® entonces que su ciclo, esa palabra de moda ¨²ltimamente, hab¨ªa terminado y fich¨® por el Bar?a. Este fue su ¨²ltimo partido como entrenador del Ajax.
Pero el ciclo del equipo holand¨¦s no hab¨ªa terminado a¨²n. Johan Cruyff acababa de ganar su primer Bal¨®n de Oro. Y le quedaban otros dos, conseguidos tras volver a ganar sendas Copas de Europa. El sustituto de Michels era un desconocido: Stefan Kovacs, un t¨¦cnico rumano procedente del Steaua de Bucarest que, parad¨®jicamente, incluso mejor¨® la obra de su antecesor sin apor tar grandes novedades. ¡°?Qu¨¦ pod¨ªa decirles yo a Cruyff o a Neeskens? Absolutamente nada. S¨®lo les dejaba jugar¡±, sol¨ªa decir el rumano. En su primer a?o al frente del equipo lo gan¨® todo: Liga, Copa, Copa de Europa, Supercopa de Europa e Intercontinental. En la entrevista que Luis Arn¨¢iz le hizo en los d¨ªas previos a la final de la Copa de Europa de 1972 contra el Inter de Mil¨¢n, Kovacs describ¨ªa as¨ª a su equipo y su peque?a aportaci¨®n: ¡°Antes practic¨¢bamos un f¨²tbol distinto. Es posible que fuera m¨¢s fuerte. M¨¢s atl¨¦tico, m¨¢s centroeuropeo. Eso en Holanda gusta. Los aficionados est¨¢n acostumbrados a estas cosas. Pero yo quiero que ellos sean como los Globetrotters, altos y con un juego de fantas¨ªa. El equipo tiene que latinizar su f¨²tbol. Eso le convertir¨¢ en espectacular. Hasta ahora ha sido mec¨¢nico¡±. Admirador del Real Madrid de Miguel Mu?oz, Kovacs, le pidi¨® al equipo que no fuera tan previsible y tambi¨¦n reubic¨® a su gran estrella: ¡°Antes, con Michels, Cruyff jugaba de punta. Ahora construye juego en el medio campo para irse adelante cuando cree que puede ser conveniente. Yo quiero convertirle en una especie de Di St¨¦fano. Armador y goleador. Y condiciones tiene¡±.
?Y vaya s¨ª las ten¨ªa! Tras eliminar al Dinamo Dresden, Marsella, Arsenal y Benfica, el Ajax se impuso en la final de la Copa de Europa de 1972 al catenaccio del Inter de Mil¨¢n con dos goles de Cruyff, que alcanzaba as¨ª el c¨¦nit de su carrera a los 25 a?os. En? septiembre de aquel a?o, el equipo levant¨® la Supercopa de Europa contra el Glasgow Rangers (3-1 y 2-3) y culmin¨® su gran a?o alzando la Intercontinental ante el Independiente argentino (1-1 en Buenos Aires y 3-0 en ?msterdam).
La temporada siguiente fue una copia de la anterior. En la Copa de Europa, el Ajax elimin¨® al CSKA Sof¨ªa y al Bayern M¨²nich, al que vapule¨® 4-0 en ?msterdam. Ojo, ese Bayern ya ten¨ªa a los Maier, Schwarzenbeck, Beckenbauer, Breitner, Hoeness y M¨¹ller que tomar¨ªan el relevo al equipo holand¨¦s en la supremac¨ªa del f¨²tbol europeo. En semifinales los holandeses se enfrentaron al Real Madrid de Miguel Mu?oz en el banquillo y de los Pirri, Vel¨¢zquez, Amancio y Santillana en el campo. Ante un equipo que parec¨ªa invencible, el Madrid aguant¨® en ?msterdam hasta bien entrada la segunda parte, pero le llegaron seguidos dos goles de Hulshoff y Krol. Pirri, a siete minutos del final, marc¨® de falta y puso esperanza para la vuelta. El Bernab¨¦u se llen¨® a reventar confiando en la remontada, pero el Madrid, que jug¨® de rojo, volvi¨® a caer 0-1 (gol de Murhen) y se llev¨® una decepci¨®n enorme. El adversario en la final fue la Juventus de Zoff y Capello, entre otros. En una p¨¦sima final, un gol de Krol a los cinco minutos bast¨® para que el equipo holand¨¦s ganase su tercera Copa de Europa consecutiva. Se cumpl¨ªa, una vez m¨¢s, una m¨¢xima que Cruyff repet¨ªa desde entonces, como si fuera un mantra a quien quisiera escucharle: ¡°Si nosotros tenemos la pelota, el rival no puede marcar¡±.
Ese mismo verano comenz¨® la desintegraci¨®n de este m¨ªtico equipo. Cruyff, en guerra con el presidente Van Praag, forz¨® su traspaso al Barcelona por un mill¨®n de d¨®lares de la ¨¦poca, r¨¦cord mundial por entonces (unos 400.000 euros ahora), y Kovacs se hizo cargo de la selecci¨®n francesa. Al a?o siguiente, Neeskens tambi¨¦n acab¨® en el Bar?a. En 1975, Van Dijk fich¨® por el Murcia y Haan, por el Anderlecht belga. Rep y Muhren se fueron al Valencia y al Betis, en 1976. Este gran Ajax todav¨ªa tendr¨ªa un epitafio ilustre en el 6-0 que se llev¨® el Mil¨¢n en la Supercopa europea de 1973, pero para volver a ganar la Orejona tuvo que esperar 22 a?os, ya con Van Gaal, y la generaci¨®n de los De Boer, Davids, Overmars y Kluivert.
¡°Cada dos d¨¦cadas, al club le toc¨® pasar un periodo de reconstrucci¨®n y as¨ª lleg¨® a lo m¨¢s alto¡±. Esta frase es de Sjaak Swart, un extremo que coincidi¨® con Cruyff, conocido como M¨ªster Ajax.