Julio: "Dar¨ªa lo logrado cantando por ser portero del Madrid"
En el a?o 1959 le fich¨® el Juvenil madridista, pero tuvo que colgar los guantes tres a?os despu¨¦s por un grave accidente de tr¨¢fico.
"Al final las obras quedan, las gentes se van, otras que vienen las continuar¨¢n¡ la vida sigue igual...¡±. As¨ª acababa la canci¨®n que lanz¨® al estrellato a Julio Iglesias en 1968 y que un a?o m¨¢s tarde inmortaliz¨® en la gran pantalla en ¡®La Vida sigue igual¡¯. En el film se interpretaba a s¨ª mismo como el portero suplente del Real Madrid que, tras un brutal accidente de coche, ten¨ªa que cambiar los guantes por la canci¨®n. Mucha gente pensar¨¢ hoy, tantos a?os despu¨¦s, que aquello era idea de un guionista imaginativo: pues no, Julio Iglesias lleg¨® a ser guardameta del Juvenil y del equipo amateur blanco entre 1959 (fich¨® el 12 de noviembre) y septiembre de 1963.
Parece que el destino de Julio Iglesias siempre ha sido, irremediablemente, el estrellato. Qui¨¦n sabe si hubiera podido saborearlo defendiendo una porter¨ªa madridista en aquella Copa de Europa de los Ye-y¨¦s en 1966. Pero no, ha sido sobre un escenario, y ahora, m¨¢s de 50 a?os despu¨¦s, Julio es el Elvis de la canci¨®n latina con 300 millones de discos vendidos por todo el planeta. En ese viaje hacia el olimpo de la m¨²sica nunca ha olvidado aquellos d¨ªas en que se pon¨ªa la zamarra con el escudo blanco. El 29 de junio de 1971, siendo ya una celebridad tras brillar en Eurovisi¨®n 1970, Julio pas¨® por las p¨¢ginas del AS Color. Futbolero ac¨¦rrimo y atajando un esf¨¦rico en Chamart¨ªn, dej¨® un titular para la posteridad: ¡°Dar¨ªa todo lo que he conseguido cantando por ser el portero titular del Real Madrid¡±.
Un casi imberbe Julio Iglesias fantaseaba con poder hacer estiradas de fotograf¨ªa en los partidillos de los jueves contra el primer equipo. ?l, con 17 a?os, defendiendo el arco del Juvenil. Enfrente, Di St¨¦fano, Puskas y Gento. Estos dos ¨²ltimos eran los que pegaban el bal¨®n ¡°m¨¢s fuerte¡±, y el h¨²ngaro, adem¨¢s de ser ¡®Ca?oncito Pum¡¯, ¡°la pon¨ªa donde le daba la gana¡±. Unas experiencias bajo palos que recre¨® en aquella pel¨ªcula, donde colabor¨® el Madrid, que prest¨® el Bernab¨¦u y la plantilla para un cameo. En la primera escena de la pel¨ªcula, Antonio Betancort se lesiona la clav¨ªcula y Miguel Mu?oz llama a su segundo portero: ¡°Julio, ma?ana vienes con el equipo a Navacerrada¡±. El cantante se acerca al portero canario para consolarlo: ¡°Que no sea nada, Antonio, pero tantas ganas de jugar¡¡±. Betancort, dolorido, le echa un capote: ¡°?A lo mejor es tu oportunidad!¡±.
En aquella entrevista de 1971, Julio Iglesias lanzaba una reflexi¨®n que ahora, seguro, le har¨ªa reir. ¡°?Qu¨¦ si la vida de un cantante es m¨¢s larga que la de un futbolista? No, no lo es. Un futbolista que se cuide puede permanecer diez o doce a?os en un equipo, mientras que es casi imposible mantenerse ese mismo tiempo como cantante, por muy bueno que seas¡¡±.? Julio se quit¨® la raz¨®n. Su ¨¦xito no le ha hecho cortar amarras con el Madrid. Logr¨® salir a hombros de ¡®su¡¯ casa, el Bernab¨¦u, con llenazos en sus conciertos de 1983 y 1989. Amigo personal de Florentino P¨¦rez, entre sus fans hay exmadridistas como Roberto Carlos, que le considera su cantante favorito, o Cristiano Ronaldo, que, siendo jugador del Manchester United, le vio en primera fila en un recital en Portimao, en el verano de 2008. En pleno culebr¨®n con su posible fichaje, Julio le lanz¨® un cebo: ¡°Si ficha por el Madrid, le canto gratis¡±.
Un madridismo que, a buen seguro, le hubiera llevado a invertir en el Real Madrid si la entidad? fuera una SAD (Sociedad An¨®nima Deportiva). No le dan miedo esas aventuras: en 1986 se lanz¨® a comprar el cinco por ciento de la franquicia de Miami Heat. Hace a?os, cuando los rumores de una expansi¨®n de la NBA a Europa azotaron con m¨¢s fuerza los mentideros del baloncesto continental, le aconsej¨® ¡®sotto voce¡¯ a Florentino P¨¦rez que se uniera al proyecto. ¡°Comprar acciones de los Heat fue la mejor inversi¨®n de mi vida¡±, le coment¨® en privado, ¡°si el Madrid de baloncesto entra como franquicia, estar¨ªa dispuesto a aportar el 40 por ciento¡±.
Julio vive hoy a caballo entre Am¨¦rica y Europa, pero el traj¨ªn de su vida de superestrella no le impide forofear sobre el Madrid como cualquier otro hincha. En 2002 se ofreci¨® para jugar un partido de estrellas del espect¨¢culo con motivo del Centenario, pero al final no fragu¨®. Hace lo imposible por estar al tanto, a trav¨¦s de internet, de la actualidad madridista y ve los partidos por televisi¨®n. Se declara ¡®mourinhista¡¯ convencido: ¡°Tiene mucho car¨¢cter, es un campe¨®n, es apasionado, tiene mala leche y me gusta que la tenga¡±. Y tiene dos favoritos: ¡°Cristiano es una joya y siento una gran admiraci¨®n por Casillas¡±.
La entidad de Concha Espina siempre ha sentido a Julio Iglesias como uno de los suyos y le honr¨® como tal al nombrarle socio de honor por su reconocido madridismo y ser ¡°durante a?os la gran referencia de la m¨²sica de nuestro pa¨ªs y un icono forjado por un esp¨ªritu de superaci¨®n¡±. Un premio que le lleg¨® m¨¢s de medio siglo despu¨¦s de colgar los guantes de cancerbero madridista¡