366 Historias del f¨²tbol mundial | 2 de febrero
Catania-Palermo: el calcio para por un polic¨ªa muerto (2007)
La peor fama del f¨²tbol mundial la tienen los hooligans ingleses por sus algaradas masivas, algunas de consecuencias terribles, como aquella de Heysel (v¨¦ase el d¨ªa 29 de mayo). Pero Italia ha sufrido un problema parecido, que peri¨®dicamente ha salpicado de cr¨ªmenes el calcio, tan controlado y cient¨ªfico sobre el campo, tan pasional fuera. Los causantes de los m¨¢s graves incidentes son los llamados tepisti, j¨®venes armados dispuestos a todo, que se citan por Internet para atacarse mutuamente en encuentros violentos, pero que se unen ante lo que consideran un enemigo com¨²n: la polic¨ªa. El mismo d¨ªa en que se produc¨ªan los hechos que m¨¢s adelante se relatan, sendas pancartas en Livorno y en Perugia ped¨ªan todav¨ªa ?Vendetta por Spagnolo?. Spagnolo era un joven ultra fallecido en un incidente con la polic¨ªa tras un G¨¦nova-Mil¨¢n doce a?os antes, en 1995.
El d¨ªa de Santa ?gata, patrona de Sicilia, se enfrentaron los dos equipos principales de la isla, el Catania y el Palermo. Hay color, humo, pancartas, agitaci¨®n y violencia, mucha violencia. De resultas de la misma fallece un polic¨ªa, de nombre Filippo Racitti, de treinta y ocho a?os, v¨ªctima de una atrocidad que en Italia se llama ?bomba carta?. Es una especie de bomba de mano casera, consistente en un petardo de grandes dimensiones rodeado de p¨®lvora y a su vez envuelto en un papel de gran grosor rociado de gasolina. Se le enciende la mecha y se arroja. Uno de estos fue arrojado por la ventanilla del coche de polic¨ªa en el que estaba Filippo Racitti, que falleci¨® en el acto. Seg¨²n los primeros s¨ªntomas, por asfixia, seg¨²n la autopsia, por trauma abdominal y fractura m¨²ltiple del h¨ªgado.
Algunos primeros testimonios se?alaron que la bomba carta habr¨ªa entrado por la ventanilla del coche por casualidad, lanzada desde la grada del campo hacia la calle, sin m¨¢s objeto que provocar ruido. Pero se daba una coincidencia siniestra y sospechosa: el polic¨ªa fallecido hab¨ªa testificado una semana antes en un juicio contra dos ultras, lo que hizo pensar en una vendetta. Un compa?ero del fallecido denunci¨®: ?Nos tendieron una emboscada. ?bamos persiguiendo a un peque?o grupo cuando aparecieron ultras del Catania por todos lados. El humo hizo la atm¨®sfera irrespirable. Yo me desmay¨¦?. Tras su testimonio hay veintid¨®s detenidos y se buscan conexiones entre los grupos ultras y la mafia.
El esc¨¢ndalo en Italia es may¨²sculo. Romano Prodi, primer ministro, anuncia medidas ?en¨¦rgicas y rotundas?, el comisario interventor de la Federaci¨®n, Luca Pancalli, informa de que ?hasta que no haya garant¨ªas no volver¨¢ a haber f¨²tbol?, Sergio Campana, presidente del sindicato de futbolistas, pide un a?o de paralizaci¨®n del calcio y el ya ex presidente del Catania, Antonino Pulvirenti, destituido por los hechos, se?ala que ?lo que deber¨ªa hacerse es prohibir el f¨²tbol en Sicilia?.
Pero todo se quedar¨¢ en una jornada de interrupci¨®n del campeonato. Y siguieron por aqu¨ª y por all¨¢ las pancartas contra la polic¨ªa.