366 Historias del f¨²tbol mundial | 14 de enero
Cae Miguel Mu?oz despu¨¦s de trece a?os (1974)
Durante los primeros a?os de su mandato, y aun los no tan primeros, Santiago Bernab¨¦u hab¨ªa sido un devorador de entrenadores. Pocos le duraban m¨¢s de un a?o, casi ninguno m¨¢s de dos. Pero en 1959 encontr¨® por fin en Miguel Mu?oz a un hombre de quien fiarse. Mu?oz, madrile?o, hab¨ªa sido jugador del club durante muchos a?os. ?l fue el capit¨¢n que recogi¨® las dos primeras copas de Europa. Luego, un jovenc¨ªsimo Santisteban le fue discutiendo el puesto. En 1958, Mu?oz ya ten¨ªa treinta y seis a?os y un d¨ªa se vio en el cine, en el nodo, y eso le decidi¨® a retirarse, seg¨²n contaba siempre. ?Me vi viejo y cul¨®n, con ese pantalonazo blanco, en esa pantalla en blanco y negro tan grande¡ Pens¨¦: estoy haciendo el rid¨ªculo?. En la temporada 1959-1960 entren¨® al Plus Ultra, filial del Madrid, y a mediados de la siguiente, en abril, Bernab¨¦u le elev¨® al primer equipo para sustituir a Fleitas Solich, entrenador paraguayo, con el que se fue Did¨ª. El Madrid fich¨® a Del Sol y gan¨® ya con Mu?oz su quinta Copa de Europa, con aquel 7-3 al Eintracht, y su primera Intercontinental, con el 5-1 en el partido de vuelta, al Pe?arol.
Luego, Mu?oz administr¨® la digna decadencia de la ?generaci¨®n Di St¨¦fano? (dos finales perdidas) y renov¨® con ¨¦xito el equipo, tirando de gente joven de la cantera o de buenos fichajes espa?oles. Gan¨® otra Copa de Europa con ellos. Pero la segunda renovaci¨®n se le atasc¨® un poco. Para la 1973-1974 se admitieron de nuevo los extranjeros. El Madrid fich¨® a Netzer y a Pinino Mas, que anduvieron regular, tirando a mal. El Bar?a, a Cruyff, al que hab¨ªa que echarle un galgo. En la plantilla del Madrid hab¨ªa descontento, porque Netzer era perezoso y ego¨ªsta en su juego y Mas no aportaba nada. El Bar?a se iba en la tabla y el p¨²blico, harto de ver a Mu?oz tantos a?os (ya catorce temporadas) hizo cl¨¢sico el grito de ??Fuera Mu?oz, fuera Mu?oz!? en los partidos de casa. En el primer partido de la segunda vuelta el Madrid pierde en casa del colista, el Castell¨®n, y el Bar?a se va a ocho puntos, cuatro partidos, porque entonces las victorias solo val¨ªan dos puntos. El Madrid ratifica esa misma noche en nota p¨²blica a Mu?oz, pero¡
Pero al d¨ªa siguiente cae. De ah¨ª viene aquello de que la ratificaci¨®n es destituci¨®n segura. En realidad, Mu?oz se hab¨ªa presentado a Bernab¨¦u ofreciendo su dimisi¨®n. El patriarca blanco declarar¨ªa despu¨¦s: ?A m¨ª no me gusta ver sufrir a la gente y Miguel Mu?oz lleva sufriendo mucho tiempo; no hay m¨¢s que ver su aspecto. No he tenido m¨¢s remedio que aceptar su dimisi¨®n. Esto no pod¨ªa prolongarse, pero deja entre nosotros un recuerdo imborrable?. Mu?oz se iba tras veinticinco a?os, en los que hab¨ªa ganado como jugador tres copas de Europa y dos ligas, y como entrenador, nueve ligas, dos copas de Europa, dos copas de Espa?a y una Intercontinental. Le sustituy¨® Molowny, en su primera tarea como entrenador. Se comi¨® un 0-5 del Bar?a de Cruyff en el Bernab¨¦u, pero gan¨® la Copa, con un 4-0 en la final sobre el propio Bar?a. Mu?oz, por su parte, seguir¨ªa su carrera como entrenador en el Granada (donde descubri¨® que los ¨¢rbitros ayudaban al Madrid), en el Sevilla y en la selecci¨®n, en la que vivi¨® un buen per¨ªodo, con una final de la Eurocopa y un buen Mundial de M¨¦xico, en el que, con una selecci¨®n que gust¨® mucho, cay¨® en cuartos ante B¨¦lgica en los penaltis.