Samitier deja el Barcelona ?por el Real Madrid! (1933)

Pepe Samitier fue el primer gran genio del f¨²tbol espa?ol, descontado Zamora, el glorioso guardameta. Contempor¨¢neo de este, naci¨® en Barcelona y cubri¨® una gloriosa ¨¦poca del f¨²tbol de aquel club, en el que se mantuvo como titular desde 1919 hasta 1932. Fue, por supuesto, estrella de la selecci¨®n nacional, en cuya primera alineaci¨®n, en 1920, ya figur¨®. Jugaba de medio, de interior o de delantero centro, era muy t¨¦cnico y muy ¨¢gil, c¨¦lebre por sus saltos y su elasticidad para levantar el pie m¨¢s que nadie y controlar el bal¨®n donde nadie llegaba. Le apodaron ?L¡¯home llagosta?, el hombre langosta, por su figura estilizada rematada por un flequillo en punta. Fue amigo de Gardel, de Chevalier, de los grandes de la ¨¦poca. M¨¢xima popularidad e inteligencia y simpat¨ªa incomparables. Amigo de Santiago Bernab¨¦u, tambi¨¦n.

Bernab¨¦u era entonces secretario general del Madrid, a cuya expedici¨®n acompa?¨® para el partido de liga (sexta jornada) que se disputar¨ªa en Barcelona el 1 de enero. S¨ª, el 1 de enero. Entonces era as¨ª. Samitier, que hab¨ªa pasado ya la treintena y empezaba a tener detractores, hab¨ªa recibido el 28 de diciembre una comunicaci¨®n oficial por la que se le anunciaba que el club deseaba prescindir de ¨¦l y le autorizaba a irse a cualquier otro equipo, sin restricciones. Por supuesto, no iba a jugar el partido. El Bar?a hab¨ªa tenido una mala temporada anterior, en la que le ech¨® de la Copa el Betis con un estruendoso 4-0, mientras que en la liga acab¨® cuarto. As¨ª que estaba en un proceso de renovaci¨®n. La decisi¨®n del club, que Samitier ya hab¨ªa recibido, era ofrecerle la baja.

Pero Bernab¨¦u lo considera a¨²n aprovechable y le da l¨¢stima verle alica¨ªdo, desplazado. Adem¨¢s, son amigos desde hace mucho tiempo, son dos de las grandes personalidades del f¨²tbol de la ¨¦poca. Habla con ¨¦l, le pregunta si quiere fichar por el Madrid y Samitier le dice que s¨ª, firma la baja en el Barcelona el d¨ªa 5 y el d¨ªa 7 se produce el acto de la firma por el Madrid, acto cuya foto es la sensaci¨®n en los peri¨®dicos del d¨ªa siguiente. Tuvo que ser a¨²n m¨¢s que el fichaje de Figo, si se tiene en cuenta que est¨¢bamos en los d¨ªas revueltos de la preguerra civil y el valor simb¨®lico que ya se le adjudicaba al Bar?a.

No era el mismo ?Sami?, pero a¨²n gan¨® una liga y una Copa con el Madrid. La liga de ese a?o y la Copa del siguiente, que fue su ¨²ltimo partido. Y se cobr¨® su revancha marc¨¢ndole dos goles al Bar?a la primera vez que se enfrent¨® a ¨¦l, el 5 de marzo de ese mismo a?o. Y un gol m¨¢s la temporada siguiente. El Bar?a har¨¢ de nuevo una mala temporada en 1933-1934, en la que ni siquiera gana el campeonato catal¨¢n, que se lleva el Sabadell; en la Copa vuelve a caer ante el Betis y en la liga queda noveno, pen¨²ltimo de la clasificaci¨®n, mientras el t¨ªtulo es para el Madrid. La reconstrucci¨®n le llevar¨¢ m¨¢s tiempo.

Y la historia se repetir¨ªa m¨¢s adelante. En 1960 Samitier fue despedido del Bar?a otra vez. Entonces era secretario t¨¦cnico. Y, de nuevo, Bernab¨¦u le enrol¨® para su club.