Goleada a precio de saldo
Brutal paliza del Madrid a un Rayo que iba ganando once contra once. Despu谷s se qued車 con nueve por una imprudencia de Tito y un exceso de vista del 芍rbitro y abus車 la BBC: cuatro de Bale, tres de Benzema y dos de Cristiano. Zaragoza-Rayo en directo
Ben赤tez gan車 una semana para restaurar, probablemente en falso, el sosiego en el Madrid en un partido que result車 un western y que entreg車 estruendosamente el Rayo por una majader赤a de Tito y un exceso de celo de Iglesias Villanueva. Hasta aquellos dos truenos perd赤a el equipo de Ben赤tez, nuevamente azotado desde que su nombre apareci車 en el marcador, y clamaba el Bernab谷u contra el presidente y el equipo. Hasta Cristiano suplic車 paciencia. Despu谷s ya no hubo partido, simplemente una sucesi車n de goles del Madrid depreciad赤simos por la inferioridad num谷rica del Rayo, condenado a jugar una hora con nueve. La afici車n no le concedi車 honores a la goleada y se march車 con cierta sensaci車n de crisis mal curada. Ni la brutalidad del marcador evit車 que se aplazase, de nuevo, el acto de conciliaci車n entre la afici車n y los futbolistas blancos.
Y es que en la sacudida inicial fue mejor el Rayo, que se trag車 el gol de Danilo en el amanecer del partido en una contra mal le赤da y con el equipo a contrapi谷. Cristiano, Kroos y Bale prepararon la estocada del brasile?o. Pero a partir de ah赤 el equipo de Paco J谷mez tom車 la pelota y el partido, puso al p迆blico a su favor (es decir, en contra del Madrid), hizo dos goles en dos cabezazos, de Amaya y Jozabed, uno en un c車rner y otro en una gran penetraci車n de Lass, y estuvo al borde de un tercer tanto, del propio Jozabed, con parada salvadora de Keylor Navas. Una campanada en toda regla en un estadio sublevado al que hasta Cristiano pidi車 ayuda; el h芍bitat so?ado por el Rayo.
Y de repente Tito pis車 inexplicablemente una mina. Fue a un bal車n dividido de la peor forma posible, con la plancha por delante y dos palmos por encima del suelo. Caz車 a Kroos, que salv車 la tibia porque le cogi車 el lance en el aire. Ah赤 estuvo irreprochable Iglesias Villanueva mostrando la tarjeta roja. Era el minuto 14. Empat車 entonces el Madrid y casi de inmediato el Rayo pas車 de la hemiplejia a la tetraplejia. La visi車n selectiva del 芍rbitro capt車 un leve (e in迆til) agarr車n de Baena a Ramos y obvi車 el empuj車n previo, m芍s claro, del central a Ze Castro. Penalti gratuito, expulsi車n de Baena y tiro de gracia al partido.
Qued車 entonces un mundo para que la afici車n premiase a Lucas V芍zquez y Kovacic y para que la BBC se indigestase de goles. Con cuatro acab車 Bale, con tres Benzema y con dos? Cristiano. Antes y durante aquel abuso qued車 tiempo para apreciar cierta mejor赤a de Kroos y para comprobar que la izquierda de James es pieza clave en la cadena de montaje del equipo. Regal車 tres goles antes de marcharse entre la sentida ovaci車n de un estadio que no se conmovi車 con el equipo. Pocas veces tantos goles sirvieron para tan poco. Y Ben赤tez perdi車 la ocasi車n de purificar el ambiente d芍ndole alg迆n minuto a Isco.