Florentino intent¨® frenar el juicio por la modificaci¨®n de Estatutos

Pa?olada planetaria. Seiscientos millones de personas de todo el planeta, la audiencia estimada para el Cl¨¢sico, escucharon el grito que estall¨® en el Bernab¨¦u en varios momentos del partido: ¡°??Florentino, dimisi¨®n!!¡±. Alucinar¨ªan ante tal clamor popular contra su gesti¨®n. Muchos no sabr¨¢n que desde 2009 se ha gastado 833 millones de euros en fichajes (1.269 contando su primera etapa) y que se ha pulido diez t¨¦cnicos en doce a?os para acabar as¨ª. Pero el socio comienza a echar cuentas...

El viejo truco. Al t¨¦rmino del partido la megafon¨ªa del estadio casi hace estallar los t¨ªmpanos de los presentes con el himno. ?Se intentaba ocultar una pitada que fue hist¨®rica? Hist¨®rica fue tambi¨¦n la pa?olada de toda la grada, con gran parte de ella dirigi¨¦ndose al palco. Recapitulemos. En el Bernab¨¦u entran 84.000 personas: 65.000 de ellas son socios abonados. Una gran mayor¨ªa de esos 65.000 socios gritaron ?Florentino dimisi¨®n! y sacaron su pa?uelo. Una manera espont¨¢nea de expresarse, pensando, quiz¨¢, en que no pueden hacerlo en las urnas tras el ¨²ltimo cambio de Estatutos que hace casi imposible que haya Elecciones a la presidencia en el Madrid.

?Hay un juicio! El pr¨®ximo mi¨¦rcoles se celebrar¨¢ en el Juzgado 51 de Princesa el juicio que determinar¨¢ si ese cambio de Estatutos promovido por Florentino en 2012 vulnera el derecho de los socios a elegir y ser elegidos. Fue un grupo de socios, encabezado por Rafael Mart¨ªnez Campillo (de una pe?a de Callosa de Segura) quien los demand¨®. Si la Justicia les da la raz¨®n, habr¨ªa que volver a los Estatutos anteriores y convocar nuevas elecciones. Aquel cambio estatutario ahora demandado hac¨ªa referencia, entre otros conceptos, al n¨²mero de a?os de antig¨¹edad necesarios para presentarse a la presidencia (de 10 a 20) y al preaval, que ahora debe hacerse con patrimonio exclusivamente personal y ha de ser concedido por un banco espa?ol.

No lo ve claro. Florentino teme un fallo contrario a aquel cambio estatutario que le permiti¨® ser presidente en su ¨²ltimo mandato sin pasar por las urnas. Tanto, que ha intentado negociar dos veces con los demandantes para que se retiraran del proceso. La primera, en septiembre. La segunda, la semana pasada. Un registrador de la propiedad de Fuenlabrada llam¨® de parte de Florentino a uno de los demandantes, tambi¨¦n registrador, para ofrecerle un trueque: retirarse de un proceso que abri¨® el Madrid y que afecta a un integrante de esta pe?a de Callosa, que antes trabajaba en el Madrid como director de pe?as, a cambio de que retiraran la demanda de los estatutos. La respuesta fue tajante: no. Y hubo una segunda llamada: ¡°?Entonces, qu¨¦ os puede servir a cambio?¡±. La respuesta fue otra vez contundente: ¡°Nada, que se haga justicia¡±:

Habr¨¢ juicio. As¨ª que el mi¨¦rcoles habr¨¢ juicio, s¨ª. Qu¨¦ mal trago ayer para el presidente. Pa?olada y gritos de ?Florentino dimisi¨®n! en un d¨ªa tan especial, cuando estaba acompa?ado en el palco por gente tan ilustre como Mariano Rajoy o el ministro de Justicia, Rafael Catal¨¢.