El arte acaba con Inglaterra
La entrada de Nolito y un golazo de Mario Gaspar, segundo en dos partidos, llevaron al marcador la superioridad de Espa?a. Sentenci車 Cazorla y se lesion車 Thiago.

El partido dej車 dos verdades irrefutables: Espa?a es mejor que Inglaterra y el tercer lateral derecho de Del Bosque ha metido en dos partidos el doble de tantos que Diego Costa en diez. Tranquiliza lo primero e inquieta lo segundo. En cualquier caso, el tanto de Mario Gaspar justific車 el partido. Ante un pase elevado de Cesc improvis車, en posici車n y con recursos de nueve, un remate de volea en escorzo que super車 a Hart. Una obra de arte enmarcada, despu谷s, con un pase a la red de Cazorla y unos juegos malabares de Nolito que, unidos a los 100 partidos imbatido de Casillas, endulzaron un choque apacible.
Inglaterra ha pasado de las ruinas a las obras, pero a迆n no es Espa?a. De su lado estuvieron una firmeza defensiva que ha cultivado poco en los 迆ltimos tiempos, una buena ocupaci車n del campo y Sterling, peque?o diablo con velocidad, desmarque y una gran amplitud de miras en el juego. El resto fue de la Selecci車n, que a ratos pareci車 ensimismada con la pelota y que se aturdi車 un rato por la lesi車n de Thiago, el ilusionista, el gran candidato al principado de Xavi, pero que tuvo el partido en la mochila.
Del Bosque decidi車 apuntar con dos ca?ones, Diego Costa y Alc芍cer, a aquella caja fuerte? y encoger el acorde車n con Cesc e Iniesta, a los que la fuerza centr赤peta llev車 al interior para formar una especie de cuadrado m芍gico con Busquets y Thiago (luego Cazorla). Una invitaci車n al asalto de Mario y Jordi Alba que se qued車 a medias. La concentraci車n de centrocampistas le asegur車 embridar el partido, pero falt車 la alegr赤a y el alboroto que se espera de Thiago. Funcion車 lo de acercar la zona de p谷rdida a la de recuperaci車n y el pasar mucho tiempo en campo ingl谷s, pero sobr車 manoseo de pelota hasta que Nolito agit車 el duelo. Diego Costa se dej車 el pellejo jugando, al fin, a este lado de la ley pero la predisposici車n no le llev車 al gol. Dej車 dos remates desviados y brochazos de patriotismo, pero los principios generales de contabilidad dicen que conviene meter goles. Alc芍cer, que necesita menos espacio para hacer fortuna, se queda en casi nada sin el gol. Es jugador de apariciones contadas y si no cuajan, acaba por ser irrelevante. A ratos hubo cocodrilos en el 芍rea inglesa.
En el lado menos oscuro, Nolito al margen, estuvieron Iniesta, magn赤fico en sus aperturas y con un sentido m芍s aventurero que el resto de compa?eros de l赤nea, y Bartra, definitivamente el tercer hombre y con ese punto de dureza que los nost芍lgicos de la furia le requieren. Tambi谷n Busquets, siempre una soluci車n con y sin la pelota. En cualquier caso, el atrac車n de f迆tbol elaborado s車lo dio, en la primera mitad, para tres remates cruzados en exceso ante los que nada hubo de decir Hart. Uno de ellos llev車 la firma de Piqu谷, que se gan車 una ef赤mera ovaci車n en un mar (menos agitado que otras veces) de pitos.
Luego llegaron las buler赤as con Nolito, que tir車 dos ca?os y un tac車n y se puso el partido por montera, y el intento de Del Bosque de arrancarse m芍s de lejos con Mata por Diego Costa. La irrupci車n del jugador del Celta acobard車 a los ingleses y entonces llegaron los goles del alicantino Mario Gaspar, segundo en dos partidos, segundo en posici車n y con aire de delantero centro, y de Cazorla. Una magn赤fica forma de juntar el arte y el ensayo.