"Kazajist¨¢n est¨¢ invirtiendo mucho en el t¨¦cnico espa?ol"
Lo revela Adri¨¢n Romero, c¨®nsul de Espa?a en Astana. Muchos de los 100 espa?oles censados son entrenadores de f¨²tbol.
Astana es una ciudad a¨²n en construcci¨®n. Con gr¨²as por todas partes, en algunos sitios parece Sese?a; en otros, Las Vegas, por sus amplias avenidas y sus edificios fara¨®nicos, concentrados en la parte nueva, la moderna, esa que comenz¨® a levantarse cuando la capital se traslad¨® a esta ciudad en 1998, y empez¨® a crecer. Y se levant¨® toda la parte financiera, con edificios firmados por Norman Foster, la bola de acero del Baiterek o el Khan Shatyr, con forma de tienda de campa?a n¨®mada en cuya puerta, curioso, se venden helados. Pero ayer no los compraba nadie. Ayer fue el primer d¨ªa en que el r¨ªo Ishim, que escinde la ciudad en dos, amaneci¨® congelado.
Durante la noche, una nieve fina hab¨ªa cubierto la ciudad. ¡°Es el primer d¨ªa de fr¨ªo en Astana. Pero se esperaba. Ten¨ªa que venir. Hoy, ayer¡¡±. Habla Didar, un aficionado que, a primera hora de la ma?ana, camina por el hall del hotel buscando rojiblancos. ¡°Aqu¨ª son celebridades. Torres, Griezmann¡, pero sobre todo Simeone¡±, explica. ?l es de los pocos valientes que se ha aventurado a salir a una calle donde s¨®lo se ven coches, ventisca y barrenderos que arrancan la nieve de las aceras para echar sal.
¡°Aqu¨ª la vida es dif¨ªcil para cualquiera, un espa?ol o no¡±, cuenta el c¨®nsul de Espa?a en la ciudad, Adri¨¢n Romero. En el coraz¨®n de la estepa siberiana, sus term¨®metros oscilan 80 grados, de los 40? del verano, a los -40? del invierno. Ayer segu¨ªan marcando -11 y el suelo ya se ha congelado nueve metros bajo tierra. En Astana el viento, con trazas de hierro, cuartea los labios; se puede desayunar vodka (¡°usar en casos de emergencia¡±, avisa un pos-it en la botella), la comida t¨ªpica es la carne de caballo y no hay ning¨²n bar espa?ol. Aunque s¨ª espa?oles. Unos 100 inscritos en la Embajada. ¡°Y parece que todos ir¨¢n al partido¡±, dice Adri¨¢n.
En los ¨²ltimos d¨ªas, han recibido infinidad de llamadas preguntando. ¡°Que el Atl¨¦tico juegue aqu¨ª es un acontecimiento¡±. Una ciudad donde mandan los deportes de contacto y el f¨²tbol va para arriba. ¡°Muchos de los espa?oles que tenemos censados son, precisamente, entrenadores. Kazajist¨¢n est¨¢ invirtiendo mucho en el t¨¦cnico espa?ol¡±. Hay fervor por Espa?a y su f¨²tbol. En verano, es habitual ver a decenas de kazajos por la calle con la camiseta de La Roja. ¡°Y la de la estrella, la de despu¨¦s del Mundial¡±, apunta Adri¨¢n.
La Embajada est¨¢ en la parte antigua de la ciudad, a la espalda del hotel del Atl¨¦tico, eso que antes era Akmola. Y aqu¨ª hay m¨¢s vida, m¨¢s coches, m¨¢s gente, todos con sus gorros de pelo y sus botas de nieve. Justo detr¨¢s del hotel, a unos 20 metros, hay un estadio de f¨²tbol, peque?o, de puertas amarillas, tres gradas, las porter¨ªas y la nieve, que llena de silencio todos sus rincones: es donde el Astana, el rival hoy del Atl¨¦tico, jugaba antes de mudarse al Astana Arena, donde todav¨ªa se entrena cuando hace calor y la primavera espanta esa nieve que ayer comenz¨® a caer sobre la ciudad y que ya no se marchar¨¢ hasta marzo.