Caicedo rescata un punto en el minuto 94 con diez jugadores
El Espanyol empat¨® con uno menos en la ¨²ltima jugada de un partido que el Granada ten¨ªa ganado. Pau evit¨® poco antes la sentencia de Sucess.
La cultura anglosajona ha llegado a Cornell¨¤. No se disfraz¨® el Espanyol del equipo arrollador que arras¨® al Valencia, como pretend¨ªa Sergio, y s¨ª el Granada a candidato a eludir el descenso: los nazar¨ªes progresan y encadenan su cuarto empate. Pero lo terror¨ªfico de verdad fue la puesta en escena perica, un conjunto anclado en sus debilidades y ajeno a sus propias virtudes. Y, sin embargo, pasaron del susto o muerte a la culminaci¨®n m¨¢xima del suspense en el ¨²ltimo suspiro, en el 94¡¯, en una acci¨®n trastabillada dentro del ¨¢rea que culminaron entre Asensio y Caicedo; propio de una pel¨ªcula a programar por Halloween en cualquier canal tem¨¢tico. No debe ocultar ese 1-1 final lo que fue el partido perico: una casta?a, para demostrar que en el fondo prefieren las costumbres propias y que todos los santos fueron quienes tuvieron por bien aguantar el encuentro.
El primer tiempo empez¨® con un arranque potente de Caicedo que V¨ªctor ?lvarez no acert¨® a definir, en el 5¡¯, y termin¨®, en el 44¡¯, con un posible penalti de Rub¨¦n P¨¦rez sobre Duarte. Entretanto, le puso mayor f¨²tbol el Granada, espoleado por Piti, Success y un vertical Foulquier (no as¨ª un mermado El Arabi), aunque sin acierto y con algunas inquietantes desconexiones defensivas. Lo suficiente para que la grada diera muestras, ya desde el minuto 20, de su creciente impaciencia.
Y de la inquietud se pas¨® a la desesperaci¨®n con el gol de Babin, en el 59¡¯, tras superar f¨¢cilmente su marca y cabecear llegando desde atr¨¢s una falta botada por Piti. Susto o muerte, o ambas cosas, del Granada, tras el que los pericos estiraron l¨ªneas. Pero, de nuevo, sin demasiado criterio. Y, aun as¨ª, Diop puso en aprietos a Andr¨¦s Fern¨¢ndez, poco antes de que las esperanzas del Espanyol parecieran esfumarse del todo con la expulsi¨®n de Rober Correa, por doble amarilla. Pero no fue as¨ª.
Se convirti¨® el choque en un vaiv¨¦n. Se luci¨® de nuevo Andr¨¦s en un testarazo de Caicedo, en el 73¡¯, y tuvo enseguida el Granada la sentencia en un contragolpe entre Foulquier y Success que desbarat¨®, providencial, Pau. Como tuvieron el empate Abraham de cabeza y Caicedo de chut cruzado.
Tocaba arrebato e imprecisiones de la zaga perica a partes iguales, pero se impuso lo primero. En el 94¡¯, Mamadou puso un buen bal¨®n que entre Asensio y Caicedo se encargaron de convertir en el 1-1. Para el Granada, injusto. Para el Espanyol, evit¨® un abucheo.