¡®Cruella¡¯ De Bruyne

Cuando estaba a punto de adornar un poco m¨¢s su nombre en Europa, en la mejor noche de la temporada, al Sevilla le aplast¨® la cruda realidad del f¨²tbol: los millones ganaron el coraz¨®n y Kevin de Bruyne, el futbolista de los 80 millones de euros, propin¨® un golpe baj¨ªsimo a sus opciones en Europa. Un zurdazo seco y al rinc¨®n de Sergio Rico en el minuto 91 puso colof¨®n a una noche de f¨²tbol fabulosa, un partido jugado con todos los honores que acab¨® con el chico guapo y rubio llev¨¢ndose a la chica a casa. Rugi¨® el Etihad, en silencio buena parte de la noche. Un subid¨®n que contrasta con la pena que sinti¨® el Sevilla, superior un buen pedazo de partido a su rival, controlador del bal¨®n en los ¨²ltimos minutos. Pero demasiado honesto. El City le ech¨® el cebo y al Sevilla (que gan¨® la batalla por la posesi¨®n 58% a 42) le ped¨ªa el cuerpo ir por el partido. Uno contra uno, De Bruyne fint¨® a Iborra e hizo un gol de crack.

El resultado no dijo lo que fue el partido. Como si hubiese decidido despertarse en un escenario grande, el Sevilla firm¨® la primera parte m¨¢s convincente de la temporada en el Etihad, un teatro fabuloso para ver f¨²tbol. Y en los focos que m¨¢s brillaban estuvo Konoplyanka, al fin desatado. Intuitivo para saber d¨®nde atacar, escurridizo y desequilibrante. Bajo sospecha de los t¨¦cnicos por sus desaplicaciones defensivas, respondi¨® con 45 minutos sobresalientes. Un futbolista distinto. De todo lo que hizo, y todo muy bien, sobresali¨® una falta lateral a palo cambiado que lanz¨® por sorpresa a porter¨ªa. Y luego el gol, que premi¨® un cuarto de hora deslumbrante en el que enmudeci¨® al Etihad. El City hab¨ªa empezado dominador con Navas (gran partido el suyo, el jugador que m¨¢s respuesta dio a Konoplyanka) y De Bruyne mezclando bien con Tour¨¦. Luego se esfum¨® hasta que se vio 0-1. El Sevilla, bien puesto y abrasando a Zabaleta por su banda, al fin mand¨® una se?al de su potencial. No le alcanz¨®, sin embargo, para aguantar hasta el descanso. Kolo dej¨® un pasillo inaceptable para un central que Tour¨¦, un armario, aprovech¨® para asistir al el¨¦ctrico Sterling. Bony caz¨® el rechace. Un sinsabor para Emery, que pareci¨® percatarse de que hab¨ªa pasado un buen tren.

Al final del descanso, como en cada final de descanso en el Etihad, son¨® Hey Jude. Pero las musas estaban con Konoplyanka, que volvi¨® a preocupar el City con sus arrancadas. Tanto que Pellegrini quit¨® de en medio a Zabaleta. Intu¨ªa que por ah¨ª pod¨ªa empezar a perder el partido. Emery, mientras, prescindi¨® de Banega, sin gasolina. El argentino, que casi hace ballet con el bal¨®n, gobern¨® el partido un buen rato de la primera parte. Pero su cuerpo despu¨¦s de la lesi¨®n no le daba m¨¢s. El Sevilla baj¨® su rendimiento por minutos, algo fatigado. Lo que m¨¢s se resinti¨® fue su orden defensivo porque en ataque Gameio sigui¨® dando batalla. Estuvo valiente ante Otamendi y Mangala pero siempre a un mil¨ªmetro de la gloria. Su trabajo mereci¨® m¨¢s premio. Fatigados los equipos, la batalla final estuvo en el banquillo. Pellegrini quit¨® a Bony y jug¨® con De Bruyne de falso nueve. Su apuesta, adelantar a Tour¨¦ en busca de otra cabalgada imposible del marfile?o. La respuesta de Emery fue Nzonzi para equilibrar al equipo. Konoplyanka, consumido, se fue abrazado por su entrenador. El Sevilla merode¨® por el ¨¢rea de Hart los ¨²ltimos minutos pero no contaba con la p¨¦rdida de Krohn-Delhi y un zorro belga, Kevin de Bruyne, que ya se ha metido en el coraz¨®n a la grada citizen. Qu¨¦ demonios son 80 millones de euros en medio de ese estallido de felicidad.