YOUTH LEAGUE | ATL?TICO 7 - ASTANA 1
El Atl¨¦tico de Madrid abusa del Astana en la Youth League
Al final de la primera parte ya le hab¨ªa marcado cinco goles. Los kazajos metieron el primero, y el ¨²nico, en la competici¨®n. Dobletes de Juan Moreno y Rober. Debut de Obama.
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Sin compasi¨®n. As¨ª trat¨® el Atl¨¦tico juvenil al Astana en el partido de la Youth League, por la ma?ana, en Majadahonda, previo al enfrentamiento de sus mayores por la tarde. Al descanso ya ganaba 5-1. Sostenido por un inconmensurable Lucas, que estaba en todas las partes (muro atr¨¢s, goleador delante), los de ?scar Fern¨¢ndez dominaron sin problemas, en el c¨¦sped y en el marcador. El partido sirvi¨® para que demostrara su solvencia y para el debut de Salom¨®n Obama, aquel chaval que fue la gran sensaci¨®n del XVIII Torneo Nacional Blue BBVA Alev¨ªn de F¨²tbol 7?en C¨¢diz, en 2001 por su f¨²tbol y porque le sacaba dos cabezas a los rivales. Pues ayer ya jugaba la Youth League con un descaro y soltura de mayores. S¨®lo tiene 15 a?os. Y lo celebr¨® marcando un golazo, el ¨²ltimo, de jugada personal: se fue por velocidad a todos y la encaj¨® en la porter¨ªa, de disparo fuerte y al centro. El Astana s¨®lo pudo admirar. Pero as¨ª fue todo el partido.
Bueno s¨ª, que en Majadahonda marcaron su primer gol en la Youth League. Fue en el 23': el lateral derecho rojiblanco, Carlos Isaac, se despist¨® y dej¨® solo al delantero Kuanyshbay ante Guille, a quien dej¨® sentado para rematar a porter¨ªa vac¨ªa. Lucas corri¨® para intentar sacarlo antes de que traspasara la l¨ªnea de gol, pero el bal¨®n ol¨ªa a red desde que hab¨ªa salido de la bota kazaja. 1-1. Y lo celebraron todos abrazados, en el c¨®rner, como si no fueran a hacer ninguno m¨¢s en su vida. En Majadahonda, de hecho, no lo hubo.
Y su gol espabil¨® al Atleti, que ya se hab¨ªa adelantado en el 12¡¯ con un tanto de Rober, cuando un aficionado en la grada (donde estaba la Selecci¨®n Sub-17, Theo Hern¨¢ndez, Caminero o Casquero) ped¨ªa ya ¡°concentraci¨®n y tensi¨®n¡±, a gritos, nervioso. Dicho y hecho. Los goles rojiblancos comenzaron a llegar cada dos minutos: en el 23¡¯ Juan Moreno con una preciosa vaselina que entr¨® por la escuadra mientras el portero kazajo s¨®lo miraba, como si fuera un gato de escayola; en el 27¡¯, Lucas, tras un c¨®rner y un l¨ªo en el ¨¢rea y en el 29¡¯, Rober, con la izquierda, desde la frontal. El aficionado de la grada, ya relajado, volv¨ªa a hablar: ¡°Ey, dejad alguno para esta noche¡¡±. Pero los rojiblancos se hab¨ªan quedado con lo anterior, lo de la intensidad. Y con que al portero kazajo le gustaba eso de hacer de estatua. Comenzaron a hacer remates de todo tipo. De cerca o de lejos. En cuanto hubiera un hueco. Y hasta de penalti. As¨ª marc¨® Juan Moreno el quinto, su segundo. El extremo fue uno de los jugadores m¨¢s destacados del partido. Altern¨® la banda derecha con la izquierda y siempre llev¨® peligro.
Pero es que los kazajos tampoco es que pusieran mucha resistencia. Lucas romp¨ªa las l¨ªneas con sus pases filtrados, como si fueran de mantequilla. Andr¨¦s pon¨ªa la pausa en el centro del campo y el juego se volcaba a la izquierda, donde destac¨® tambi¨¦n el lateral, Dami¨¢n con su velocidad y desborde. El Astana, mientras, lo intentaba pero la diferencia era un abismo, como entre un ni?o y un adulto.
En la segunda parte hubo m¨¢s goles, todos rojiblancos: los de Keidi (56¡¯) y Salom¨®n (74¡¯) para el 7-1. Pero es que los kazajos se encerraron en su ¨¢rea, para levantar un muro ante su portero-estatua (por si acaso) y fue un asedio rojiblanco. Adem¨¢s de 45 minutos aburrid¨ªsimos. Ni siquiera el aficionado de la grada gritaba ya. Los kazajos, de hecho, s¨®lo una vez traspasaron la l¨ªnea del centro del campo en direcci¨®n a Guille. Pero fue s¨®lo para que Kuanyshbay pisara el ¨¢rea, rematara floj¨ªsimo y a nadie, y regresara a su campo. Por saludar, vamos. Ni siquiera aprovecharon los kazajos los 13 minutos en los que el Atl¨¦tico se qued¨® con diez por la lesi¨®n de Pape cuando el Atl¨¦tico ya hab¨ªa hecho los tres cambios. La segunda siguieron con esa din¨¢mica: cruzaron s¨®lo otra vez la l¨ªnea del centro del campo pero no hab¨ªan pisado el ¨¢rea de Guille y ya hab¨ªan lanzado el bal¨®n a las nubes. Pero es que el partido se hab¨ªa acabado en la primera parte. O, mejor, en esos diez minutos de goles de dos en dos, en los que el Atleti abuso, literal, del Astana. Sus mayores lo firmar¨ªan.