Un Sevilla invisible en Tur¨ªn

Despu¨¦s del ba?o y masaje del Gladbach en la primera jornada, el Sevilla se estrell¨® con la realidad de la Champions en el Juventus Stadium. En Tur¨ªn, donde tan buenos recuerdos tiene, se sinti¨® muy bajito delante de la Vecchia Signora, que se dio casi un paseo y pese a sus cinco puntos en la Serie A record¨® que es el actual finalista de la competici¨®n. Historia, pero tambi¨¦n presente de esta competici¨®n gigantesca. Un equipo de tron¨ªo al que convendr¨ªa no despreciar de nuevo. Ante el aluvi¨®n de bajas y la convincente actuaci¨®n de su rival, el Sevilla minimiz¨® da?os. Cay¨® con goles de Morata, jugador con el que so?¨® un d¨ªa, y Zaza, su recambio, y dej¨® su moral intacta. Pero no le conviene negar la realidad. Buffon ni se manch¨® la camiseta. En ataque, el Sevilla fue un equipo invisible

La resistencia del disminuido grupo de Emery, sin Beto, Pareja, Carri?o, Vitolo o Llorente entre otras figuras, dur¨® 41 minutos, cuando Morata caz¨® con fe un bal¨®n colgado por Barzagli que ca¨ªa con nieve. No es un gol m¨¢s. El chico de Mirasierra, que no ha renovado pese a algunas informaciones, es el primer jugador de la Juventus desde Del Piero (1995) que hace goles en cinco partidos consecutivos de la Champions. Y eso es mucho. El gol no aclar¨® las dudas que sobrevuelan sobre Sergio Rico, inm¨®vil para atacar el bal¨®n o rechazarlo despu¨¦s. Ni sobre Andreolli y Kolo, centrales sin contundencia. Al Sevilla, no obstante, le falt¨® poco para llegar a la frontera del descanso. Hab¨ªa sufrido en el inicio, con Dybala y Pogba desatados, pero se hab¨ªa ido haciendo al partido. Emery atac¨® la espalda de Cuadrado, que no mira para atr¨¢s, con Tremoulinas. Y sorprendi¨® con la posici¨®n de Reyes, que actu¨® como delantero con libertad de movimientos y gobern¨® unos minutitos el partido. Pero plant¨® demasiado atr¨¢s su inesperado 4-4-2. He ah¨ª el golpe de Morata.

El Sevilla empez¨® a ense?ar v¨ªas de agua en la segunda parte. Krychowiak, jugador con el que se puede ir a cualquier guerra, aguant¨® el tir¨®n de Hernanes y Pogba pero Dybala, un diablillo entre l¨ªneas, resultaba demasiado. El argentino, buen complemento de Morata, borde¨® el gol en varias ocasiones. Sergio Rico fue remontando en el partido y rechaz¨® sus tiros y los de Cuadrado. Pero al Sevilla llegar a Buffon se le hizo un oc¨¦ano. No mostr¨® nada, tampoco con Inmobile, enemigo p¨²blico en la grada por su pasado en el Torino. El Sevilla, en fin, fue sus carencias y los poderes del rival: Evra y Cuadrado lucieron en las bandas, a Pogba casi no le hizo falta sudar y los centrales, poderosos y expertos, vivieron el partido silbando. Casi al final hizo el 2-0 Zaza. La noche no estaba para mucho m¨¢s. En Manchester, con m¨¢s efectivos,? sabremos m¨¢s sobre la verdad de este Sevilla.