Baptistao hace un roto al Atleti
El delantero brasile?o, cedido por el Atl¨¦tico, marc¨® en el minuto 13 el ¨²nico tanto del partido. Las rotaciones de Simeone no funcionaron.
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Se llama la teor¨ªa del ex y dice as¨ª: ¡°Siempre que te enfrentes a un equipo donde juegue alguien que visti¨® tu camiseta, ¨¦se, precisamente ¨¦se, ser¨¢ el que m¨¢s da?o te haga¡±. La norma no es categ¨®rica, pero s¨ª habitual, sobre todo en f¨²tbol. Que se lo pregunten al Atl¨¦tico: de sus ex por Vila-real ayer s¨®lo uno pod¨ªa jugar, Leo Baptistao, cedido para m¨¢s inri, pero sin cl¨¢usula miedo. Y, claro, ya saben qui¨¦n le hizo el destrozo a los del Cholo. La teor¨ªa del ex cumplida a rajatabla, letra a letra.
En la primera parte, el Atl¨¦tico fue un mu?eco de trapo en las manos del Villarreal. Ya sal¨ªan los de Marcelino sabiendo que el Madrid hab¨ªa pinchado y que, si ganaban, eran l¨ªderes. Eso les dio un punto m¨¢s de intensidad, como si no tuvieran ya suficiente. El Atl¨¦tico s¨®lo estuvo al principio, presionando, intentando tener el bal¨®n, pero en la primera que tuvo el Villarreal lo pulveriz¨®. Y fue Baptistao, claro, que uno cuando sabe que va a ver a un ex siempre se pone m¨¢s guapo por si acaso: Leo bati¨® a Oblak tras un pase descomunal de Trigueros y una pared con Soldado. Es el tercer gol que le meten esta temporada al esloveno. Y gracias que no fueron m¨¢s. Porque Baptistao recib¨ªa, tocaba y sal¨ªa rapid¨ªsimo entre Tiago y la defensa rojiblanca, incapaces de frenarle, sobrepasados. Pero as¨ª andaba todo el Atleti, que no sab¨ªa ni por d¨®nde le ven¨ªa el viento. La defensa estaba perdida, el centro hac¨ªa aguas y ?liver no encontraba hueco. Los rojiblancos s¨®lo ve¨ªan pasar a su lado jugadores amarillos rapid¨ªsimos; por la derecha, por la izquierda y por el centro. Todo era un desprop¨®sito, sobre todo arriba, de drama.
Bailly se peg¨® a Griezmann como una sombra para no dejarle pensar ni un mil¨ªmetro y a Jackson no le llegaban los centros y, cuando lo hac¨ªan, perd¨ªa la pelota una y otra vez. A veces con Griezmann. A veces con ?liver. A veces ¨¦l solito. No cuaja, no encaja y, lo peor no es eso, lo peor es que ya van ocho partidos (ninguno completo) y se acaban las excusas. Ayer, directamente no viaj¨® a Vila-real y, si por El Madrigal vieron a alguien parecido al colombiano, no se confundan. Era un primo. Y lejano.
La primera y ¨²nica ocasi¨®n real del Atl¨¦tico lleg¨® al filo del descanso, despu¨¦s de que Baptistao y Castillejo casi marcaran el segundo. V¨ªctor Ruiz fall¨® y dej¨® solo a Griezmann ante Areola. El franc¨¦s intent¨® col¨¢rsela entre las piernas, pero el portero la par¨®. Y es que Griezmann a¨²n no sabe lo que es marcarle al Villarreal: el de ayer era su und¨¦cimo partido, pero deber¨¢ esperar al siguiente. Tampoco ayer era el d¨ªa.
Simeone, como viene siendo habitual ¨²ltimamente, no esper¨® ni un segundo m¨¢s all¨¢ del descanso para enderezar el desaguisado y sac¨® a Torres y a Vietto. A ver si pasaba lo de Eibar. O, sino, a ver si a ¨¦l tambi¨¦n le sal¨ªa eso de la teor¨ªa del ex. Pero nada cambi¨® demasiado. Al menos no esta vez. Ni siquiera cuando entr¨® Correa, siempre un verso libre y ayer chico nuevo por la plaza. Sus 25 minutos fueron lo mejor del Atl¨¦tico en El Madrigal y a punto estuvo de hacer el empate, en el 90¡¯, tras combinar con Griezmann, pero su disparo a bocajarro lo par¨® Areola. El portero fue un muro todo el tiempo, muy en la l¨ªnea de un Villarreal compacto, solidario y sin fisuras que ayer jug¨® a ser el Atl¨¦tico y le sali¨®. Y en su vestuario se celebr¨® la victoria (y el liderato) con queso, vino y jam¨®n mientras el otro Atleti, el de verdad, se iba pensando que no hubiera ganado este partido ni aunque todav¨ªa lo estuviera jugando. Ay, malditos ex.