Torres y Correa: conexi¨®n letal
Ambos entraron en la segunda mitad y revolucionaron el partido: cada uno marc¨® a pase del otro. Jackson y Vietto siguen sin funcionar. Buena imagen del Eibar en la primera parte.
La chispa de Correa. Quiz¨¢ eso fue lo que al Atl¨¦tico le falt¨® ante el Bar?a. Entonces, hace una semana, ante los cul¨¦s, lo hab¨ªa dejado Simeone en la grada y, cuando el t¨¦cnico quiso encontrar soluciones en el banquillo, no las tuvo. Pero de los errores se aprende. Y el f¨²tbol tiene de bueno eso, que enseguida te da la posibilidad de redimirte. Se vio ayer. Porque en Ipurua se le estaba poniendo azuloscurocasinegro el partido al Atl¨¦tico, que no encontraba c¨®mo meterle los dedos a un Eibar muy serio y ordenado. Pero el Cholo mir¨® atr¨¢s y, esta vez s¨ª, se hizo la luz. Sac¨® a Correa y ¨¦ste s¨®lo necesit¨® 33 segundos, y un socio de lujo como Torres, para solventar la papeleta.
Y con una genialidad, al estilo de los grandes.
Eso dio aire al Atl¨¦tico, que lo necesitaba, porque no le encontraba las grietas al Eibar. Plantearon los vascos un partido muy intenso, t¨¢ctico e inc¨®modo, muy ordenado en el centro del campo con Dani y Escalante, y arriba, con Enrich pele¨¢ndose sin cesar con Gim¨¦nez y God¨ªn. En las bandas los vascos tambi¨¦n eran tortura constante para los rojiblancos, con la verticalidad de Sa¨²l Berj¨®n y Keko. En los primeros minutos, de hecho, ¨¦ste ¨²ltimo lograba algo que no suele verse a menudo en un campo de f¨²tbol: que Filipe sea el Coyote y, otro, el Correcaminos.
El Atl¨¦tico logr¨® hacerse con el bal¨®n en el minuto 15¡¯ gracias a que Koke retras¨® su posici¨®n para ayudar a Tiago y Gabi a buscar hueco entre tanta pierna. Pero, arriba, s¨®lo Griezmann no bastaba. Si el franc¨¦s ten¨ªa la pelota en los pies se abr¨ªan los espacios como las aguas de Mois¨¦s, pero estaba demasiado solo. Vietto y Jackson a¨²n no hablan su idioma. Se vio en el minuto 27: Griezmann filtraba un pase genial entre l¨ªneas a Jackson que ya era medio gol, pero el colombiano estuvo demasiado lento en la definici¨®n y Capa le quit¨® el bal¨®n de los pies ante Riesgo. Eso s¨ª, se le vio mejor que en otros partidos. La ped¨ªa, intentaba asociarse m¨¢s, pero sin fortuna. Tampoco la tuvo Vietto. Entre los dos hicieron seis remates, tres y tres, pero blandos, nunca con peligro. Y, ojo, que en el f¨²tbol, cada oportunidad que pasa es un tren que ya no vuelve. Y menos cuando hay otros intentando subirse a toda costa.
Simeone fue el primero que se dio cuenta de que ten¨ªa que cambiar algo, que as¨ª no ganar¨ªan en Ipurua y, en el descanso, dej¨® a Jackson y Vietto en la ducha, y sac¨®, en su lugar, a Torres y ?liver. Comenz¨® otro partido. Y eso, que al principio de la segunda parte, el Eibar, jug¨® sus mejores minutos. Filipe casi marc¨® con un disparo soberbio desde fuera del ¨¢rea y eso despert¨® a los vascos que tuvieron en las botas de Keko su mejor oportunidad.
Y entonces lleg¨® el momento de Correa. Lo sac¨® Simeone y revolucion¨® el partido, solucion¨®. Marc¨® en el primer bal¨®n que toc¨®: se deshizo de la defensa vasca con un gran desmarque y un amago de cintura para batir a Riesgo, que casi la para. Se la hab¨ªa puesto Torres. Y el argentino se la devolv¨ªa s¨®lo quince minutos despu¨¦s. Si antes hab¨ªa sido Torres-Correa, ahora era Correa-Torres: el argentino le pon¨ªa un bal¨®n al hueco a El Ni?o que, en velocidad, lleg¨® antes que ninguno para picarla por encima de Riesgo al otro lado de su porter¨ªa. Fue casi un calco del gol que marc¨® en la final de la Eurocopa de 2008 a Alemania, cuando era el mejor Torres. El de ayer se pareci¨® bastante. Pide m¨¢s minutos y peso en este Atleti. Como Correa. Bendito problema para el Cholo.