Keylor salva, Benzema mata

La tarde se prestaba a todo tipo de juegos, con o sin bal¨®n. El Bernab¨¦u se iluminaba con esa primavera apacible que es el oto?o de Madrid. No hab¨ªa excusas para rajarse y el Granada no las puso. Lo hizo todo para ganar y perdi¨®. Le queda el consuelo de un gol que no debi¨® ser anulado y el respeto de un estadio que no se sinti¨® seguro hasta que el ¨¢rbitro pit¨® el final. Hay otras formas de victoria aunque no se canjeen por puntos.

Ben¨ªtez debe analizar cu¨¢nto dej¨® de poner su equipo y cu¨¢nto no puso por m¨¦rito del rival. El estudio le ser¨¢ de gran utilidad porque le permitir¨¢ ajustar tornillos que andan flojos. La defensa fall¨® como no suele, el mediocampo se atasc¨® por momentos y el ataque careci¨® del dinamismo de las ¨²ltimas ocasiones.

Inesperado

El Granada sorprendi¨® desde el inicio. Buen equipo, con m¨¢s virtudes que el orden y el aseo. Ambicioso con el bal¨®n y ¨¢gil en el ataque, presuroso en los desdobles por banda. Con energ¨ªa suficiente como para entrar el ¨¢rea de Keylor y pisotear sus flores.

Estoy por asegurar que el Madrid se sorprendi¨® en la misma medida que los espectadores. El rival ten¨ªa una talla superior a la que aparec¨ªa en el programa. Lo advirti¨® por vez primera a los siete minutos, cuando Marcelo desactiv¨® un centro del italiano Biraghi, interesante lateral zurdo cedido por el Inter. Lo confirm¨® cuando a las incursiones visitantes por la izquierda se sumaron sus avances por la derecha. En ese sector cada combinaci¨®n entre Success y El Arabi era el anuncio de un peligro. Ninguno superior al que desemboc¨® en el gol anulado al Granada, conseguido por el franc¨¦s de origen magreb¨ª.

El Madrid no estaba siendo zarandeado, tampoco quisiera dar esa imagen. Mientras el rival ganaba confianza, el anfitri¨®n acumulaba ocasiones por la pura inercia de su talento. Andr¨¦s Fern¨¢ndez, serio como un torero (recuerda poderosamente a Jos¨¦ Mari Manzanares), evit¨® goles de Cristiano y Modric. No fallaban tanto los rematadores como el ¨²ltimo pase.

El partido pend¨ªa de un hilo pero costaba averiguar el color. Keylor salv¨® a su equipo al taponar un tiro de Success (39¡¯); un minuto despu¨¦s, Isco, cara a cara con el portero, se llen¨® de bal¨®n en lugar de recurrir a su cat¨¢logo de genialidades

En la segunda parte, prosigui¨® el intercambio. Un taconazo de El Arabi dej¨® a Success en posici¨®n de gol y el nigeriano cometi¨® un error imperdonable: en vez de chutar, se puso creativo (vaselina con virutas de chocolate). La insolencia fue castigada de inmediato por el Madrid: centro de Isco?(al l¨ªmite del fuera de juego) y gol de cabeza de Benzema.

Cracks

No se rindi¨® el Granada y El Arabi menos que nadie. En una jugada de alta escuela, el delantero regate¨® a media defensa del Madrid antes de tropezar con Keylor, tan l¨²cido de reflejos como r¨¢pido en las salidas. Hay dos formas de parar una bala: volar tras ella o poner el dedo en el ca?¨®n.

Los madridistas creyeron ganar metros, pero nunca los terminaron de colonizar. El rival no se aflig¨ªa como otros, sino que persist¨ªa en el combate. El m¨¦rito es inmenso, porque al Madrid le serv¨ªa la mitad y al Granada s¨®lo el doble.

En los ¨²ltimos minutos, Isco y Cristiano reclamaron penaltis que bien pudieron ser pitados. Ni siquiera eso afe¨® la tarde del Granada. Buen equipo, gran rival y estupendo partido para que Ben¨ªtez entretenga las tardes analiz¨¢ndolo. De momento, el Madrid se acuesta l¨ªder, a falta de lo que haga el Barcelona ante el levante este domingo.