COPA DEL REY
Esperanza Aguirre sobre las sanciones del himno: "Risibles"
"No se puede consentir lo que ha ocurrido; si hay una pitada al himno o al Jefe del Estado hay que suspender el partido y hacerlo a puerta cerrada", a?adi¨®.
La presidenta del PP madrile?o, Esperanza Aguirre, ha asegurado que las sanciones impuestas al FC Barcelona y al Athletic de Bilbao por la pitada himno espa?ol durante la final de la Copa del Rey de f¨²tbol son "risibles".
Aguirre ha hecho estas declaraciones antes de asistir al Foro ABC-Deloitte protagonizado por la presidenta madrile?a, Cristina Cifuentes, preguntada por la sanci¨®n que ha impuesto a los dos clubes la Comisi¨®n Estatal contra la Violencia.
Este organismo ha propuesto una multa de 123.000 euros a la Federaci¨®n Espa?ola de F¨²tbol (RFEF) como organizadora de la final de la Copa del Rey por los pitidos al himno espa?ol, y multas de 66.000 euros al FC Barcelona, de 15.000 al Athletic, de 100.000 a Catalunya Acci¨® como instigadora de la pitada, y de 70.000 al resto de organizaciones que la convocaron.
Para Aguirre, se trata de sanciones "risibles", pero ha se?alado que "probablemente el legislador no estaba pensando que iba a ocurrir esto".
"No se puede consentir lo que ha ocurrido; si hay una pitada al himno o al Jefe del Estado hay que suspender el partido y hacerlo a puerta cerrada", ha a?adido.
M¨¢s reacciones sobre el himno. BILDU
La parlamentaria vasca de EH Bildu Rebeka Ubera ha dicho hoy que la pitada al himno espa?ol en la final de la Copa del Rey de f¨²tbol "solo es un s¨ªntoma m¨¢s de que en Euskal Herria y en Catalu?a el desafecto hacia Espa?a es cada vez mayor y sin vuelta atr¨¢s". A juicio de EH Bildu, la decisi¨®n de sancionar los pitidos evidencia que "el Estado espa?ol vulnera derechos y libertades ciudadanas b¨¢sicas", ya que "silbar a modo de protesta no es m¨¢s que un ejercicio de libertad de expresi¨®n en el que no hay ni violencia, ni intolerancia, ni xenofobia".
PNV: la pitada es un ejercicio "voluntario e individual de la libre expresi¨®n"
El secretario del EBB del PNV, Koldo Mediavilla, ha afirmado que la pitada que decenas de miles de personas protagonizaron en la final de Copa, en el preciso instante de que sonaba el himno espa?ol que anunciaba la presencia en el campo del Rey Felipe VI, es un hecho que, "aunque de dudosa educaci¨®n, debe ser entendido como un ejercicio voluntario e individual de la libre expresi¨®n".
En un art¨ªculo publicado en su blog, con el t¨ªtulo 'La libertad de expresi¨®n no se reprime, se defiende', Mediavilla se?ala que las instituciones y los s¨ªmbolos "est¨¢n para ser respetadas, pero cuando no se hace, habr¨¢ que preguntarse el por qu¨¦, en lugar de sacar la porra a paseo y sacudir a quien se muestre desafecto".
Seg¨²n indica, la Corona se puede sentir "inc¨®moda" ante una situaci¨®n como la vivida en el campo blau grana. "A nadie le gusta que le silben o le recriminen. Ahora bien, la virtud de la democracia est¨¢ en que sus dirigentes deben saber aceptar el halago, el aplauso y el besamano, pero tambi¨¦n las muestras de desaprobaci¨®n y la cr¨ªtica. Aunque sean sonoras y de dudoso gusto", a?ade.
Tras manifestar que "resulta imposible identificar a los miles de silbadores que ensordecieron el Nou Camp", destaca que "los enterados de la comisi¨®n anti violencia han decidido sancionar a quienes ni silbaron ni abuchearon; a los clubs correspondientes y a la federaci¨®n futbol¨ªstica".
"Dicen que la amonestaci¨®n econ¨®mica les llega por no poner los medios que impidieran la protesta. Como si la voluntad de las personas pudiera someterse por orden gubernativa. Eso ocurr¨ªa antes. Cuando el himno era obligatorio y se entonaba brazo en alto", manifiesta.
"Quiz¨¢ de aquellos polvos lleguen estos lodos. Si la justicia fuera seria, y as¨ª quiero creerlo, la sanci¨®n deber¨ªa quedar en nada. Porque la libertad de expresi¨®n no se reprime, se defiende", indica Mediavilla.
A este respecto, resalta que "ni la concordia entre aficiones, ni el magn¨ªfico espect¨¢culo deportivo y social que supuso la final de copa, han merecido recompensa alguna. Ni tan siquiera un reconocimiento p¨²blico del ejemplo de civismo dado por ambas aficiones".